Perder el pelo es uno de los procesos que más shockea a una mujer en tratamiento por cáncer. Cuando la pelea contra la enfermedad incluye quimioterapia con medicación que ocasiona la caída de cabello, las pacientes afrontan un duelo que tiene como elemento de apoyo a las pelucas. Y es en ese momento que Maxi Zacarías, literalmente, les da la mano para ofrecerles confeccionar una peluca con su pelo o con donaciones de pelo natural y un corte similar al que tenían. Es así como ingresan a una "Cadena de favores" en la que reciben la peluca y cuando ya no la necesitan porque el pelo regresó, la entregan para que se confeccione una nueva para otra mujer que la necesita.
La organización "Cadena de Favores", con Maxi como referente y responsable y la colaboración de voluntarias, trabaja desde hace más de 17 años y entregó pelucas no sólo en San Juan sino en varias provincias. Además, ayudó a formar bancos de pelucas para ONG´s que asisten a pacientes oncológicos.
"La peluca es un recurso muy importante y lo hacemos de corazón y muy a pulmón. Es muy importante la contención cuando la mujer empieza a perder el pelo. No solo hacemos la peluca sino que acompañamos durante el proceso. Al igual que cuando le crece el pelo, también seguimos junto a ellas y es muy importante para cada mujer que sepa que cuenta con ello. Desde el día del diagnóstico no saben dónde acudir y aquí estamos para ellas. Hacemos la peluca a la medida y es personalizada. Es decir, lo más parecido a lo que tenían antes de perder el pelo. Siempre entregamos una peluca nueva y la paciente sabe que se hizo para ella", precisó Maxi a Diario La Provincia SJ.
En su labor, el aporte solidario es clave. "Esto es posible gracias a las personas que donan pelo. No podríamos seguir sin esa ayuda. La esencia de nuestro trabajo es solidario y no compramos pelo. Es que consideramos que donde hay una enfermedad, hay una necesidad para asistir y si bien respetamos el comercio del pelo, no es afín a nuestra labor", dijo.
Una de las principales consultas que Maxi recibe es cuándo acudir por la peluca o si el pelo de la paciente en quimio servirá o no. "El pelo siempre sirve. El cabello se va desprendiendo pero tiene varios ciclos y les recomiendo que entre la primera y la segunda quimio vengan a cortarse el pelo. Es muy importante que se sepa: se saca todo el pelo pero la distribución no es la misma acerca del armado por cortinas. Es por eso que, en la medida de lo posible, se pide una o dos donantes más, de acuerdo a la calidad y la cantidad de pelo que se requiera. Hay que tener en cuenta que, al distribuir la cortina, tenemos que tapar costuras y mallas de la peluca", detalló.

Muchas veces el factor desesperación y también la ansiedad toman a las mujeres y allí está él, con su voz pausada y cálida y su mirada tranquilizadora para salvar dudas y caminar juntos. "La atención y turnos son personalizados porque tratamos de darle el espacio a cada mujer. Atiendo de a una y vienen con sus seres queridos a tomarse medidas, a cortarse el pelo y a retirar la peluca. Cuidamos su privacidad e integridad y la contención familiar es fundamental. Todo proceso es válido: siempre les digo que perder el pelo es un duelo muy personal. A la peluca, habrá días que se la amará y otros que no. Habrá enojo y hay que permitírselo. Son duelos y hay que llevarlo a sus tiempos", acotó, desde su salón y taller en Rivadavia, donde la paz abunda para recibir a quienes pasan por un proceso abrumador.
Recuerda que guarda muchas historias en su corazón: de quienes sobrevivieron y ayudan a otras mujeres, de las que recayeron en la enfermedad y de las mujeres que murieron, dejando recuerdos de vida imborrables.
"Armo las pelucas y las entrego con mucho amor. Con la esperanza que sólo las usen un tiempo y puedan entregarlas para que las recicle. Armo nuevas desde cero: arranco por el gorrito y coso cortinas de 10 a 12 metros, que me llevan varias horas. Hay mucha demanda y en el transcurso de una semana, trato de tenerla lista. Trabajo con premura, pensando en esa mujer que lo necesita. Hasta el domingo he entregado pelucas porque uno tiene que estar para contener", resaltó Maxi.
En su taller concentra horas y horas entre el pelo que le donan, su máquina que le aportó una paciente oncológica, otras compradas a puro esfuerzo y una aportada por el Gobierno de San Juan. "Nos faltan máquinas industriales pero vamos resolviendo con lo que tenemos. Si bien hoy trabajo solo, he tenido muchos aprendices y colaboran conmigo voluntarias, cada vez que pueden o la salud se los permite", dijo.
Pasión y compromiso
Maxi tenía 18 años cuando el trabajo lo llevó a Buenos Aires. Allí conoció a una mujer que fue su "ángel" que enfermó de cáncer. Consciente que la pérdida de cabello hace "visible" al cáncer en una persona, compró una peluca de cotillón, la desarmó y se las ingenió para realizar una peluca para su querida "mamá postiza".
"Fue la peluca más horrible que hice", confesó sonriendo y agregó "pero ella la amaba. Y así empecé". Luego, en San Juan, unió fuerzas con otros peluqueros pero actualmente encara el armado como trabajo personalizado. "Siempre recalco que esto te tiene que gustar y mucho. Yo enseño pero hay dos cosas que uno tiene que sentir: compromiso y pasión", afirmó.
Este mes de octubre, Maxi participó de jornadas de concientización por cáncer de mama, contó y mostró su trabajo y valoró a las integrantes de la asociación de pacientes oncológicas "Juntas se puede". "Compartir con ellas me llena el alma. Siento una admiración enorme por sus historias de superación. Hay que tener fortaleza y apoyarse entre todo para llevar los temores. Si bien el pelo crece, siempre digo que debemos ser empáticos. Hay que pasar por la pérdida de pelo en tres días o una semana. Y en eso, hay que estar también desde la empatía", marcó.
Para Maxi, "la paciente oncológica no es un número. Está contenida por excelentes profesionales en San Juan, con una red fuerte como Juntas se puede y de mi parte, trato de estar para ellas. Con la peluca, con mensajes y validando sus emociones, en ese momento de su enfermedad".
Para donaciones, se pueden dirigir de lunes a viernes, en horario de comercio, a la peluquería ubicada en Ignacio de la Roza 1677 Oeste, en Rivadavia, frente a la UCCuyo o en Instagram: Cadena de Favores San Juan.