Dicen que lo mejor que se puede hacer con un niño en sus primeros años es regalarle un perrito para que compartan la etapa de crecimiento. Y eso es lo que hizo Jessica Shyba, una joven madre de tres chicos que decidió junto a su marido comprar una mascota para su último hijo Beau. Así fue como llegó Theo, un perrito de siete semanas que de a poco se fue acostumbrando a la rutina del hogar.
Según cuenta el sitio Instagram, el nene y el perrito inmediatamente tuvieron una gran unión, tal es así que el niño entendió que existían otras formas de socializarse y vincularse con su entorno pero sobre todo de cuidar a los seres queridos.
La madre al ver la buena relación que tuvieron desde un principio, decidió ver qué pasaba si dejaba dormir al perrito en la misma cama que el niño. Y la respuesta fue mejor de lo esperaba. Ambos crearon una simbiosis muy importante, tal es así que no les molesta a ninguno de los dos dormir abrazados o atravesados uno con otro.