Hace 10 años atrás, cuando recibió un diagnóstico de cáncer de vejiga, su médico le recomendó que dejara de consumir productos con químicos que afectaran su salud. En ese proceso, Mariela León, cordobesa y sanjuanina por adopción, comenzó a investigar y conocer que esos insumos no sólo se encontraban en algunos alimentos sino también en productos de belleza que a diario se usan.
Sin embargo, la mujer no quiso guardarse para sí misma lo que conoció y motivada por mejorar la calidad de vida de otras personas, creó Biodena, una marca local de biocosmética que trabaja con insumos elaborados por comunidades originarias, a la vez que ayuda al fortalecimiento y desarrollo de las mismas.
"Siempre me atrajo mucho las propiedades que tiene la naturaleza para poder ayudarnos a nosotros, así empezamos a conocer personas de comunidades originarias de San Juan que nos llevó a una gran apertura de mente. Conocimos las propiedades botánicas de muchas plantas de acá y del país y así arrancamos. Hace 6 años que estamos en el mercado, pudimos ser la primera empresa certificada por ANMAT y son dermatológicamente testeados", comenzó contando Mariela a Diario La Provincia SJ.
Desde serums y cremas faciales y corporales, hasta jabones y bálsamos, Biodena suma cada vez más productos a su línea, logrando llegar a diversas partes del país. Actualmente, Mariela trabaja en el fortalecimiento de las comunidades originarias de Valle Fértil y Caucete consiguiendo, a través del Ministerio de Desarrollo Humano, dotarlas de destiladores para trabajar la jarilla y conseguir sumar los hidrolatos y aceites a los insumos de Biodena.
"A ellos les permite tener una oportunidad laboral y a nosotros nos ayuda a tener insumos de muy buena calidad con certificación de origen, sabemos de dónde vienen y cómo vienen", resaltó la empresaria. "Comenzamos trabajando con una ingeniera química y después nos fuimos perfeccionando y vamos capacitándonos, estamos convencidos de que lo ancestral y lo tecnológico actual se pueden combinar para tener productos de alto valor agregado", añadió.
"Poder incorporar este trabajo social ha sido un cambio rotundo para nosotros y una satisfacción muy grande. Somos un emprendimiento en el que trabajamos todas mujeres de más de 30 años, y estamos trabajando en conjunto con el Instituto de Biotecnología el tema de las resinas (...) Logramos conseguir que profesionales del instituto de la Universidad Nacional de San Juan nos pudieran acompañar y ayudar en esto, y ellos nos están haciendo las gestiones a través de la Universidad de Córdoba y Del Sur para poder tener trazabilidad y hoja de seguridad en cada insumo", agregó.
Además, Biodena tercerizó la producción de jabones a la comunidad de El Encón y así trabajan en conjunto para darles nuevas oportunidades laborales. "Para mi es un logro inmenso, Biodena es un orgullo inmenso, no puedo creer a dónde llegamos frente a una necesidad. Por detrás viene todo lo demás, el aspecto social, el ambiental, lo económico... Pensar en cómo comenzó y ver que se transformó en un proyecto de triple impacto enorme que está teniendo sus frutos, es impresionante", cerró.