Llevar a sus alumnos a la vanguardia del conocimiento siempre ha sido uno de los emblemas del Colegio Central Universitario. Es por ello que, pese a que no cuenta con una orientación técnica, se ha decidido reforzar los aprendizajes con diversos talleres.
El espacio físico de la escuela no permitía poner en práctica lo que aprendían en las asignaturas y por ello desde la dirección se luchó por conseguir un nuevo lugar. Se trata de una casa vecina que fue adaptada y que desde el pasado miércoles quedó en funcionamiento.
"Hemos logrado poder llevar a la práctica, porque las asignaturas ya las teníamos pero carecíamos de un lugar para poder practicarlas, la tecnología de los alimentos, la robótica y una huerta orgánica", contó a Diario La Provincia SJ la directora del establecimiento Esther Sánchez.
El local se encuentra ubicado por calle Laprida y Ameghino, a pasos del edificio central. "La Universidad adquirió una casa sismoresistente que ha sido perfectamente adaptada. Es una alegría muy grande porque lo hemos pedido por mucho tiempo".
Esta misma semana los alumnos del Ciclo Básico pudieron estrenarlo. "Lo estamos vistiendo, hemos comprado desde heladera hasta cocina y todo lo que se necesitaba. Ya tiene todo así que está funcionando. Inclusive llegó material de Buenos Aires".
"Hay que darles robótica a los chicos porque ellos son el futuro, y el futuro es hoy", sentenció la directora.