miércoles, 30 de marzo de 2016
09:33
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Dotar a un robot de talento físico e "inteligencia" para dar una simple caricia, un beso o embarcarse en una relación íntima con una persona y aceptar dejarse llevar físicamente por el humano para amoldarse a sus deseos con fluidez es algo extraordinariamente complejo tecnológicamente, según ingenieros del ámbito de la robótica de distintas universidades, consultados por Efefuturo.
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Según los expertos, es muy complicado programar la orden que haga al robot moverse exactamente como se espera y dotarlo de esa "inteligencia" que necesita para interpretar en tiempo real todo lo que tiene a su alrededor para tomar decisiones acertadas en función del entorno que percibe.
"No es un tema de sensores en sí, sino de cómo procesar toda esa información y manejarse de acuerdo a lo que percibe del entorno", advierte el catedrático Miguel Ángel Salichs, uno de los responsables del prestigioso Laboratorio de Robótica (Robotics Lab) de la Universidad Carlos III de Madrid.
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