Historias

Gino, el inmigrante que llegó a San Juan y asisitió a vícitmas del terremoto de 1977

Gino Sussino oriundo de Italia con solo 8 años de edad se vino con su familia para Argentina. En febrero de 1951 llegó a San Juan, provincia que lo ayudó a superarse profesionalmente y en donde conoció a su esposa, Elsa Leumann con quien lleva 54 años de casado.
domingo, 4 de septiembre de 2022 16:16
domingo, 4 de septiembre de 2022 16:16

Cada 4 de septiembre se celebra el Día Nacional del Inmigrante una fecha significativa para todas aquellas personas que llegaron al país en búsqueda de una mejor salida laboral. En su mayoría llegaron de Europa: predominó la inmigración de italianos y españoles. Aunque también llegaron suizos, franceses, ingleses y alemanes.

Gino Sussino está próximo a cumplir 80 años, cuando llegó a la provincia solo tenía 8 años y medio. En San Juan logró conseguir un trabajo estable como visitador médico y pudo formar una familia junto a Elsa, su esposa.

Uno de los recuerdos que conserva fue el terremoto de 1977 que tuvo epicentro en Caucete. El hombre destacó que fue impresionante lo que se vivió en aquel momento y destacó que en horas tempranas asistió hasta el Hopsital Guillermo Rawson, donde le tocó asisitir a cientos de vícitmas.

"Fue algo realmente duro lo que nos tocó vivir en aquél tiempo. Fueron muchas las personas que llegaron al hospital", resaltó Gino a Diario La Provincia SJ.

Luego, recorsó su llegada a la Argentina, Gino sostuvo que viajó junto a su madre, hermana y padre en búsqueda de paz y una mejor calidad de vida. La familia vivió en una zona cerca de las montañas al noreste de Italia, en la provincia de Udine. Ese lugar fue invadido por el ejército Alemán I y luego pasaron las fuerzas norteamericanas, dejando una ciudad pobre y sin posibilidades de seguir creciendo.

“Previamente mi padre estuvo en Argentina, y por cuestiones de trabajo decidió venirse en 1949, apenas unos años después de terminada la guerra”, recordó Gino.

Además, agregó que en 1951 ya se vinieron su madre, Gino y su hermana. Llegaron a Buenos Aires en barco el 17 de febrero de 1951 y el 21 de ese mismo mes llegaron a San Juan. “Tenía 8 años y medio, siempre tengo recuerdos de la zona en la que vivía. Estaba a 15 kilómetros de Eslovenia y a 45 kilómetros de Austria”, describió el hombre.

El hombre resaltó que en principio no sintió el cambio en su vida.  En los primeros días de marzo comenzó a concurrir a la escuela, lo cual fue bastante complicado para él por el desconocimiento del castellano. Pero, con mucho trabajo logró adaptarse a la nueva tierra en la que se encontraba.

Posteriormente, fue creciendo y comenzó a ayudar a su padre en las actividades del hogar y cuidando los animales que criaban, entre ellos conejos y gallinas.

Al terminar sexto grado comenzó a trabajar unos meses en una panadería y luego entró a trabajar en una farmacia. “Seguí mis estudios secundarios de noche en la Escuela de Comercio Libertador General San Martín. Allí me recibí de Perito Mercantil”, resaltó.

Luego, por el desempeñó que logró en la farmacia, lo contactaron de un laboratorio norteamericano. Y remarcó que “comencé a trabajar de visitador médico el cual lo desarrollé por 35 años”.

En la farmacia, tuvo la oportunidad de conocer a Elsa, su esposa. Luego, de un tiempo se casaron y tuvieron un hijo. "Llevamos 54 años de casados, la base de todo es el diálogo para poder vivir en armonía", sostuvo. Además, remarcó que Elsa tiene orígenes alemanes, fue así que la mujer comenzó a estudiar aleman y fue la mejor alumna de su clase, lo que le permitió viajar a Alemania para perfeccionarse.

Entre risas, el hombre subrayó que "jamás aprendí hablar en aleman, pero ella tampoco pudo aprender italiano". Pero, esto no fue un impedimento para ellos, ya que lograron salir adelante.

Luego, se jubiló y logró adquirir una propiedad en Pocito, lugar donde predomina los colores verdes y los frutales. Además, sigue criando animales como lo hizo en su niñez y cuenta con una espectacular vista hacia las montañas que le recuerdan a su infancia.

El hombre reflexionó sobre la situación del país y remarcó que “este un gran país y que podría ser mucho más grande, pero lamentablemente hay algunas cosas que traen mucho desaliento más en las personas que toda la vida trabajaron”

Gino tuvo la posibilidad de volver en dos ocasiones a Italia y se pregunta porque no se puede así sin embargo sigue abrazando San Juan y agradece por la posibilidad que le permitió el país en cuanto a la salida laboral y el poder haber formado una familia.

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