Era un niño que se mostraba completamente sano y feliz. Sin embargo tenía una malformación congénita artereovenosa que lo llevó a sufrir un ACV mientras jugaba en la computadora de su casa. Hoy Fabricio permanece internado inconsciente con traqueotomía y la necesidad de un nuevo botón gástrico.
Es que su cerebro sufrió las consecuencias de este Accidente Cerebro Vascular (ACV) y las probabilidades de recuperación son bajas pero no imposibles. Es por eso que su familia tiene una luz de esperanza depositada en la clínica Fleni y por eso buscarán que allí vean su situación y lo traten.
"El 9 de febrero pasó todo esto. Nunca tuvo síntomas pero ese día nos dijo que tenía mucho dolor de cabeza. Fue lo último que me dijo y se descompensó. Entró a cirugía de urgencia porque tuvo un derrame muy grande y perdió mucha sangre. Ahí nos explicaron sobre la malformación. Ahí empezó todo, estuvo un mes en terapia intensiva", comenzó relatando Leonela Aballay a Diario La Provincia SJ.
A partir de esto pasó por dos operaciones, en las que le fueron sacando parte de su cráneo porque tenía todo muy inflamado. Es por eso que quedó desplaquetizado en la parte izquierda. Hoy el niño tiene parálisis cerebral severa y su estómago está paralizado, por eso al principio rechazó el botón gástrico. Ahora se alimenta con sonda.
"Desde el hospital nos dijeron que no tiene pronóstico de recuperación. Pero nosotros no nos quedamos con eso, vemos evolución todos los días y queremos trasladarlo al Fleni que es un centro de rehabilitación que tiene internación y pediatría. Desde acá no lo pueden derivar y nos dicen que no tiene posibilidades", señaló.
La familia quiere darle una mejor calidad de vida y por eso piden ayuda urgente a los sanjuaninos y a todos los que puedan ayudarlo. "No queremos que pase toda la vida en una cama", confesó Leonela.
Este lunes la familia se comunicó con el Fleni y le pidieron que enviara la historia clínica para analizar el caso. Si desde allá afirman que existen posibilidades de mejoría, quieren ir para allá con él y por eso empezaron a tramitar todo. Pero para ello necesita dinero para encarar todo lo que viene, más allá del sanatorio en Capital Federal.
Es que ambos están sin trabajo a raíz de todos los cuidados y trámites que el pequeño demanda. "Teníamos un negocio en mi casa pero lo cerré por esto que ocurrió y vendí todo porque no podía trabajar. Al papá lo despidieron después de lo que pasó con Fabri. Nosotros estamos acá todo el tiempo", señaló. La pareja tiene, a parte de Fabricio, un bebé de 9 meses que ahora vive con la tía del pequeño a raíz de todo lo que está ocurriendo.
"Necesitamos alguien que nos ayude para poder conseguir las cosas para trasladarlo luego al sanatorio en Buenos Aires. Tenemos un auto y lo vamos a rifar. Queremos otra opinión médica, no una sola", señaló.
"Fabri jugaba al fútbol en la peña de Boca, había aprendido a andar en bici cuando le regalamos una para Navidad. Llevaba una vida completamente normal y cuando le pasó esto, estaba jugando en la compu. Nunca tuvo dolor de cabeza, ni sangrado. Lo máximo que tuvo es un resfrío. Lo cuidábamos mucho", finalizó con la voz entrecortada y sin poder contener las lágrimas.
Para ayudar a la familia pueden hacer una transferencia bancaria a través de Mercado Pago con el Alias: Carlos.09.10 (a nombre de Carlos Alfredo Leiva).