Un diluvio. Agua por cada rincón del Monumental (el césped se la bancó bien). Tormenta eléctrica en la previa. Pero River quedó, una vez más, increíblemente seco. El Millo lo buscó por todos lados ante Belgrano y se encontró con un César Rigamonti que fue enorme: le puso un parche al arco Pirata, sacó una decena de pelotas, le sacó el protagonismo al récord de Armani y dejó a los de Gallardo con el tercer 0-0 al hilo.
Moreira (el que ingresó por los lesionados Montiel y Mayada), Pratto (dos veces en el PT, otra en el ST), Quinteros (dos), Santos Borré, De la Cruz (dos) y Enzo Pérez (la mejor de todas). Diez situaciones claritas para River, todas bien resueltas por Rigamonti: si bien dio rebotes, esos fueron bien direccionados en una cancha mojada; también cortó centros y hasta desactivó un córner que se le metía. El único que pudo pasar al arquero del Belgrano fue su compañero Sebastián Luna. Ahí, el palo en el primer tiempo y el travesaño en el complemento, salvaron al defensor, al arquero y a todo el Pirata.
Racing, por la Copa Libertadores, Huracán, por la primera fecha de la Superliga, y ahora Belgrano, son los tres 0-0 de River en continuado. Gallardo buscó de entrada con las sociedades entre Pity, Nacho y Juanfer, las que en el comienzo surtieron efecto y empezaron a poner jugadores mano a mano con Rigamonti. Pero, lo dicho, el guante visitante no los dejó pasar. Y las definiciones tampoco fueron buenas.
Al local le fue bien cuando abrió la cancha, aunque luego se cerró por el medio y chocó ante muchas camisetas celestes que se mezclaron con las del Millo. Por ahí, tampoco. Es justo nombrar a Armani. El arquero citado para la Selección respondió en la única que lo buscaron: Matías Suárez entró al área en la única contra que le salió bien a Belgrano y Franco se tiró con todo para romper el récord de Amadeo.
Gallardo buscó mover con los cambios: en el complemento sacó a Palacios (otro citado) y luego mandó a Enzo Pérez y De la Cruz para jugar 3-3-2-2, con Ponzio de líbero. Tampoco funcionó. Es que los centros y los remates fueron desactivados por la gran figura. La mejor atajada, la novena de diez, llegó cuando el partido se moría: gran tapada a un remate de Pérez.
River sigue seco.
Fuente: Olé.
