Treinta años de trayectoria lo llevaron a lo más alto de mundo gastronómico a nivel internacional, a donde llevó como bandera a San Juan y sus platos y comidas típicas, como la punta de espalda, convirtiéndolo en un embajador nato provincial.
Sin embargo, un problema de salud lo obligó a volver a San Juan después de estar dos años como chef ejecutivo en México, una importante cadena judía, y ahora sueña con regresar “al fuego”. Mauricio Barón, el rey de las parrillas, no baja los brazos y espera volver a deleitar con sus preparaciones y recetas.
“Estaba con un peso de 180 kilos, en 2021 me hicieron un reemplazo valvular aórtico y en los dos posteriores años no me cuidé como debía. A todos mis amigos les digo que se cuiden, y que la experiencia de uno sirva de ejemplo, no estar veinte horas en un restaurante sino cuidarse un poco más a uno mismo. La primera descompensación la tuve los primeros días de marzo, tenía retención de líquidos en el pulmón y en casi todo el cuerpo. Empecé con una dieta estricta, llevo bajados 55 kilos, y un tratamiento al que voy respondiendo muy bien”, contó Barón a Diario La Provincia SJ.
Ese problema lo llevó a alejarse de las cocinas y quedarse en la provincia ya que en un primer momento sólo había llegado de México por un lapso de dos meses, también para celebrar el cumpleaños 18 de una de sus hijas.
“A mi esposa le dijeron que ya no podían hacer nada por mí, que me dejaban en manos de Dios. Estuve casi un mes así, fue muy triste que digan eso a mis 47 años. Ahí me propuse cuidarme y bajar de peso. En mayo tuve un nuevo episodio y el equipo del doctor Coria me hizo un montón de estudios, me hicieron un tratamiento, estoy en periodo de rehabilitación y estoy muy bien”, reveló.
Luego de atravesar ese periodo en su vida, el cual marcó un antes y un después en su carrera profesional y también en lo personal, Mauricio se prepara de la mejor manera para volver a cocinar. Eso sí, con conciencia en su salud, su familia y su bienestar.
“Yo quiero seguir cocinando, aportando lo que yo sé, y también cuidar se mis hijas y mi esposa. Todo esto me hizo ver la vida de otra forma, de cuidarme más y estar bien. Fue empezar una nueva vida, en México dejé la puerta abierta y ahora evalúo mucho la salud y la tranquilidad de mi familia”, sostuvo
Sobre los sueños que aún tiene pendiente, Barón expresó que hay muchos que ya los cumplió, como por ejemplo conocer varios países del mundo de la mano de la gastronomía, y también hacer conocer San Juan a través de sus preparaciones. Sin embargo, aún hay más en el tintero, como la transmisión de sus saberes a nuevas generaciones, sobre todo con la punta de espalda.
“Quiero tener la oportunidad de seguir en este camino, me han dado otra oportunidad y la tengo que aprovechar, no me puedo quedar quieto. Tengo otras prioridades, ver qué hacer y seguir aprendiendo también en la gastronomía”, cerró con ilusión en lo que viene.