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"Necesito conocer mi historia": es sanjuanina y se enteró que es adoptada, pide ayuda para localizar a sus padres

Luisa tiene 56 años de edad y a los 30 supo que era adoptada. Comenzó una búsqueda de sus raíces biológicas y pide ayuda a los sanjuaninos para encontrarlos.
sábado, 4 de febrero de 2023 13:30
sábado, 4 de febrero de 2023 13:30

"Necesito conocer mi historia". Con esas palabras y una congoja que la envuelve, Luisa Ana María Castro no baja los brazos en la búsqueda de sus padres biológicos. Tiene 56 años de edad y cuando tenía 30 supo que era adoptada. Fueron momentos muy duros y si bien al principio no buscó a sus progenitores para evitarle problemas a sus adoptantes, luego inició una intensa búsqueda que le trajo numerosos desafíos.

Ella vive en Neuquén pero nació en San Juan y permaneció en la provincia hasta que tenía entre 8 y 9 años de edad. Sus recuerdos la trasladan a Santa Lucía, al Pasaje Márquez, donde vivió rodeada de gente que permanece en su memoria y corazón con mucho afecto. Pero por motivos que desconoce, de un día para el otro, viajaron a Neuquén para radicarse con sus padres definitivamente allá. 

Su mamá adoptiva de la que recibió mucho amor

Su madre, Soledad Salinas, era precisamente oriunda de Neuquén, y su padre, Fernando Castro, era sanjuanino. La partida de nacimiento señala que ambos son sus padres biológicos y da cuenta que nació el 25 de septiembre de 1966 con 4,800 kilos. 

"Mi mamá nunca nos habló del tema. Éramos muy distintos al resto de mis primos y eso nos llamaba la atención. Empezamos de a poco a enterarnos por algunas personas que se animaron a hablar y tengo muchas piezas sueltas", comenzó explicando Luisa a Diario La Provincia SJ y agregó: "Lo poco que he podido juntar es que teóricamente, estoy en la búsqueda, mis padres biológicos era una pareja joven de no más de 16 o 17 años cuando me dieron en adopción".

Las fotos de sus cambios físicos a lo largo de los años 

En esa búsqueda de información sobre el pasado supo que los padres adoptantes la fueron a buscar al Hospital Rawson cuando tenía alrededor de 15 días de vida. Además le dijeron que, al parecer, sus padres eran hijos de personas conocidas por eso se ocultó tan bien.

"Hemos ido y vuelto muchas veces de San Juan a Neuquén. Estudié, viví en distintos lugares. Estuvimos viviendo 4 años en San Juan desde 1998 al 2001 con mi marido. Cuando estuvimos allí, mi hija se descompensó y la llevé a quien había sido mi pediatra cuando era chica. A él le conté que me enteré que era adoptada y me dijo que sabía bien quién era yo pero no me quiso decir", recordó con congoja la mujer.

Su padre adoptivo murió hace 10 años y su madre, hace 3. Con ellos se fue parte de la verdad que nunca se reveló por miedo a que todo terminara con problemas legales. Ellos siempre figuraron en la partida como padres biológicos de María Luis, lo que para ella le da indicios de que era apócrifa. Más allá de eso, el afecto hacia ambos siempre fue fuerte porque fueron sus criadores y quienes le brindaron mucho amor.

"Yo necesito conocer mi historia. Con 32 años me enteré que era adoptada y a partir de ese momento dejé de usar mi nombre de pila, de festejar mi cumpleaños. Hacemos chistes con mucha ironía pero siento que mi historia está incompleta", agregó y subrayó: "deseo conoce la historia. No es una historia fácil de llevar. Saber que sos adoptada y fuiste tan vulnerable, cuando nacés. Necesito tener mi identidad, es un derecho. Necesito cerrar esta historia. Físicamente no me parezco a nadie, no tengo espejo en el mundo y es feo que te falte esa página".

El problema renal que fue el desencadenante 

Desde chica, María Luisa tiene un problema renal con el que viene luchando. Los médicos le dijeron que tiene "una debilidad" que responde a un "patrón familiar", lo que indicaría que otros miembros de su familia biológica también lo padecen. Producto de esto, a los 21 años perdió un riñón y ahora tiene el otro muy comprometido.

"Tengo una enfermedad renal crónica. Estuve grave. Mi médica me pidió empezar la búsqueda y un riñón compatible al mío porque tengo el 38% del riñón funcionando", explicó. Sin embargo ése no es el motivo de su búsqueda de algún familiar biológico.

"Estoy complicada pero todavía no he llegado a estar tan mal para pedir un riñón. Eso fue lo que me movió en un principio a buscar a mi familia biológica pero en realidad es completar mi historia", agregó aclarando: "no estoy buscando dinero ni riñón. Necesito conocer la historia. Lo del riñón fue el motor, la excusa de saber qué pasa. Todo esto es horrible". 

Luisa siente que tiene puras piezas sueltas y el dolor lo lleva por dentro todo el tiempo. "No se cuánto estoy dispuesta a aguantar el dolor", finalizó.

Para brindarle información a María Luisa y contactarla, comunicarse a su cuenta de facebook: Luisa Ana María Castro

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