En San Juan

Terremoto 2021: La grieta en la Ruta 40 y los nuevos avances en tecnologías de construcción

El terremoto de 2021 sigue vivo en la memoria de los sanjuaninos: A 4 años del evento que unió a la provincia.
sábado, 18 de enero de 2025 08:12
sábado, 18 de enero de 2025 08:12

El 18 de enero de 2021, a las 23:46 horas, San Juan fue sacudida por un terremoto de 6.4 grados que dejó una huella profunda en la memoria colectiva de la provincia. En un solo instante, la tranquilidad nocturna se transformó en caos y angustia. El Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES) lo clasificó como un terremoto de tipo "moderado", 10 veces menos potente que el devastador sismo de 1944 y 40 veces menor al registrado en 1977.

Si bien algunas estructuras cedieron, las calles se agrietaron y la tierra tembló con fuerza, el impacto no fue tan letal como el de otros eventos sísmicos que la provincia sufrió en el pasado. Afortunadamente, no se registraron víctimas fatales directas. Desde el INPRES, se explicó que este resultado positivo se debe a varios factores, entre ellos, los avances en la construcción, los estudios y la prevención sísmica.

Rodolfo García, director del INPRES, destacó a Diario La Provincia SJ que el conocimiento sobre la sismicidad ha avanzado significativamente en las últimas décadas. "No solo a partir de las experiencias locales, sino también de los eventos sísmicos ocurridos en otras partes del mundo, que nos han dejado valiosas lecciones. Lo que se sabía en 1944 es mucho menos de lo que sabemos hoy", afirmó García.

Además, señaló que se logró un progreso sustancial en las reglamentaciones y los códigos sísmicos de edificación. "Es un proceso continuo, no solo en el ámbito de la ingeniería sísmica, sino también en campos como la medicina y la electrónica, que han tenido una evolución muy importante en las últimas décadas. La ingeniería sísmica estructural y la sismología no escapan a este avance del conocimiento, tanto a nivel mundial como local", agregó el director.

Un recordatorio constante de la alta sismicidad

Aunque el terremoto de enero de 2021 fue de menor magnitud que otros eventos históricos, García enfatizó que sigue siendo un recordatorio de que San Juan se encuentra en una zona de alta sismicidad. "No debemos bajar la guardia; tenemos que estar preparados para la ocurrencia de eventos importantes", indicó. Subrayó la importancia de mejorar la calidad de las construcciones, aplicando las normativas sísmicas vigentes, y de comenzar a utilizar nuevas tecnologías, como los sistemas de aislación sísmica. "En San Juan ya se están comenzando a usar estos sistemas, especialmente en edificios importantes, que requieren este tipo de tecnología para reducir el impacto del movimiento sísmico sobre las estructuras", explicó.

La aislación sísmica consiste en intercalar elementos entre la construcción y el suelo para atenuar el movimiento del suelo durante un sismo. Aunque no se trata de una solución absoluta, ayuda a reducir considerablemente los efectos del terremoto en los edificios.

Avances en los estudios geológicos

Otro aspecto clave que ha mejorado significativamente en los últimos años es el monitoreo sísmico. García explicó que los terremotos ocurren en áreas llamadas fallas geológicas, donde se producen rupturas en la corteza terrestre que generan ondas sísmicas. "A medida que incrementa el monitoreo a través de estaciones sismológicas y acelerográficas, podemos identificar estas fallas geológicas que podrían generar movimientos sísmicos", detalló.

En este sentido, la tecnología ha permitido descubrir nuevas fallas geológicas, algunas de las cuales son visibles en la superficie, pero otras, las llamadas "fallas ciegas", se encuentran a gran profundidad y no dejan evidencia en la corteza terrestre. "Gracias al monitoreo y a los estudios en curso, podemos identificar con mayor precisión la ubicación y la actividad de estas fallas", agregó García.

Lecciones del pasado y el futuro

Una de las discusiones más significativas que surgió tras el terremoto de 1944 fue la idea de trasladar la reconstrucción de la ciudad hacia el sur, debido a la creencia de que los terremotos provenían de esa zona. Sin embargo, la naturaleza mostró lo contrario en 1952, cuando un terremoto golpeó la zona de La Rinconada. Lo mismo ocurrió en 2021, cuando el sismo se originó en el norte de la provincia. "Este es un claro ejemplo de cómo el conocimiento sobre la tectónica de placas y las fallas geológicas ha evolucionado, permitiéndonos mapear con mayor precisión las fuentes sísmicas", concluyó García.

Hoy, cuatro años después, San Juan sigue siendo un ejemplo de resiliencia y avance. Si bien la amenaza sísmica sigue presente, el progreso en la prevención y la construcción más segura ofrece una esperanza renovada para enfrentar los desafíos del futuro.

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