El sistema de salud sintió el cimbronazo de la situación económica actual y una de sus sectores, el de los kinesiólogos está estresado por varios factores. Las cadenas de pago a 60 o 90 días, los insumos y equipos en precio dólar y la migración de pacientes al sistema público preocupan al Colegio Fisiokinésico de San Juan que recibe las inquietudes de los matriculados. La institución asegura que acompaña a los profesionales y trata de garantizar las prestaciones, en pos del compromiso con el paciente.
"Hace un mes atrás, iniciamos una movida que creemos fue atinada y a tiempo. Mandamos una nota de negociación solicitando un 25% de incremento en un solo tramo a septiembre y un 90% de las obras sociales respondieron positivamente. Sin embargo, no esperábamos tener una inflación de dos dígitos que volvió a dejarnos “debajo de la mesa”. Desde el Colegio, en este contexto, decidimos blanquear lo que pasa a los trabajadores de la salud. El sistema está colapsado", destacó el Lic. Luis Martínez, presidente del Colegio Fisiokinésico de San Juan, a Diario La Provincia SJ.
Y agregó, "la hermandad y equilibrio del sistema de las obras sociales con los profesionales está roto. Nosotros recibimos papeles (por las órdenes de prestación), cobramos a los 60 o 90 días, en un marco inflacionario de dos dígitos. Por ejemplo, el profesional trabajará septiembre, llevará los papeles al Colegio en octubre que los procesará y facturará para que en diciembre esté cobrando, con mucha suerte. Esto repercute en los gastos e inversiones que deben hacer los profesionales en alquileres, traslados e insumos y equipamiento, que entre el 80 a 100%, están dolarizados por sus componentes importados".
Martínez detalló que “habíamos hecho un estudio de costos que nuestra prestación valía $3500, por sesión. Y las obras sociales, en promedio, están pagando $1900 a $2000. Estamos por debajo del 50% de lo que vale la prestación. Hoy por hoy, desde el Colegio salimos a apoyar al profesional que está en el consultorio y necesita llevar el peso a la casa. Y con $2000 que cobra por sesión no compra ni un kilo de carne. Y estamos hablando de salud y de una práctica de salud. Tenemos que bregar que los sistemas sigan funcionando por el bien de la gente y por la necesidad de los profesionales de vivir dignamente. Y en ello, las instituciones que los nuclean son su voz y en este marco, es difícil darles soluciones satisfactorias".
Uno de los cambios en el escenario tiene que ver con la decisión de los kinesiólogos de cobrar la consulta de manera particular y no recibir obras sociales. "Tenemos que bregar para que los profesionales tengan los convenios. Para un afiliado ir a un consultorio de kinesiología y pagar $2000 no es lo mismo que si debe abonar $4500, porque el profesional ya no recibe la obra social. Pero seguimos los profesionales teniendo una acción social y además, absorbiendo los costos del sistema. Solidariamente somos parte fundamental de la cadena de salud prepaga por cobrar a destiempo", marcó.
Sin embargo, la tendencia se mantiene y en el contexto inflacionario es difícil revertirla. "En el Colegio teníamos un promedio de facturación hace dos años que hoy ha bajado notablemente. Los colegas deciden trabajar particular. Por otra parte, la crisis económica hizo que la gente salga del sistema de salud privado y se vuelque a la salud pública, por la autogestión. Y esos sistemas se desbordan y complican. Hay una competencia desleal porque al hospital público lo sostenemos entre todos. En tanto, los profesionales tratan de sostener el sistema privado de salud, que invierte en insumos y prestaciones", sentenció.
En datos
-De acuerdo al Colegio Fisiokinésico de San Juan y al COFEKI 2022, se necesitan 4 kinesiólogos cada 1000 sanjuaninos. Actualmente, representan 0,4 por 1000 sanjuaninos.
-Los kinesiólogos están trabajando actualmente en empresas de internación domiciliaria, kinesiología traumatológica y deportiva y en los últimos años, se fortalecieron las denominadas técnicas manuales. Se trata de RPG, osteopatía, quiropraxia y drenaje linfático.
“En las técnicas específicas ha crecido mucho el área de dermatofuncional. Esto es postquirúrgico, drenaje linfático, tratamientos para las cicatrices, entre otros”, resaltó Martínez.
-Sobre las empresas de internación domiciliaria sigue una situación de larga data. “Pagan muy poco por las prestaciones kinésicas a los profesionales. Es un reclamo constante y no hay control ni regulación por parte de las obras sociales y entidades financiadoras como OSP o Ministerio de Desarrollo Humano. Hay empresas que pagan entre $800 a $1200 por hacer domicilios y el kinesiólogo visita diariamente a los pacientes y a veces, hasta 2 o 3 veces por día. Visitan entre 6 a 6 domicilios diarios y más de 250 kinesiólogos están trabajando actualmente”, explicó.
En 2022, el Colegio encaró varias acciones al respecto como bloqueos a algunas empresas y abrieron negociaciones que mejoraron el panorama. Sin embargo, a este año, no habrían cumplido con la actualización de valores, argumentando un impacto inflacionario.
“El kinesiólogo sostiene la internación domiciliaria: moviliza al paciente, lo rehabilita en respiración, trata a los electrodependientes. En tanto, el médico va una vez por semana o cada 15 días. El kinesiólogo es clave en su trabajo diario. Esperamos que esto se solucione pronto”, expresó.