Tras un arduo trabajo que se culminó a finales de 2017, científicos sanjuaninos de la Universidad Nacional de San Juan -UNSJ-, lograron la creación de un nuevo producto para la agroindustria y ahora recibieron una esperada noticia: el patentamiento.
Se trata de un nuevo fertilizante que busca ser económicamente viable para el sector de la agro-industria en la provincia, y que viene de la mano de dos científicos locales, Delia Pappano, que de esta forma obtuvo su segunda patente, y Sebastián Carrera, Subdirector del Departamento de Física y Química de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes.
"Los fertilizantes foliares tienen la ventaja de que se usan en menor dosis, se aplican directamente sobre el follaje de la planta y su efecto es mucho más rápido, se usa para algo mucho más caro como los micronutrientes que cumplen funciones específicas dentro de la planta. En Argentina, los fertilizantes foliares son todos de origen importado, pero además algunos son complejados con EDTA (...) y otros con mezclan con residuos de proteínas que generan en el fertilizante un color muy oscuro, casi negro, que no se puede echar en los frutales cuando la fruta ya está entrando en el periodo de maduración porque la mancha", comenzó contando Pappano, sobre el contexto, a Diario La Provincia SJ.
De esta manera, resaltó que esos fertilizantes son sumamente caros, hecho que los llevó a crear un producto económico complejado con azúcares.
"Comenzamos el camino de complejar primero el hierro, que fue un fertilizante estrictamente foliar, mientras que en el caso que trabajamos en el zinc logramos obtener un sólido cristalino totalmente soluble en agua. El complejante que usamos es la sacarosa que es el azúcar común. Tanto el complejo con hierro como con zinc se obtuvo con un rendimiento extraordinario y una excelente capacidad de ser absorbido por la planta con azúcar común", detalló.
Uno de los beneficios que ofrece el producto es que, al ser sólido también se puede utilizar de forma edáfica, aunque es menos recomendable. Este fertilizante tiene una vía sintética simple y además la materia prima es barata.
"El objetivo de todo científico es que su trabajo sirva para solucionar un problema de la comunidad en la que tiene afectación directa", indicó al hablar sobre lo que significa haber logrado el patentamiento con la UNSJ y su compañero.
Para finalizar, indicó que la casa de altos estudios es la cuenta con la propiedad de producto y que desde ahí, a través de la Unidad de Vinculación Tecnológica de Transferencia al Medio, se buscarán los mecanismos para poder transferirla comercialmente.
