viernes, 16 de mayo de 2014
11:14
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En tiempos modernos, aún hay países donde la muerte llega de la mano de diferencias religiosas. Esta vez la víctima es una mujer de 26 años, Meriam Ibrahim. Ella es médica musulmana y recibió la condena de la ley islámica por casarse con un cristiano.
Esta condena, emitida por el tribunal de Sudán, es por "apostasía” –renuncia a la fe en una religión– y consiste en morir en la horca. Previamente, el tribunal la instó a arrepentirse públicamente pero ella no aceptó y la medida extrema se cumplirá en poco tiempo aunque no hay fecha aún.
En este escenario, varios organismos de derechos humanos pidieron su liberación inmediata. Amnistía Internacional dijo que la sentencia contra la mujer era "realmente abominable”. "El hecho de que una mujer haya sido sentenciada a latigazos y a morir por su elección religiosa por casarse con un hombre de otra religión es asombroso y abominable. El adulterio y la apostasía son hechos que no deberían considerase delitos de modo alguno”, sostuvo el organismo a través de un comunicado.
Según cuenta diario Clarín, Meriam Ibrahim nació en el oeste de Sudán, hija de una cristiana etíope y de un musulmán sudanés. Su padre desapareció de su vida cuando ella tenía seis años de edad y su madre la educó en la fe cristiana. En el 2011 se casó con un cristiano y tuvo un hijo, que hoy tiene 18 meses. Esto está prohibido en Sudán, donde la ley islámica no permite a las mujeres musulmanas contraer matrimonio con hombres de otra fe. Por eso, durante el juicio, también se la condenó a recibir 100 azotes.
A diferencia de la condena hacia ella, el Islam permite a un hombre musulmán casarse con judías y cristianas por lo que su marido no se vio perjudicado.
