Una ciudad devastada, autos apilados, humedad, barro por todos lados y lo que es peor... más de 200 muertos y decenas de desaparecidos. Ése es el escenario que quedó en Valencia tras el paso del peor temporal que recuerde España en su historia: DANA. Hace casi una semana, el martes 29 de octubre, los pueblos y ciudades de la Comunidad Valencia, de Castilla La Mancha y de Andalucía sufrieron el peor escenario. Allí un sanjuanino pudo ser testigo del terrible accionar de la naturaleza. Marco Gómez es pocitano, de la localidad de Carpintería y se salvó de milagro de las temibles consecuencias que dejaron las inundaciones y desbordamientos de ríos y barrancos.
Marco vive en la localidad de Torrent Avinguda, en Valencia desde hace nueve meses, localidad a la que llegó en busca de estabilidad económica y laboral. Allí encontró nuevas oportunidades y cuando se sentía feliz por su presente, la naturaleza lo hizo ser testigo de los hechos más duros. "Vivir en Valencia, previo al temporal, me cambio la vida. Es un nuevo comienzo que me da tranquilidad y seguridad. España es un país multicultural donde viven muchos extranjeros", comenzó expresando a Diario La Provincia SJ.
El día del temporal, Marco había estado trabajando como barbero, movilizándose de un lado a otro en su patineta eléctrica. A pesar de que el clima comenzó a empeorar, con lluvias intensas y vientos inusuales, decidió continuar con su jornada laboral. "Recuerdo que ese día llovió mucho y a la vez corría un viento muy fuerte remolineaba. O sea no era un viento normal que yo haya presenciado antes en mi vida. Fue muy raro. Seguí trabajando normalmente ya que los españoles están acostumbrados, aunque llueva, siguen moviéndose como si nada", recordó.
Sin embargo, la situación cambió cuando un cliente le informó sobre la creciente de aguas en un pueblo vecino. Poco después, las alertas de emergencia comenzaron a sonar, anunciando la llegada de un huracán. "Terminé de trabajar y me comuniqué con mi hermana que me comentó que a 8 kilómetros de dónde está la barbería había un huracán. Entonces cerré el local y decidí irme en patineta a la estación de metro para poder regresar urgente a mí pueblo, a mí casa. Cuando llegué a la estación me comentó el equipo de metro que no iban a funcionar porque hay zonas inundadas", agregó.
A pesar de las adversidades y los peligros, Marco optó por arriesgarse y regresar a su pueblo en patineta, enfrentándose a fuertes vientos y crecientes. Afortunadamente, logró llegar a casa, aunque su experiencia fue angustiante y peligrosa.
Un sistema de alertas que no funcionó y la desesperación
En este escenario hubo un factor que muchos españoles destacan como el gran error que se cometió y que pudo haber evitado este desastre: el sistema de alerta. Según explicó Marco, las alertas a los móviles o celulares llegaron sobre las 20 hs a 20:30 hs cuando el clima, el fenómeno ya "estaba encima de todos".
"La gente está muy indignada. Si las alarmas a los celulares hubiesen sido más anticipados no habrían tantos fallecidos", expresó. Durante la inundación, muchas personas quedaron atrapadas en autopistas, convirtiéndose en verdaderos canales de agua que arrastraron vehículos y a sus ocupantes.
"Esa misma noche de la inundación, cuando ya estaba en casa, supe que estaba en alerta todo Valencia y que nadie debía circular pero las personas que estaban en las autopistas varadas recibieron el agua de la creciente de todos lados, más la lluvia que los atrapó en las autopistas", comentó Marco destacando que esa situación convirtió a las arterias en canales, "y gran parte fue arrastrada por la misma".
"Lamentablemente el agua se llevó vehículos de todo tipo como camiones y autos. Personas y familias enteras estaban dentro de sus vehículos y no tuvieron escapatoria. Perdiendo sus vidas. Las sensaciones esa noche fue que estuve muy cerca de todo lo malo pero llegué muy limitado a mí pueblo con tiempo. Me dio la sensación que los sanjuaninos sentimos esa vez en el terremoto. Algo raro y malo", destacó subrayando que "cada historia y testimonio" que escucha es "desgarrador".
Tras la tragedia, este fin de semana el Rey de España y el presidente estuvieron en la zona del desastre pero la gente los recibió mal. "Recién el Rey y Pedro Sánchez decidieron llegar a la zona afectada. Y obvio que fueron insultados, golpeados y por poco casi los matan tanto que el presidente de España tuvo que escaparse. Todo porque actuaron muy mal dejando pasar días y días. Mandaron al ejército recién al tercer o cuarto día de lo sucedido", explicó subrayando que pese a eso hay un espíritu solidario de la gente.
Con la ciudad aún lidiando con las secuelas del temporal, Marco destacó que la reconstrucción llevará tiempo porque muchos han perdido todo. A pesar de la adversidad, el espíritu de comunidad y la voluntad de ayudar entre los valencianos se han convertido en un rayo de esperanza en medio de la tragedia.