Día de las Infancias

Guerreros de la vida: los niños sanjuaninos que superaron duros desafíos

La niñez es una de las etapas más importante en la vida de las personas, aun así, hay muchos chicos que padecieron distintas pruebas y con fortaleza y perseverancia lograron salir adelante.
domingo, 21 de agosto de 2022 16:27
domingo, 21 de agosto de 2022 16:27

Dulzura, inocencia y alegría son algunas de las palabras que encierra la niñez. Con sus miradas transmiten amor y reflejan su alma. Este domingo se celebra en el país el Día de las Infancias y cientos de chicos vivieron esta fecha con mucha emoción. Entre los sanjuaninos, un grupo de niños de distintos departamentos tuvieron que atravesar duras historias y a pesar de su corta edad no dejaron de sonreír. 

Thian (9 años), Luciano (6 años) y Luz (2 años) son 3 hermanos oriundos de Pocito. Son muy unidos y tienen como prioridad ayudarse uno a otro. Eso lo aprendieron a partir de los duros desafíos que les tocó atravesar pese a su corta edad. 

En enero del 2021, perdieron su casa con el terremoto. De acuerdo a lo que contó su mamá, Susana Soledad Cabreara, fue un gran dolor para ellos y toda su familia, ya que tenían sus objetos más preciados. Con la ayuda del abuelo, lograron levantarla pero un incendio en mayo de este año consumió todo y se quedaron únicamente con lo que tenían puesto. La solidaridad de las personas hizo que poco a poco se volvieran a levantar y lograron salir adelante, paso a paso. Eso los 3 hermanitos lo aprendieron y los fortaleció.

“Hasta el día de hoy es difícil, no nos quedaron recuerdos. se nos quemaron los animales, les costó mucho la pérdida de ellos que eran nuestra compañía”, detalló Soledad a Diario La Provincia SJ.

Los dos varones más grandes, Thian y Luciano fueron los que debieron afrontar duras pruebas en primera persona, algo que jamás imaginaron tener que padecer. Pero hoy pese a todo, la sonrisa se les dibuja en el rostro y transmiten sus sueños en cada cosa que hacen.

Actualmente, asisten a la escuela Antonino Aberastain donde cuentan con un importante apoyo de los docentes. Thian va tercer grado y le gusta mucho jugar con sus perros y las plantas. Es por eso que le gustaría ser un gran veterinario y sueña con poder comprar una finca para ayudar a todos los animales.

Por su parte, Luciano va a primer grado y le gusta mucho pintar libros de cuentos y jugar con camioncitos. Con picardía y a media voz sumó que le gustaría ser policía cuando sea grande, para ayudar a su familia.

A la más pequeña, Luz, le encanta jugar con los ladrillitos. Si bien es muy chica, sus hermanos se convierten en su guía y la ayudan en cada paso que da. 

La mamá destacó que son niños muy tranquilos y disfrutaban andar en bicicleta pero con el incendio perdieron todo. A pesar de todo, los tres niños llevan una infancia feliz. Aprendieron a su corta edad a vencer todos los obstáculos y con una enorme sonrisa le dan la fortaleza a su madre para salir adelante. 

Por otro lado, Delfina y Nicolás Narváez tienen 8 años y son mellizos. Los hermanos oriundos de Rawson perdieron a su papá por Covid-19. La mamá de los chicos, Eugenia Aballay, aseguró que hacen un gran esfuerzo para salir adelante. 

El 5 de junio del 2021 el hombre se contagió de Covid-19 y esto desencadenó el peor de los finales. Eugenia, y sus hijos, al ser contacto estrecho, tuvieron que aislarse y lamentablemente pasaron momentos angustiantes como familia. 

“Nos tocó vivir cosas muy duras y difíciles, todavía no logramos superar”, resaltó Eugenia. A pesar de todo, sacaron fuerzas para afrontar las circunstancias que se les presentaron.

Poco a poco, los pequeños fueron recuperando cada una de las actividades que realizaban, tanto en lo deportivo como en el ámbito escolar.

El pequeño Nicolás realizó mucho tiempo natación y disfrutaba cada una de sus clases. Actualmente, asiste a la escuela y cuenta con la ayuda de las autoridades para seguir adelante con sus estudios.

Delfina va a tercer grado y disfruta salir en cada uno de los actos escolares. Además, le gusta el deporte, y comenzó a jugar hockey en UVT.  En cada uno de los partidos comparte divertidos momentos con sus compañeras de equipo, que la hacen olvidar todos los momentos tristes.

“El día a día es bastante difícil, complicado, pero los niños son la alegría del hogar, muchas veces no tenía la energía para levantarme y ellos me ayudaban”, destacó.

Con su mirada, dulzura y la transparencia de su alma, Delfina sin comprenderlo se convirtió en una gran luchadora y es la motivación de Nicolás y Eugenia para no bajar los brazos.

Otro de los valientes que celebra su día al máximo es Jeremías Carrizo, el pequeño de 11 años, oriundo de Chimbas. El pequeño guerrero con solo 4 años fue diagnosticado con leucemia. Del 2015 al 2018 debió realizar un tratamiento, para vencer la enfermedad. 

“Después que dejó de hacer quimioterapias, retomó su vida normal, con sus cuidados es un chico muy sano”, remarcó Camila Rodríguez, mamá de Jeremías. Además, destacó que fue un niño muy valiente que aprendió a superar una gran prueba a su corta edad.

Actualmente, Jeremías asiste a una escuela de fútbol cercana a su domicilio. Con alegría el pequeño resaltó que sueña con ser un gran deportista y su deseo es poder jugar en el club San Martín. 

Su madre destacó que es un chico muy comprometido con el deporte, y no se quiere perder ningún entrenamiento. Tal es así, que cuando su madre no puede llevarlo, le pide a su padrino o a sus tías que lo acerquen hasta el club.

Lleva un ritmo de vida muy sano, con todos los cuidados que necesita. Sigue con los controles anuales, y todos los estudios que que se viene realizando le salieron muy bien. El cariño de su madre y de su familia fue el gran incentivo para que el pudiera superar esa dura enfermedad.

El niño tiene dos hermanitos, Román de 5 y Ema de 1 año y 9 meses, con quienes disfruta cada instante de la vida. Juegos, risas y cariño es lo que predomina en el hogar de Jeremías.

El chico está disfrutando su último año de primaria y comenzó a prepararse junto a sus compañeros una etapa muy especial. Presentarán su campera y remera, un momento que espera con muchas ansias. Jeremías aprendió a imponerse a las duras batallas y disfruta cada uno de los momentos que la vida le regala, rodeado de amigos y afecto.

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