Febrero es un mes de cursillos en las universidades, tanto pública como privada, y eso implica para familias de departamentos alejados y de otras provincias, alquilar departamentos para sus hijos. Ante un contexto complicado en lo económico, se aguarda conocer cómo se comportará ese mercado tanto en las inmediaciones de las universidades como en distintas zonas del Gran San Juan.
"Debido a los costos imposibles de los alquileres, muchas personas que se independizaron regresaron a la casa de sus padres o se mudaron a monoambientes. Para tener un mapa de situación más completo, estamos atentos a lo que suceda con los alquileres universitarios. Queremos ver cuántos pueden alquilar y dónde para estudiar. Es doloroso que no puedan hacerlo porque no tienen dónde vivir; son personas que se quieren formar como futuros profesionales. Ven frustrada su carrera por no poder afrontar estos alquileres excesivos, en razón a los ingresos de cualquier trabajador", marcó Víctor Bazán, referente de la Asociación de Inquilinos Independientes de San Juan. Además, señaló que para poder ingresar a un departamento se debe pagar el mes en curso, uno más como garantía y si está por inmobiliaria, se abona la comisión.
En ello, resaltó que los alquileres son más caros mientras más cerca se esté de las facultades. "Un trabajador hoy no gana más de 250.000 pesos y un alquiler de una casa sale 350.000 pesos. Además, aparece otro tema: si realmente los valores de lo que se está pidiendo condicen con las condiciones del inmueble. Porque hay viviendas que están alquilando con un baño en el fondo o compartido, por ejemplo, a precios excesivos. Además, las condiciones son desastrosas y hasta marginales. Están cobrando desde 70.000 a 100.000 pesos por una habitación de adobe", detalló.
En paralelo a esta situación, individuos o familias completas están dejando de alquilar porque, aunque haya más oferta, los precios no bajan. "Cuando la familia está en el límite entre comer o pagar el alquiler, decide volver a la casa de los padres. También, y por cuestión de espacios, hay familias que se dividen y viven en dos casas", afirmó. En ese sentido, también creció el endeudamiento de las familias inquilinas.
"Por empezar, se están haciendo contratos por un año con aumentos bimestrales o trimestrales como máximo. Y cuando antes el propietario pagaba el Impuesto Inmobiliario, ahora lo debe hacer el inquilino. Por eso, hay un endeudamiento muy grande de los inquilinos. La gente usa la tarjeta de crédito para comprar comida porque con lo que te ingresó pagaste el alquiler, la luz, el agua, impuesto municipal y rentas. Después no quedan ingresos para poder seguir viviendo. A esto hay que sumar los aumentos que se vienen de los servicios y del transporte. Todo eso tiene un impacto terrible en el salario de los inquilinos", amplió.