"Los esfuerzos valen la pena". Con esas palabras y los ojos iluminados por la esperanza, Abraham Espejo y Marcela Contrera no ocultaron la alegría por un logro que se consiguió en Bella Vista, Iglesia. Él tiene 70 años y ella 48 años de edad y son vecinos de la zona. Ambos aportaron su granito de arena para que la comunidad consiguiera a través de la Mina Veladero contar con paneles solares en la Unión Vecinal para así reducir los gastos que produce el consumo energético en las bombas de agua que benefician a 300 vecinos.
Marcela era la "seño" en medio de la montaña. Tiene 48 años de edad y trabajó durante casi dos décadas en la escuela albergue de Bauchazeta, en Iglesia. Allí, donde desfilan caballos y los chivos se adueñan del camino, ella pasaba 10 días en lo alto para educar a sus alumnos y luego bajaba a su casa para estar 5 días con los suyos.
"Estudié maestra porque era la carrera que había al salir de la secundaria. Me hubiera gustado ser profesora de química pero no tenía cerca la carrera para estudiar. Y ser maestra era lo que había en ese momento. La vocación nació y siempre trabajé lejos de casa con lo que eso implicaba", comenzó relatando Marcela a Diario La Provincia SJ.
El régimen era 10 días arriba por 5 abajo, así que "nunca estaba en casa". Sin embargo nunca pensó en renunciar ni cambiar de vida. La profesión de docente la mantuvo fuerte siempre. "La escuela es todo. Por las condiciones de trabajo, nos jubilamos con 19 años de servicio y sin límite de edad. Hace 2 años me jubilé y extraño muchísimo", destacó la docente que es madre de 2 hijos y vive con sus padres.
Hoy ella está a cargo de la unión vecinal. Asumió hace apenas unas semanas y toda su energía y esperanza de crecimiento del pueblo lo deposita ahí. "Es un lugar muy lindo con paneles solares y todo es fotovoltaico. Bella Vista es un lugar paradisiaco pero también lo es Bauchazeta. Está enclavado bien en la cordillera de los Andes y es una vega gigante que contrasta con lo agreste de la zona. Es muy lindo", destacó.
La unión vecinal comenzó a funcionar en 1969 con 50 o 60 familias. Actualmente hay 320 familias que dependen del agua de este lugar pero no solo abastece Bella Vista sino también el Arenal, Iglesia y Villa Iglesia. "El sistema está hecho para pocas familias y haber generado tanques de reservorio con bombas que tienen mucho consumo de electricidad, nos cambió la vida. También que esos cuenten con los paneles que abaratan costos", destacó.
El abuelo de todos
Abraham Espejo tiene 70 años y es portero jubilado. Padre de 7 hijos y abuelo de 5 nietos, trabajó en la escuela de Bella Vista durante 41 años, y fue un miembro activo de la unión vecinal.
"La obra es un adelanto muy grande. Es muy importante porque a veces hay falta de presión de agua y con esto se solucionó. La gente lo está agradeciendo", señaló Abraham para luego recordar con melancolía: "Tengo recuerdos inolvidables de los viejos tiempos. Echo mucho de menos la escuela, hace 2 años me jubilé. Ahora por ahí me acerco porque me siguen viniendo a ver las docentes y directoras. Si necesitan consulta me llaman y estamos presente".
El hombre trabajó 41 años en la escuela de Bella Vista como personal de servicio y en la época de la pandemia tuvo que decir adiós. Fue una época muy difícil porque por su edad lo obligó a retirarse en un contexto en el que no hubo despedida de los alumnos y docentes. Pero su vínculo social estaba en la unión vecinal de la que tiempo antes había sido presidente y su relación del club.
En aquel entonces recordó que todo era mucho más difícil que ahora. "Antes era por desnivel y faltaba presión. Las cañerías eran de fibro-cemento y otras de PVC. Cuando había una rotura había que ponerle cámaras de vehículos para sellarlas y así darle de servicio de agua a la comunidad", destacó subrayando que siempre se hacía con los cuidados pertinentes para evitar problemas de salud.
"Bella Vista es uno de los pueblitos más helados en el invierno pero en verano es uno de los más frescos por eso es uno de los más visitados por el turistas. La zona está creciendo mucho en habitantes y faltan viviendas porque mucha juventud está formando su familia y está escaseando", finalizó el hombre que hoy se dedica al mantenimiento y a la limpieza de viviendas.