Cada diciembre, las fiestas patronales en honor a la Virgen de Andacollo convocan a cientos de fieles en Barreal, en el departamento Calingasta. Al llegar a la parroquia Jesús de la Buena Esperanza, están ellos. Cual séquito que custodia a la advocación mariana, le rinden honores con un baile particular, su vestimenta rosa y blanca y el acompañamiento con tambor y flautas que son un rezo y una tradición. Se trata de una manifestación cultural única que ahora sumará una nueva herramienta para ponerse en valor. Hablamos del 1º Encuentro Interdepartamental de Danzantes de la Virgen de Andacollo, que logró el apoyo de la Ley de Mecenazgo 2023.
Gerardo Pujado es el referente de un proyecto que les generó expectativa y ahora, ilusión. Es que el evento va a reunir a los danzantes de Calingasta, Rawson y Chimbas, en principio, que tienen su propia identidad en la danza que es patrimonio cultural.
En diálogo con Diario La Provincia SJ, Pujado recordó que danza desde niño y conoce como pocos el compromiso que genera ser danzante. "Beatriz Hernández, de Dirección de Patrimonio Cultural y Natural nos sugirió la propuesta de presentarnos a la convocatoria por la Ley de Mecenazgo. Reunimos toda la información necesaria y lo que nos pedían para conformar el proyecto. Afortunadamente, fuimos seleccionados. Vamos a hacer una convocatoria con los grupos de Rawson y de Chimbas para trabajar en el encuentro y definir en qué fecha lo haremos. Enero es un mes factible, ya que diciembre está dedicado a la fiesta patronal", contó.
Gerardo recordó que hace muchos años se mantienen en contacto con agrupaciones de otros departamentos y fueron invitados a sus encuentros y fiestas. "Tienen bailes muy distintos, tanto en Rawson como en Villa Obrera. Es más, nuestro baile viene de Chile pero cuento, a modo de anécdota, que cuando viajamos a Andacollo a bailar por primera vez en 2014 llamó la atención lo que hacíamos. Es que allá ya no se baila así. Desapareció y por eso, gente mayor se acercaba y nos preguntaba de dónde éramos y cómo habíamos aprendido. En el 2017 regresamos y el 29 de septiembre, volveremos a un evento", detalló. También, llevaron su arte al Challao, en Mendoza, a la gruta de la Virgen de Lourdes, años atrás.
Con sus características, la danza de "los chinos" ya es patrimonio intangible de Calingasta y de la Provincia. Además, son los únicos que la mantienen tal cual, en danza y vestimenta, en Sudamérica.
"La gente que nos ve por primera vez se interesa por conocer todo: de qué se trata, de dónde viene. Es más, hasta nos preguntan dónde actuamos y les explicamos que sólo lo hacemos para la Virgen en fechas especiales", relató.
Gerardo baila para la Virgen desde sus 12 o 13 años. "Lo hacía por gusto. Conozco a quienes lo hacen por promesa, por unos años o de por vida. Pero a mí me interesó hacerlo y sigo hasta hoy", contó. A lo largo de los años, pasó de tocar la flauta a ser tamborista y hoy, es el ayudante del Alférez, Juan Carlos Villalobos que es el director del grupo.
El baile eclipsa a quien lo ve, con sus clásicos saltos. "No es difícil, ya que empieza la fila 1 con la flauta y cuando interrumpe el sonido, retoma la fila 2. Una lo hace con el pie derecho y la otra, con el izquierdo. Es un paso que se cruza. Luego se integra el sonido del tambor que, después, va a marcar el ritmo", detalló.
Un momento especial se vive cuando los danzantes están solos con la Virgen en la parroquia. Allí el Alférez les dice: "quienes vayan a pagar promesa, tienen el tiempo suficiente para hacerlo". Es entonces cuando los danzantes se rodean de su familia, bailan o se ponen de rodillas para pedirle o agradecerle a la Madre de Andacollo.
El atuendo, un rezo a la Virgen
Pujado detalló que la ropa de los danzantes se compone de un pantalón blanco y una camisa rosa. También tienen un "terciado" o chal, que llevan adornado con espejos, flecos y cintas; también claveles de tela o papel, apliques bordados y estampas de la Virgen y que recuerdan su manto.
Sobre la cabeza, un gorro simula la forma de la corona de la Virgen de Andacollo y también predomina en ella el color rosado. Se coloca sobre un pañuelo blanco que recubre la cabeza que representa la pureza, al igual que el color del pantalón.
Una ceremonia de fe
Cada diciembre, los "Chinos" de la Virgen se presentan ante su patrona. El 23 la saludan oficialmente con su baile y luego, por tres días bailarán y acompañarán en la procesión.
Días antes, quienes quieren ser danzantes se comunican con el alférez Villalobos para sumarse al grupo. "Se les abre la puerta a todos. Tenemos desde personas mayores a niños muy pequeños, desde los 3 años; en el último tiempo hemos sumado muchas mujeres. Antes, la danza era sólo de hombres, sólo por ideología. Eso ahora cambió", resaltó. En tanto, también son de la partida danzantes de otros departamentos sanjuaninos y de Uspallata u otras localidades de Mendoza.
Luego, el 19 se reúnen en una gran práctica general. "La convocatoria es abierta, se van sumando. Tenemos en promedio entre 50 a 55 danzantes por año", dijo.
Al referirse a lo que significa danzar para él, confiesa: "es una alegría, un sentimiento y un orgullo; me da mucha satisfacción hacerlo. Hoy por hoy es un orgullo ser la voz del grupo en el proyecto de la Ley de Mecenazgo. Es una bendición muy grande haber sido seleccionados y también, viajar pronto a Chile".