Investigación

A 4 años del último terremoto en San Juan, liberarán una estación sismológica para científicos de todo el mundo

El Gabinete de Sismotectónica (CIGEBIO- CONICET) de la FCEFyN de la UNSJ emprenderá el generoso acto de colaboración científica. Cuál es su impacto y qué nuevos conocimientos ya generó estudiar el terremoto.
sábado, 18 de enero de 2025 15:56
sábado, 18 de enero de 2025 15:56

A las 23.49 hs. del 18 de enero de 2021, la tierra tembló con intensidad en San Juan. El último terremoto mostró la esencia sísmica de la provincia y causó daños materiales, dejando a muchas familias sin hogar. A 4 años del evento sísmico, una réplica se mantiene y tiene que ver con la actividad de la comunidad científica, de la que el Gabinete de Sismotectónica (CIGEBIO- CONICET), dependiente del Departamento de Geofísica y Astronomía de la Universidad Nacional de San Juan es protagonista. Es que tramitan la apertura de una estación sismológica, instalada tras el terremoto en una zona clave, y con ello, la comunidad internacional podrá conocer los datos que registra y estudiarlos.

“Este evento nos puso de relevancia, después de mucho tiempo, que somos una provincia sísmica, con un alto riesgo sísmico en el Sur de la provincia como así en el Norte de Mendoza. Ese sector está en la Zona IV del INPRES, que presenta el mayor riesgo sísmico a nivel país. El evento ocurrió en el ámbito de la Precordillera sanjuanina, a casi unos 50 km. al Suroeste de la Ciudad de San Juan. Tuvo un alto impacto en la zona de Carpintería, en el departamento de Pocito, lugar en el que se registraron los mayores daños en viviendas y destrozos”, recordó el Dr. Gustavo Ortiz, subdirector de Departamento de Geofísica, Astronomía y Física (FCEFyN/ UNSJ), a Diario La Provincia SJ.

El terremoto, registrado por la estación sismológica de la UNSJ en Reserva Don Carmelo.

El terremoto fue de magnitud 6.4 según la escala de Richter en los registros del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES). Otros datos descollaban en sus características fueron: que la profundidad fue sólo entre 7 a 8 km. y que no logró visibilizar la ruptura de una falla en superficie, a comparación del terremoto de La Laja, que dejó en evidencia la falla homónima que originó el terremoto.

En este caso, al encontrarse en el subsuelo, se denominan “fallas ciegas” que, explicó el especialista, “no afloran pero están presentes y aunque no las vemos visualmente, sí lo hacemos sismológicamente y están activas”.

Desde el minuto uno, el terremoto sanjuanino fue objetivo de estudio por parte de la comunidad científica. "Hay diferentes grupos de investigación en la UNSJ y en ese momento, se lanzaron a realizar sus relevamientos siguiendo una metodología y según diferentes temas. Uno de ellos se ocupó de los daños, otros relevaron los procesos secundarios que vienen aparejados con un sismo como la licuación de los suelos y la aparición de fracturas en el terreno, caída de piedras y desprendimientos producto del remezón y del actuar del suelo ante la onda sísmica", recapituló Ortiz.

Y puntualizó en que "nuestro grupo estudió el foco sísmico en su profundidad, a través de la sismología. Con el Grupo de Sismotectónica comenzamos a colocar estaciones sismológicas que teníamos disponibles en el área epicentral y cercanías del epicentro. Queríamos captar sus réplicas para estudiarlas; es decir todos los movimientos posteriores al evento principal".

Con ese estudio, “uno puede entender cómo es la ruptura en subsuelo de esa fractura que generó ese evento sísmico. Recordemos que el sismo se produce por la ruptura de rocas en el subsuelo y mediante ello, la energía se libera mediante una onda sísmica. Además, lo que sucede es que esa zona se encuentra “desacoplada”, luego de la ruptura y lo que pasa es que se empiezan a acomodar los bloques, con el pasar del tiempo y así es que pudimos captar réplicas hasta un año después del terremoto”, destacó.

Incluso al día de hoy, marcó a este diario, hay todavía eventos que provienen de esa misma región. "Entramos a barajar si se tratan aún de réplicas del evento sísmico de 2021 y de misma estructura que se está acomodando, o no. Los estudios son mucho más finos en ese momento para determinarlas mejor. Pero sí sabemos que esa región quedó desacoplada y bastante débil, por lo que hay actividad. Al chequear en los registros del INPRES es posible reconocerlos y son quizás de magnitudes muy pequeñas, de 2, 5 a 3 y a veces imperceptibles para nosotros".

Tras la instalación, por parte del Grupo de Sismotectónica, de estaciones que registran los sismos en esa zona; hoy por hoy se viene un gran paso. Una de ellas, que está en Pedernal de manera prácticamente permanente, será “liberada” en poco tiempo más.

El Dr. Gustavo Ortiz detalló que “la vamos a hacer libre a la comunidad internacional científica. No es nuestra primera experiencia, ya que tenemos otra estación que está abierta al mundo y está en la Reserva Don Carmelo (zona de precordillera en Ullum) y es la de mayor altura, a más de 4500 MSNM, del país".   

Con respecto a la apertura al acceso de los datos de la estación sismológica ubicada en Pedernal, “estamos trabajando en ello y está activa desde hace 4 años, posterior al evento del terremoto. Acceder a los datos es muy interesante para los investigadores extranjeros porque son muy pocas las estaciones abiertas. A nivel país, por ejemplo, las estaciones del INPRES están cerradas a la comunidad. Se debe seguir un protocolo para acceder a esos datos y la institución aporta la información”, detalló.

Señaló que, sobre todo, los científicos del vecino país de Chile son quienes aprovechan mucho esa valiosa información. “Al acceder a los datos de este lado del mapa, los sismos chilenos que puedan ser captados por estaciones argentinas les resulta muy útil. Con esto, se logra un trabajo de colaboración y, por qué no, de visibilización del Grupo de Sismotectónica que está trabajando en Argentina. Interesa mucho conocer quiénes están detrás de las estaciones sismológicas”.

El terremoto de 2021, presente en la formación universitaria

En las aulas del Departamento de Geofísica y Astronomía, de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNSJ, el terremoto es materia de estudio e incluso, tema de trabajos finales para egresar.

“Se hicieron trabajos de prácticas de la especialidad y trabajos de tesis. No sólo se abordó en las aulas lo que tiene que ver con el marco geológico y geofísico que tiene importancia sino también muchos datos disponibles que sirvieron para la formación de nuevos profesionales”, precisó.

En esto, ya hubo egresados de las carreras que estructuraron sus tesis sobre el terremoto. “Aportaron conocimientos sobre lo que fue el evento en sí. Una geofísica que hizo su tesis de Licenciatura, Daniela Ruiz que estudió las réplicas del terremoto para determinar cómo era la fractura que lo determinó, qué profundidad tenía y cómo pudo haber actuado. También se vio en el tiempo cómo evolucionaron las réplicas y si ocurren en el mismo lugar o en diferentes puntos. Con ello, se hace una dinámica del comportamiento de la fractura en el tiempo”, detalló.

La investigación, siempre activa

El Grupo de Sismotectónica sigue abocado a proyectos que se relacionan con el terremoto de 2021 y los continuarán en 2025.

Trabajamos en identificar fallas ciegas; es decir que no están en superficie y no se las puede ver. Con la sismología las podemos observar y cuando vemos que hay un agrupamiento de sismos en un lugar, lo más seguro es que estén asociados a una misma falla. Es una actividad que puede ser atípica en ciertos lugares y tras identificarla, se ve si tiene relación con alguna falla en superficie. En el terremoto de 2021 no se vio esa relación”, expresó.

Comentarios