Cobertura especial

Francisco en Chile: "Siento dolor y vergüenza por los abusos a niños por parte de la Iglesia"

La presidenta Michelle Bachelet le dio la bienvenida al Sumo Pontífice en la Casa de la Moneda chilena. Ambos mandatarios brindaron emotivos discursos.
martes, 16 de enero de 2018 08:58
martes, 16 de enero de 2018 08:58

Por Cecilia Montero, enviada especial

A las 8.30 puntual, y como estaba previsto, el Papa Francisco llegó hasta el Palacio de la Moneda para recibir los saludos protocolares de la presidenta Bachelet y su gabinete. Diario La Provincia, como medio acreditado realizó la cobertura en el lugar, y pudo ver en vivo la euforia de algunos chilenos y argentinos que levantaron las banderas de unión. 

Antes de ingresar al Palacio, la primer mandataria nacional le dirigió unas palabras en agradecimiento por su visita y destacó que los tiempos han cambiado desde la visita del Papa Juan Pablo II. Posteriormente señaló que los chilenos son "desconfiados" por los distintos desafíos que tuvo en su historia.

En una plaza con menos gente de lo esperado, pese a que este día fue declarado feriado por el gobierno chileno, el Papa dirigió unas palabras desde el interior del Palacio y fue transmitido por pantallas gigantes.

"Para mi es una alegria estar en suelo latinoamericano y pisar esta tierra chilena que supo hospedarme. Me gustaria que este tiempo fuera de gratitud... gracias por su palabra de bienvenida y en usted quiera abrazar a todos los chilenos de norte a sur", expresó como primeras palabras, el Sumo Pontifice quien dedicó algunas líneas al nuevo presidente Piñera.

El Papa luego dedicó unas palabras a la necesidad de responder a las"injusticias sociales" y que el Estado sea el lugar que permita construir una casa y una nación. Luego destacó que es "preciso escuchar a los padres de familia, a los pueblos originarios para que no se pierda la identidad, a los inmigrantes que tocan la puerta de esta nación para un futuro mejor". Tambien pidió escuchar a los jóvenes que se enfrentran a los flagelos; a "los ancianos con sus fragilidades y no podemos abandonar"; a los niños que esperan respuestas reales.

Casi al final de su discurso, el papa confesó que siente "dolor y vergüenza" por el "daño irreparable causado a niños por parte de la iglesia". "Me quiero unir a los hermanos del Episcopado porque es justo apoyar a las victimas y empeñarmos para que no se vuelva a repetir", aseguró.

 

 


 

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