Torneo Argentino A

El Luchi Carbajal, abanderado de la humildad y el sacrificio

En San Juan jugó en Sportivo y San Martín, pero es amado en Maipú de Mendoza e ídolo en Santiago del Estero. Hoy lo quieren Unión y Peñarol.
martes, 2 de julio de 2013 11:45
martes, 2 de julio de 2013 11:45

Sencillo, humilde, de sonrisa fácil. Habla despacio, lento y no mucho. Pero en la cancha siempre dejó todo, hasta la última gota de sudor y todo el aire de sus pulmones. Luis Carbajal nació y se hizo futbolísticamente en Sportivo Desamparados, pero en el 2003 se pasó a la vereda de enfrente: San Martín para jugar en la Primera B Nacional, donde permaneció hasta 2003.

 

Del 2007 al 2010 jugó en el Torneo Argentino A en Maipú de Mendoza. Ahí fue cuando lo llamó el Carancho José Rubén Agüero para que vistiera la camiseta de Central Córdoba de Santiago del Estero, también en el Argentino A. AgÚero lo había dirigido en el Verdinegro y sabía bien de la calidad de persona y la capacidad dentro de la cancha del Luchi. En la primera temporada clasificaron a cuartos de final, en la segunda al octogonal (ya con el profe Daniel Córdoba en la dirección técnica), y en la última no lograron clasificar.

Gracias al esfuerzo, a la entrega, el sacrificio Carbajal se ganó el reconocimiento de todos. De sus compañeros, dirigentes, e hinchas. El premio, la cinta de capitán del equipo.Abanderado de la entrega, referente, el idilio con los habitantes de la tribuna lo elevó al pedestal de ídolo. Cosa que no es fácil de conseguir porque es una hinchada muy exigente y mucho menos si es un jugador foráneo.

Sin embargo, un cortocircuito a mitad de campeonato con el nuevo técnico, Salvador Ragusa, lo relegó del equipo titular y anticipó su salida del club en donde hasta había pensado retirarse del fútbol. Ragusa, sin decirlo expresamente, lo hizo a un lado cambiando del 4-4-2 al 3-4-2, entonces el Luchi que es marcador lateral izquierdo quedó al margen, a pesar del enojo y el pedido constante de la parcialidad de Central. Con sutileza, achacándole las consecuencias al sistema táctico el DT lo marginó."Ni siquiera fue una discusión, simplemente como capitán y en nombre del equipo le plateé a Ragusa algunas cosas que pensábamos que iban a servir para mejorar. Se ve que eso no le gustó y me dejó afuera", agregó.

La última campaña no fue buena y los hinchas se lo hicieron sentir al DT y le recriminaron la decisión de desplazar del equipo titular nada menos que al capitán. El periodismo todo lo destacó y los mensajes por las redes sociales, facebook y twiter, se hicieron constantes reclamando por la presencia del sanjuanino en el equipo.

Luis ya se había radicado en Santiago y hasta había adquirido una casa planificando su futura vida allí. Pero, "el fútbol es así", se resigna. A pesar del pedido de los dirigentes y los hinchas pegó la vuelta a San Juan. "Esperaba el llamado de Desamparados, pero veo que todavía no hay ni técnico. De donde sí me llamaron es de Unión y Peñarol para jugar el Argentino B", le confió a Diario La Provincia.

Sin embargo, el destino de Luchi parece estar nuevamente en Maipú de Mendoza. "Aún cuando estuve en Santiago siempre me llamaron. Ahí me han tratado muy bien los dirigentes y también
la hinchada. tengo todo arreglado y mañana y el jueves voy a firmar para volver otra vez", explicó.

Carbajal tiene un año más de contrato en Central Córdoba, pero sabe que mientras este Ragusa

no va a jugar, por eso rescindirá para regresar al Cruzado mendocino. Salvo que antes lo llame Desamparados, su club de toda la vida, o Unión donde lo seduce la pasión y el respaldo de la barra Azul.

"Tengo 34 años pero nunca sufrí una lesión seria, ni siquiera un desgarro, así que tengo cuerda para rato. Gracias a Dios he dejado una buena imagen en todos los clubes que estuve.

En Santiago tengo las puertas abiertas para seguir jugando o para dirigir o como ayudante de campo en el futuro. Son las satisfacciones que da el fútbol", se sincera Carbajal.

Sin hacer ruido, sin hacer declaraciones altisonantes, sin ser un dechado de virtudes futbolísticas, se supo ganar el cariño y el reconocimiento de todos en base a su sencillez y sacrificio. El Luchi, el abanderado de la humildad.

 

 



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