El 25 de diciembre quedará para siempre en la memoria de una familia oriunda de Rawson. En medio del día festivo, un incendio devastó su casa y con ésta todo lo que tenían. El fuego también amenazó la vida de uno de ellos pero hoy todo quedó en un mal recuerdo.. Alberto Araya venía de pasar un mal momento ya que se había quedado sin trabajo y la situación era bastante compleja. Ahora necesita más que nunca la ayuda de todos.
Con un tono de voz pausado, recordó ese difícil momento que le tocó atravesar. Ese día toda la familia había ido a una cabaña, a donde habían sido invitados para pasar el día de calor. En medio de la tarde, su hijo de 14 años le pidió que lo llevara hasta su casa, ya que quería descansar. El hombre accedió al pedido y alrededor de las 18hs., emprendió rumbo en su moto sin pensar lo que estaba a punto de suceder. Lo dejó en su casa, tomó todos los recaudos de seguridad y nuevamente se fue hasta la cabaña.
El adolescente decidió comer algo y se puso a jugar en su computadora. Fue precisamente en ese momento cuando comenzó a escuchar un ruido similar a un fuerte viento. Sin embargo, cuando abrió la puerta se encontró con un gran incendio en la galería. Sin saber qué hacer, llamó a su padre pero el fuego avanzaba a pasos agigantados, atrapándolo en su propia vivienda. Por suerte los vecinos advirtieron el momento de desesperación del chico y pudieron rescatarlo sano y a salvo.
“Todo lo que me quedaron fueron pérdidas materiales producto del incendio en la vivienda”, contó Alberto a Diario La Provincia SJ. Y agregó que cuando llegó hasta el domicilio pensaba que su hijo se había quedado encerrado en la vivienda. Fueron momentos de mucha angustia, pero sin dudas aseguró que estará eternamente agradecido por el rápido accionar de sus vecinos.
Lo que vivió su hijo ese día fue un verdadero milagro. “Gracias al Señor, al traerlo en la moto se le fue el sueño. Entonces, se sentó con su computadora, del colegio, y comió algo. Fue precisamente en ese momento cuando sintió un fuerte viento y cuando abrió la puerta se dio cuenta que eran las llamas de fuego”, destacó Araya. Y agregó que, en pocos segundos, toda la galería se había consumido y la única salida de emergencia estaba inhabilitada por el voraz incendio.
En un estado de shock y nerviosismo, sin saber qué hacer, el joven de 14 años, volvió a ingresar a la vivienda y cerró la puerta. Rápidamente, llamó a su padre advirtiendo la situación.
“Ahí se armó toda nuestra tragedia, sabía que mi hijo estaba encerrado. Cuando llegué a casa me encontré con la policía, bomberos y el portón cerrado con candando. Para mí, mi hijo había quedado adentro. Hasta que salió corriendo a mi encuentro y me abrazó”, destacó el hombre.
Una acción heroica
Tras el voraz incendio, los vecinos decidieron derrumbar una pared con el deseo de salvar al joven de 14 años, que se encontraba en la vivienda.
Alberto, propietario de la vivienda, destacó que “los vecinos lograron romper una ventana que estaba sellada con ladrillos. Pensaban que no había nadie, al estar las luces prendidas y el portón cerrado con candado”.
La casa se había llenado de humo y el joven ya no podía respirar. “Gracias al señor los vecinos, pudieron romper la pared y sacaron a mi hijo; sano y a salvo”, subrayó.
Qué provocó el voraz incendio
Alberto sostuvo que en el momento en el que estaba la policía y bomberos en su casa, no estaba en condiciones, ya que lo había consumido por completo la angustia.
“No hablé con los bomberos y policía”, contó. Al día siguiente, le comentaron a Alberto que el incendio fue producto de un asado que habían comido días atrás.
El hombre afirmó que estuvo compartiendo un asado con uno de sus hijos mayores. Fue precisamente el joven quien hizo el asado, y lo terminó a las 22hs., del 24 de diciembre. El propietario de la vivienda contó que antes de irse a la cabaña regó todo y dejó todo en condiciones.
“No había humo ni nada”, indicó. Y agregó que “no fue producto de eso, estoy en la plena seguridad que a la casa la prendieron fuego”.
Pedido de colaboración
Alberto en todo momento agradeció a Dios por hoy tener a su hijo con vida. A días del voraz incendio, detalló que recibió ayuda de sus amigos, vecinos y conocidos, pero necesita volver a poner de pie su casa.
“Me estuvieron ayudando económicamente para comprar el techo, pero todavía no llego a porque es muy caro”, destacó subrayando que se le prendió fuego el auto de su hermano, se quemaron las ruedas, bicicletas. Incluso se consumió totalmente la bicicleta que tenía para el trabajo. Se reventaron todos los vidrios de las ventanas, se afectó la instalación eléctrica, cañería de agua.
Poco a poco y gracias a la solidaridad, Alberto va comprando las cosas para poder arreglar su vivienda. El hombre remarcó que, de momento, no quiere sacar el techo porque les sirve de sombra, pero en cualquier está a punto de derrumbarse.
“Tengo la esperanza de conseguir un buen trabajo y poder adquirir todo lo que perdimos en el incendio”, sostuvo Alberto. Actualmente, está desempleado, pero detalló que saber hacer de todo. “Los golpes de la vida me enseñaron a trabajar de todo”, indicó. El hombre comentó que sabe sobre temas de construcción, metalúrgica y pintura, entre otras cosas. Alberto comentó que trabajaba de delivery.
La familia sigue viviendo en la casa, y a pesar del duro momento están seguro que volverán a ponerse de pie. El deseo de Alberto es poder contar un trabajo estable y seguro para arreglar la vivienda que fue construida por él y su padre.
Para colaborar
Alberto afirmó que toda ayuda será bienvenida y destacó que está eternamente agradecido con todos aquellos que suman su granito de arena.
Contacto: 264-5184585 (Alberto)