Desde hace 30 años que los integrantes del Movimiento Apostólico de Schoenstatt trabajan en San Juan y en diciembre de este 2023, buscan terminar con la construcción del santuario a la Mater (Santísima Virgen) en Santa Lucía. Por ello, necesitan de la colaboración de todos los sanjuaninos para cumplir con ese anhelo pendiente.
El santuario estará ubicado en inmediaciones de calle Roque Sáenz Peña, cerca del club Amancay. El predio fue donado, hace unos años, por el Gobierno de San Juan. “Queremos que la obra esté terminada a fin de año, pero nos falta un montón de cosas”, subrayó Lisy Vizcaino, referente del movimiento, a Diario La Provincia SJ.
Desde el grupo sueñan con contar con el Santuario en San Juan. “Queremos que las gracias que la virgen tiene para darnos las de también en la provincia. No solamente a la gente del movimiento sino para todos. Cuando ingresan a un santuario de Schoenstatt, se siente un lugar especial”, subrayó.
Lo que corresponde al sector del santuario comenzaron con la construcción en el 2022, en octubre- noviembre. Sin embargo, en el lugar hicieron otros trabajos, años anteriores. Cerraron el terreno, plantaron especies y construyeron un zoom con cocina y baños. Tienen misas todos los domingos y los 18 celebran a la Mater.
La mujer subrayó que es un movimiento muy particular. La cabeza del movimiento a nivel internacional es una familia. “Tenemos sacerdotes que le brindan apoyo al movimiento. En San Juan lo tenemos al padre Jonatan Félix, que es el asesor”, comentó. Las distintas ramas cuentan con asesores particulares algunos que son consagrados y otros que no.
Lisy destacó que lo que hicieron hasta el momento fue la limpieza del terreno y una plataforma de base para el trabajo. Los integrantes del movimiento se pusieron en campaña para recaudar todos los materiales y poder concretar ese sueño.
Realizaron un listado de materiales completo y comenzaron a recibir las donaciones. Sin embargo, describió que también es complejo el tema de mano de obra, ya que ronda quincenalmente un monto de 500 mil pesos. “Es nuestra misión ahora y esperamos poder inaugurar nuestro santuario antes de navidad”, detalló. “Es impresionante la cantidad de personas que se acercan, hacen depósito, y de a poco vamos avanzando”, comentó la mujer.
Vale destacar que si bien el movimiento está compuesto por miembros divididos en distintas ramas, según su estado de vida, brazo ejecutor es solo la Asociación Civil San Miguel Arcángel, que es la que lleva adelante la obra, la construcción del santuario.
La referente en el tema sostuvo que la principal característica del grupo es que son un movimiento de familia. Tiene como cabeza principal a la Obra de Familia y desde allí se desprenden las diferentes ramas.
“Queremos que este santuario sea un lugar donde el cielo toque la tierra, como decimos en el movimiento. Tener lugares así es maravilloso, no es para nosotros nada más es para todos. Este lugar se está construyendo hace mucho tiempo con aportes espirituales de todas las familias”, concluyó.
El Movimiento Schoenstatt en el mundo
El padre fundador de movimiento es un sacerdote contemporáneo, alemán, Josef Kentenich. Este grupo mariano nació durante la primera guerra mundial en Alemania.
La particularidad de este movimiento es que nació como una inspiración del padre fundador, donde invitó a un grupo de chicos que fueron convocados para la guerra a reunirse para y tener un momento de oración. “Le pidió a la virgen que se hiciera cargo de ellos”, resaltó Lisy Vizcaino.
Esa fue la primera consagración de los jóvenes a la madre. “Lo que hicieron en ese momento fue ofrecerle algo a la virgen y que ella haga su voluntad”, destacó. Y agregó que esa pequeña capilla empezó a peregrinar y convocó a muchas personas. Se convirtió en un lugar de gracias especiales.
El primer vínculo con el movimiento es una consagración con la virgen, que se denomina alianza de amor. “Se hace una preparación de unos encuentros. Es algo personal y es una entrega de corazones, intereses y bienes”, comentó.
“Nuestro Santuario es un lugar de gracia para el mundo de hoy, para las necesidades de las personas de esta época”, sostuvo. Y afirmó que las gracias del santuario son: cobijamiento, transformación y envío.
El movimiento se fue expandiendo por distintas partes del mundo. El primer santuario Filial fue construido en Uruguay y eso fue muy importante para todos los creyentes ya que lograron conseguir un lugar más cercano.
"En San Juan también queremos tener este lugar de gracias, este es el taller allí donde María puede cobijar, abrazando, transformar corazones y fortalecernos para la vida diaria, es lo que hoy todos necesitamos. El Santuario es un anhelo, que desde el cielo la Mater ha hecho surgir y que los miembros de Schoenstatt pretenden hacerlo realidad en nuestra comunidad sanjuanina, para la provincia y más allá", concluyó.