Luego de un 2019 sin casos, lo que fue un hito para San Juan, este 2023 ya tiene en sus registros tres casos de Síndrome Urémico Hemolítico (SUH), una enfermedad peligrosa y que afecta sobre todo a los niños y hasta la adolescencia, dato poco difundido. Sus consecuencias pueden ser muy graves y llevar a una persona a diálisis, a la espera de trasplante de riñón. El trabajo de Salud Pública está enfocado en bajar al mínimo la cantidad de casos de esta enfermedad y este año, no superar los números del 2022.
El Dr. Roque Elizondo, responsable del Departamento Medicina Sanitaria, dependiente del Ministerio de Salud Pública, explicó a Diario La Provincia SJ que "tenemos tres casos registrados de esta enfermedad transmitida por la bacteria Escherichia coli, enterohemorrágica, y afecta principalmente a niños de 2 a 3 años hasta 16 años. La bibliografía habla de 8 a 10 años pero a nosotros la experiencia nos dice que entre 14 a 16 sufren este tipo de enfermedad".
Marcó que los pacientes que este año sufrieron la enfermedad eran niños y afortunadamente, recibieron tratamiento oportuno y no llegaron a fases críticas. "La incidencia del SUH ha disminuido bastante en la provincia. Antes, entre centros de internación públicos y privados teníamos 40 casos al año y el año pasado registramos 4 casos. Ha ido disminuyendo la incidencia pero hay que reconocer que esto no va a desaparecer porque las bacterias son cada vez más resistentes y se ha incrementado la venta de comida rápida. Por eso, hay que enfocarnos en la asepsia necesaria para elaborar una comida", acotó.
Destacó que "el 90% de los casos fue ocasionada por consumir carne semicruda y de esa cifra, el 90% de los casos corresponde a las hamburguesas. Esta comida no está bien cocida en el centro y por ende, contaminada por la bacteria".
Desde Medicina Sanitaria, destacó Elizondo, impulsan una campaña "muy fuerte para la prevención de esta enfermedad que puede ser invalidante a futuro para los niños. Si pasa a la fase aguda, puede necesitar un trasplante de riñón o ser potencial paciente de diálisis".
Expresó que, años atrás, este Síndrome era frecuente en San Juan y esto comenzó a revertirse con la ampliación del alcance de los cursos de Manipulación de Alimentos y de campañas de promoción de la inocuidad alimentaria. "Hemos llegado a toda la provincia; a localidades como Usno y Villa Nueva. Esto es gracias a la plataforma que, gracias al apoyo del gobernador Sergio Uñac, obtuvimos durante la pandemia que nos llevaba a la virtualidad. La mantenemos e incluso hemos tenido hasta 1500 personas", detalló.
El profesional insistió que "esto nos da fuerza para seguir luchando en esta batalla contra la Escherichia Coli enterohemorrágica. Gracias a la educación, la gente ya habla del cuidado para elaborar y consumir alimentos. Presta atención a lo que come y verifica si está mal cocido. Hemos tenido denuncias de familias cuyos chicos se enfermaron por consumir salamines que compraron en la vía pública. Te los venden por caseros, que vienen de Córdoba pero no cuentan con etiquetado ni son conservados correctamente. Tuvimos que clausurar y decomisar un depósito con este tipo de mercadería que no tenía lugar de procedencia, fecha de elaboración ni fecha de vencimiento. Mucho menos un Instituto que lo elabore".
Casos de denuncia obligatoria
El SUH afecta al aparato renal y la sangre, ya que provoca una destrucción de glóbulos rojos y plaquetas, los que son encapsulados por la cadena de coagulación que fisiológicamente se produce en el organismo. Son esos coágulos los que obstruyen la circulación renal y desencadena un cuadro complejo.
"Se trata de una enfermedad de denuncia obligatoria y la información la obtenemos a través de los centros de salud públicos y privados. Llega a Epidemiología y a Medicina Sanitaria, en su división Alimentos, donde hacemos un seguimiento epidemiológico alimentario", explicó.
En ese proceso, visitan a los familiares del menor internado y averiguan cómo se produjo el contagio de la bacteria, ya sea en la casa o al consumir alimentos preparados en un local gastronómico. En ese último caso, desde Medicina Sanitaria van al comercio a realizar una inspección y los procedimientos que fija el Código Alimentario Argentino.
"Entonces, se verifican instalaciones en la cocina, las habilitaciones y si quienes preparan los alimentos tienen el carnet de manipulador de alimentos", marcó. Señaló que esta fase es clave para impedir nuevos contagios. "Este tipo de enfermedades con la prevención y la promoción de la inocuidad alimentaria se puede bajar la incidencia de manera importante", resaltó.
Capacitación
Hay cursos presenciales por parte de Medicina Sanitaria sobre Manipulación de Alimentos e inocuidad alimentaria y la semana pasada, tuvieron más de 100 personas en una capacitación en Rawson.
Además, siguen los cursos virtuales y gratuitos que tendrán una nueva edición estos próximos jueves y viernes.