El próximo domingo 21 de mayo, se realizará la Jornada Mundial de las Comunicaciones, en su edición 57° desde 1966, bajo el lema "Hablar con el corazón". En este sentido, el Obispo Auxiliar de San Juan, Gustavo Larrazábal, resaltó la importancia del diálogo entre diferentes sectores de la sociedad para encontrar comunes denominadores y consensos.
"La comunicación debe partir del corazón de la persona, tiene que ser una comunicación cordial y ser empático con la realidad que nos toca comunicar y la persona con la que queremos entablar un diálogo. Si uno no tiene el principio de empatía, es muy difícil comunicar algo que realmente sirva, que construya. El diálogo necesita un mínimo de empatía con el otro. En la sociedad que nos toca vivir actualmente, pareciera ser que todo está exacerbado, nos cuesta escuchar, lo que me va a decir el otro ya tengo la respuesta, eso no sirve", dijo Larrazábal a Diario La Provincial SJ.
En este sentido, sostuvo en referencia a la situación política que atraviesa el país, en el marco de elecciones provinciales y nacionales, la importancia de que políticos de diferentes sectores trabajen en conjunto para superar las crisis.
"Uno no puede ocultar la realidad, uno tiene que tratar de decir lo que vemos, lo que sentimos, lo que nos parece que es, hay que tener cuidado con la pretensión de que mi verdad es la verdad. Cuando uno tiene la pretensión de verdad absoluta, normalmente se vuelve un tipo violento, tratás de imponer y por ahí no va la cosa. Creo que tenemos que buscar la verdad y decir con ciertos parámetros qué sociedad queremos. La Argentina tiene un grave problema de comunicación, de construcción, pareciera ser que es es imposible ponernos de acuerdo en denominadores comunes que nos lleven a salir de esta crisis espantosa en la que estamos", resaltó.
Y agregó: "Soy un convenido que, de cara a las próximas elecciones presidenciales, gane quien gane la Argentina no va a tener salida si no nos ponemos de acuerdo en algunas cuestiones fundamentales. El diálogo está muy contaminado, pareciera ser que yo veo en el otro, en vez de ver a alguien con quien voy a tener que trabajar, un enemigo y es imposible caminar por ese lado".
En cuanto al rol de los medios de comunicación y las redes sociales, Larrazábal destacó que "tenemos que tratar de no sumarnos cuando hay una escalada de violencia", por esos canales. Y añadió: "Tenemos que tratar de escucharnos y buscar comunes denominadores, hay cosas que nos unen y sobre eso tenemos que trabajar no sobre lo que nos divide".
Por su parte, el sacerdote Andrés Riveros, destacó que se busca avanzar en una Iglesia que evangeliza llevando el mensaje de Jesús, que tiene que ver con el respeto y cuidado a la persona, del amor a la verdad y de vivir todo esto en caridad, pero también que se deja evangelizar por el mundo. "A través de los medios de comunicación tenemos ventanas abiertas a través de las cuales podemos mirar la realidad, por eso en esta semana el compartir era recíproco", aseguró.
"Los medios de comunicación tienen una sensibilidad muy grande ante el dolor, una cercanía que nosotros no tenemos por nuestras u obligaciones, no estamos allí donde está la noticia y también tienen una forma de iluminar la realidad desde parámetros que nosotros tenemos que aprender. Por eso es importante lo que nos pueden aportar para enriquecernos como Iglesia, en esto no hay maestros y discípulos, todos somos discípulos de Jesús y recíprocamente nos vamos alimentando", afirmó.
Finalmente, Larrazábal posicionó como ejemplo la nueva serie "Amén, Francisco responde", en donde el Papa se somete a una serie de preguntas y entrevistas con jóvenes de diferentes sectores y dialoga con ellos. "El papa Francisco se entrevistó con una cantidad importante de jóvenes que algunos eran creyentes, otros que no, algunos eran agnósticos, chicas feministas, una de ellas le regaló un pañuelo verde y eso es un ejemplo de lo que debe ser el diálogo. No podemos dialogar sólo con los que piensan como nosotros, eso es cerrarse y no es permitir construir algo diverso, tenemos que aprender a trabajar en una sociedad pluralista. Creo que todavía quedan, adentro de la Iglesia, algunos resabios de lo que se denominó la cristiandad, la Iglesia de la cristiandad se acabó, nos guste o no nos guste, entonces tenemos que tener esta Iglesia abierta que aprenda a dialogar. Es un concepto que a algunos todavía les cuenta asumir", finalizó.