En su perfil de Instagram, Martín Rodríguez Aguirre se define como "Actor. Estados Unidos, Argentina y México", y actualmente, es reconocido por su destacada participación en la miniserie de Netflix, Griselda. A sus 45 años, este talentoso artista sanjuanino ha logrado captar la atención del público con su interpretación del enigmático sicario, Jorge Rivi Ayala.
En una entrevista exclusiva con LA NACIÓN, Rodríguez comparte detalles sobre su preparación para este significativo papel, revela su experiencia trabajando junto a Sofía Vergara y rememora el momento crucial en su vida cuando, a los 25 años y a punto de graduarse como licenciado en Administración de Empresas, decidió seguir su verdadera pasión: el teatro.
El papel de Rodríguez en Griselda no solo destaca por la cantidad de tiempo en pantalla, sino también por convertirse en un personaje fundamental para la trama y la "Madrina". El actor explica que su enfoque no fue imitar la forma de hablar ni la apariencia física del verdadero Rivi Ayala, sino captar su esencia: "Estuvimos trabajándolo bastante, estuve leyendo sobre Yago, el personaje de Otelo que tiene una conexión con el mundo más cósmico que lo cruza con la realidad, y la luz con la oscuridad y trae eso de un lado al otro, él tenía que estar en esa frecuencia".
En cuanto a su incorporación al elenco de la serie, Rodríguez comparte: "Fue un casting largo e intenso que cerró en el 2021. Yo en ese momento vivía en España. En 2022 se rodó y el año pasado se frenó por la huelga hasta que al fin ahora se dio el estreno. Hice audiciones para varios de los otros personajes y no quedé, pero me llamó el director que quería que estuviera en otro papel, el de Rivi Ayala, que en ese momento estaban buscando y no era fácil porque era muy complejo. Al final era un personaje con más participación e interesante".
Martín Rodríguez recuerda sus inicios en San Juan, donde empezó en el grupo de teatro "El círculo de tiza", dirigido por Juan Carlos Carta. "Cuando terminé la secundaria empecé en un grupo de teatro que se llama El círculo de tiza, que aún existe, y Juan Carlos, mi profesor, me enseñó. Mis amigos hoy son de ese grupo. Allá no había muchos lugares de formación y por eso fue importante y me marcó encontrarme con ese grupo de gente con el que hicimos gira por todo el país", explicó.
¿Había artistas en tu familia? ¿Te apoyaron?
—No había actores, mis padres nada que ver. Cuando me fui de San Juan, donde no había una salida laboral que tuviera que ver con la actuación, me miraron raro. “Sí, hacé teatro pero estudiá otra cosa” me dijeron e incluso estudié, porque de alguna forma se me instaló ese miedo. “¿De qué voy a vivir?”, pensaba. Me faltaron unas materias para recibirme de licenciado en Administración de Empresas. Justo en ese momento me salió una beca del Instituto Nacional del Teatro para ir a Buenos Aires y me jugué por eso. Tenía 25 años.
—¿Ya conocías Buenos Aires? ¿Cómo te trató la ciudad?
—Yo había ido cuando estábamos haciendo gira con el grupo de San Juan, nos habíamos presentado en el Rojas. Me encantó ir, formarme, estudiar, encontrar directores. Los primeros tiempos fueron duros, pero recuerdo vivirlos con mucha ilusión, ya que en términos artísticos significaba mucho. Era un sueño, imaginate ser chico, soñar con ser actor y llegar y encontrarse con maestros que uno quería ver. Me gusta formarme, los actores tenemos que estar siempre en actividad y yo estaba feliz.
—San Juan, Buenos Aires o España, ¿qué lugar te costó más dejar?
—La decisión más dura fue la de irme de Argentina, yo ya venía de irme de San Juan pero igual cuesta. Afuera tenés que encontrar un sentido de pertenencia y aceptar también que estás lejos. Vuelvo unas dos veces al año, capaz para marzo esté por allí. En San Juan tengo a mis padres, amigos y muchos sobrinos. Cuando me fui de mi casa era una época dura, hablábamos por teléfono de línea los domingos, teníamos nuestros días. Hoy es todo diferente.
—¿Cómo vive tu familia este momento tuyo?
—¡Les encanta! Con el estreno de Griselda estaban muy ansiosos. El 25 de enero cuando estrenó por Netflix se juntaron a comer asado y a verla.
—¿Extrañás?
—Sí, muchas cosas me remiten a la Argentina, pero aprendí a tener esta relación a la distancia porque es necesaria, para no sufrirlo. Me encanta ser argentino, volver de visita y poder trabajar afuera para desarrollarme profesionalmente.