Atravesar el cáncer de mama es una tormenta en la que, junto a las pacientes, hay "ángeles" vestidos con ambos y chaquetas. Se trata de médicos, enfermeros y especialistas que las acompañan en el momento más difícil de sus vidas. Hoy por hoy, para integrantes de la asociación de pacientes oncológicas "Juntas se puede", esas prendas son sinónimo de ganas de vivir y salir adelante. Decidieron unirse para confeccionarlas y reencontrarse con quienes las ayudaron desde otro lugar. A sólo dos meses de comenzar, su proyecto fue elegido en segundo lugar como "Embajadoras del Sol" en Rawson, el certamen de la Fiesta Nacional del Sol.
"Al grupo lo conformamos pacientes oncológicas, algunas ya recuperadas y otras en tratamiento con medicación oral. Trabajamos fuertemente en promover la prevención del cáncer de mama y de cuello de útero. Actualmente, estamos tramitando la personería jurídica y tenemos un grupo de socios que aporta su cuota. Con ese ingreso, ayudamos a las pacientes que no tienen dinero suficiente para afrontar tratamientos", explicó Liliana Martín, referente de la asociación, a Diario La Provincia SJ.
El emprendimiento surgió de la inquietud de una de ellas. "Hace poco, hicimos un sorteo y juntamos recursos. A una de las chicas, Mónica González, se le ocurrió que empezáramos un emprendimiento de ambos y chaquetas. Y es que nosotras, por un control o estudio, siempre estamos en un hospital o centro de salud. Entonces podíamos aprovechar esas ocasiones para ofrecer nuestro trabajo", recordó.
Hace dos meses comenzaron con su proyecto y en ese tiempo, Liliana vio la convocatoria para "Embajadora del Sol". Como el taller de Mónica está en Rawson, se postularon por ese departamento. Grata fue la noticia para todo el grupo: resultaron elegidas en segundo lugar.
"Estamos muy felices. Nunca pensamos que iban a reconocer de esa manera nuestro trabajo. Este emprendimiento es motivador y hasta una terapia para nosotras, más allá de la posibilidad de llevar dinero al hogar. De los clientes, sólo hemos recibido buenos y lindos comentarios", dijo orgullosa.
Liliana destacó que, más allá de vender sus ambos, cuentan su historia con el cáncer. "Estamos más vivas que nunca y por eso, ahora apostamos a este emprendimiento. Nuestros clientes nos escuchan y no dudan en hacernos pedidos personalizados. Estamos orgullosas porque son prendas impecables. Nos encontramos con los centros de salud a los que vamos, desde otro lugar".
Trabajan todos los talles, tienen modelos con detalles, combinan colores y los clientes pueden medirse para tener una prenda a la medida. "También tenemos nuestro logo que es parte del ambo y la chaqueta", señaló.
En esta iniciativa, la guía de Mónica fue clave. Con experiencia laboral en una fábrica textil, cuenta con máquinas y recuperó los saberes previos de sus compañeras. De acuerdo con ello, se dividen las tareas de corte, planchado, costura, empaquetado y venta. "Tenemos un grupo muy lindo y hacemos una verdadera laborterapia", destacó.
"Ahora, con el premio de Embajadoras del Sol vamos a comprar una máquina más y más telas Arciel, que son las que usamos. Tenemos muchas ganas de progresar y crecer. Del dinero que la Asociación nos prestó para comenzar, ya pudimos devolver una parte. Es nuestro trabajo y nos da un ingreso, además de destinar también ganancias a la asociación", dijo.
Para comprar ambos y chaquetas, se pueden comunicar al 264- 5674808.
Octubre de concientización
Este mes, "Juntas se puede" hace concientización y prevención del cáncer de mama promoviendo el autoexamen, la realización de una mamografía anual y ecografía mamaria.
"Nuestro grupo va creciendo y tenemos referentes en 25 de Mayo, donde hay mamógrafo, y también en Jáchal", contó Liliana. En este último departamento, el municipio paga los pasajes y el grupo de pacientes ayuda a quienes viajan a recibir quimios y rayos. Su acompañamiento es clave, al haber atravesado por la enfermedad.
Además, las pacientes de Juntas se puede se tratan en el Hospital Rawson, donde una trabajadora social las asesora y acompaña.
"Hay que priorizarse y darse un par de días para hacer controles ginecológicos. El autoexamen es clave ya que cualquier cambio tiene que llevar a la consulta médica oportuna: hay que tocarse para que no te toque el cáncer. No hay excusas para autocuidarse: en el Hospital Rawson, a partir de los 40 años, se realizan mamografías sin turnos ni orden médica. Sólo se asiste por orden de llegada", expresó.