Este año, hay moderado optimismo al mirar hacia la Cordillera sanjuanina. Es que esta temporada, la nieve se consolidaría gracias a las condiciones de frío y los temporales tendrían un mejor impacto, lo que alimenta las perspectivas de un mejor derrame hídrico para la provincia, que viene de una extensa y cruda sequía. No obstante, se trataría de un período "ventana" en ese agudo proceso que planteará desafíos para un óptimo manejo de los recursos hídricos.
El Mg. Silvio Pastore, investigador y director del Gabinete de Estudios de Geocriología, Glaciología, Nivología y Cambio Climático de la UNSJ, explicó el contexto que enmarca esta temporada. "Lo que observamos y lo que ha sucedido es que desde julio de 2023 se instaló lo que se conoce como el "Año Niño", o sea que la temperatura del Océano Pacífico ,a la altura del Ecuador estuvo por encima del promedio histórico. Eso se conoce como el fenómeno del Niño: como hay más temperatura, provoca más evaporación del agua del océano. Y en otro periodo, similar a este, hemos tenido lo que se conoce como la "Diagonal área Sudamericana", que abarca La Rioja, San Juan y Mendoza, con mayor precipitación nívea. Entonces estábamos con ese buen pronóstico que para el 2024, a partir de la Primavera, pudiéramos tener mayores nevadas y nos permitiera salir de esa crisis de sequía hídrica que hemos tenido tan promulgada".
En ese marco, Pastore señaló a Diario La Provincia SJ que los temporales están teniendo su impacto en alta montaña. "Venimos bien. Es importante que la sociedad sepa que en la cordillera, este otoño, tenemos una condición necesaria que es el frío pero no es suficiente en sí misma. Eso está sucediendo por fin, después de muchos años. Lo que necesitamos es que nieve, que precipite en estado sólido. Eso está sucediendo a principios de abril y volvería a registrarse una gran nevada, entre la noche de este lunes y entre martes y miércoles. Serían muy buenas noticias", anticipó.
Resaltó que "la primera nevada sólo se conservó en las zonas frías, o sea, en quebradas y zonas sombrías. Entonces esta segunda nevada va a acumular, va a caer arriba, protegerá a la primera y va a volver a aumentar volumen. Son buenos indicios los que tenemos, pero hay que esperar a fines del otoño, principios de invierno, para poder dar un diagnóstico certero. La verdad es que los modelos se vienen cumpliendo y vamos bien".
En ello, marcó que al componente frío en Cordillera, "el otro componente que necesitamos es que las grandes masas de humedad en Pacífico ingresen hacia el continente. Y como está frío, va a condensarse y precipitar en forma de nieve".
El Mg. Silvio Pastore resaltó que este panorama no es definitivo y ante eso, es fundamental la planificación del uso del recurso hídrico, generado por el deshielo. "No vamos a estar salvados porque estos fenómenos van a durar un año o dos años al máximo y vamos a volver a tener otro periodo de sequía que van a ser entre constantes. Por tanto, nos va a dar un lapso de tiempo para que tomemos decisiones correctas para mejorar nuestra gobernanza en el recurso hídrico", sentenció.
