Historias

El paso de Alfonsina Storni por San Juan: su casa y los recuerdos de su infancia

La familia de la escritora tenía dos importantes empresas en la provincia, por lo que vivió al menos siete años en lo que hoy es Capital.
jueves, 2 de febrero de 2023 10:40
jueves, 2 de febrero de 2023 10:40

"Estoy en San Juan, tengo cuatro años, me veo colorada, redonda, chatilla y fea. Sentada en el umbral de mi casa, muevo los labios como leyendo un libro que tengo en la mano y espío con el rabo del ojo el efecto que causa en el transeúnte. Unos primos me avergüenzan gritándome que tengo un libro al revés y corro a llorar detrás de la puerta". Así plasmó Alfonsina Storni sus recuerdos de la provincia en una conferencia que brindó en Montevideo. 

Ella no es sanjuanina, ni siquiera es argentina, de hecho nació en Suiza en 1892. Sin embargo, la provincia la adoptó como hija ya que cuando tenías días de nacida pisó esta tierra para reunirse con el resto de su familia. Pasó aquí sus primeros siete años de vida y fue el lugar en donde aprendió sus primeras letras, que más tarde la convertirían en una famosa poetisa de la época junto a Gabriela Mistral (de Chile) y Juana de Ibarborou (de Uruguay).

“Cuando tenía meses, los padres volvieron a San Juan, ya que la familia era dueña de la cervecería y la fábrica de hielo que estaba en el lugar que ahora ocupa el supermercado en calle 25 de Mayo y Jujuy, en Concepción. Ambas empresas eran muy importantes, porque hay que recordar que en aquella época ni siquiera había heladeras como hoy las conocemos, sino que compraban barras de hielo para tener las cosas frescas”, contó a Diario La Provincia SJ, el Dr. Juan Mariel Erostarbe.

Alfonsina Storni vivió parte de su infancia en la provincia y aseguró que fue muy feliz (Gentileza: Infobae)

La infancia de Alfonsina Storni en San Juan

Sus recuerdos quedaron plasmados en sus textos: "Crezco como un animalito, sin vigilancia, bañándome en los canales sanjuaninos, trepándome a los membrillares, durmiendo con la cabeza entre pámpanos. A los siete años aparezco en mi casa a las diez de la noche acompañada de la niñera de una casa amiga a donde voy después de mis clases y me instalo a cenar".

Los biógrafos coinciden en que la pequeña escritora vivió en una casa ubicada en calle 25 de Mayo esquina con Mendoza, propiedad de uno de sus tíos. "La Facultad de Filosofía puso una placa recordatoria en donde estaba la casa, siempre con el permiso del actual propietario, pero se la robaron. Es importante aclarar, que en aquel entonces no se consideraba al lugar como pleno centro. Sarmiento también decía que vivía en el campo y el Carrascal también estaba muy cerca, pero se consideraba campo a todo lo que no era alrededor de la Plaza 25 de Mayo", agregó el historiador. 

Esa percepción de “campo”, le dejó recuerdos imborrables. “Escribió sobre que andaba por los viñedos cosechando uva, comía de los frutales que tenía a la mano, cosa que no había en Suiza, y se bañaba en los canales. Se les escapaba de la casa a los padres y se iba a visitar a sus amigas”, explicó Erostarbe.

La fachada de la casa tenía una placa recordatoria pero sólo quedó su base.

En cuanto a su educación, se sabe que estudió en la Escuela Normal de Maestros y que no pasaba desapercibida en los actos escolares. “Fue al jardín de infantes con mi abuela y se sacaron una foto, pero lamentablemente se perdió”, recordó Erostarbe quien es familiar lejano de la escritora, ya que una tía suya en segundo grado se casó con un Storni.

A los seis años robo con premeditación y alevosía el texto de lectura en que aprendí a leer. Mi madre está muy enferma en cama; mi padre perdido en sus vapores. Pido un peso nacional para comprar el libro. Nadie me hace caso. Reprimendas de la maestra. Mis compañeras van a la carrera en su aprendizaje. Me decido. A una cuadra de la escuela normal a la que concurro hay una librería; entro y pido: El nene. El dependiente me lo entrega; entonces solicito otro libro, cuyo nombre invento. Sorpresa. Le indico al vendedor que lo he visto en la trastienda. Entra a buscarlo y le grito: “Allí le dejo el peso”, y salgo volando hacia la escuela. A la media hora las sombras negras, en el corredor, de la directora y de aquel, encogen mi corazoncillo. Niego, lloro, digo que dejé el peso en el mostrador, recalco que había otros niños en el negocio. En mi casa nadie atiende reclamos y me quedo con lo pirateado”, continúa Alfonsina en sus recuerdos de San Juan.

Cuando tenía entre 7 y 8 años, su padre decide mudar a la familia a Santa Fe. “Se trasladaron a la ciudad de Sunchales, creo que no le gustaba mucho el clima sanjuanino. Alfonsina estuvo allí hasta los 17/18 años, cuando se recibió de maestra y se fue a Buenos Aires en donde comenzó a publicar en periódicos nacionales con un seudónimo”, finalizó el profesor.

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