En el marco del Día Mundial del Agua, que se celebra cada 22 de marzo, desde la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de San Juan celebran y visibilizan la fecha a través de proyectos de cuidado de ese recurso en la provincia, en pos de generaciones futuras.
En este marco y atentos al contexto de sequía que San Juan transita desde hace ya varios años, una de las investigaciones se encamina a caracterizar la hidroquímica y caudales de los ríos San Juan y Jáchal.
"Con el proyecto, la idea es, con esta base de datos que tiene la provincia y las empresas mineras, utilizarla hidroquímicos para hacer un pantallazo general digamos de todo el río San Juan y el Jáchal. Lo que se espera poder hacer es una base interactiva, donde uno puede entrar con algún programa digital e ir a los distintos lugares del río, y poder ver cómo es la hidroquímica y qué caudales tiene, en función de los datos que se han recopilado", contó la directora del proyecto, Julia Basañez, a Diario La Provincia SJ.
Según explicó la referente, se buscará que la información quede constituida por planos, dibujos digitales e imágenes satelitales, además del contenido propio que acompañe a cada una de ellas.
"En principio iría para la Universidad, para toda la gente que esté relacionada a la universidad, pero la idea después es abrirlo al público en general, que eso lo decidirá después en un futuro la provincia. (...) Este proyecto en particular del análisis hidroquímico de caudales del río San Juan de Jáchal es de jóvenes investigadores que yo soy la titular, que está financiado a través de la universidad. Lo que yo voy a usar es la información de algunas empresas y de la provincia para generar la base de datos común", dijo.
El equipo también lo integran asesores, entre ellos la ingeniera María Eugenia Paz y estudiantes que son Fabricio, Lucas Sandández y Roque Di Carlo.
"El manejo de la informática que tienen por ahí los jóvenes es mucho más fluido, entonces ellos se van a encargar o van a colaborar en la parte informática, vincular los puntos a los planos y los planos a las bases de datos. Este proyecto tiene dos años de plazo. Ya se cumplió el primer año y debería finalizar en abril del año que viene", resaltó la profesional.
En contexto de sequía, Basañez puntualizó que uno de los beneficios del proyecto puede ser el adecuado uso de la tecnología en generaciones futuras, para evitar o controlar situaciones como las actuales.
"Aparte se espera poder seguir cargando los datos en los sucesivos años, a posterior, a futuro. Entonces, sirve para adelantarse a algún evento o para prepararse para lo que sea que venga, si la sequía continúa, ir adaptando las tecnologías necesarias para afrontarlo", cerró.
