María Rosa tiene 54 años es la mamá de Agustín, con solo dos meses de embarazo a la mujer le dio la corriente esto le provocó estar casi al borde de la muerte. Sin embargo, su fe la salvó, el pequeño nació con cardiopatía congénita y retraso madurativo. Su madre nunca se dio por vencida y lo llevó diariamente a las rehabilitaciones para que su hijo pudiera dar sus primeros pasos y a los 7 años comenzó a caminar. Un médico le dijo a María que su hijo no viviría más de 10 años, pero el joven “pajarito” como le dice su madre ayer celebró sus 18 años rodeado de afectos y gracias a la solidaridad de todos tuvo un emotivo festejo.
Actualmente, el joven asiste a la escuela Nuestra Señora de La Paz su madre está orgullosa de cada uno de los avances que tiene su hijo.
“Ahora estoy esperando el llamado para una nueva intervención de Agustín, seguramente será la semana que viene. Ya es menos como estoy terminando, son cosas que manda Dios para ver si uno está preparado”, destacó María Rosa Tapia a Diario La Provincia SJ.
Además, destacó que está muy agradecida con cada una de las personas que la acompañaron para que hoy Agustín sea un chico saludable. La intendenta y cada uno de los vecinos realizaban distintos beneficios para que la mujer obtuviera el dinero que necesitaba para poder viajar a Buenos Aires, cuando tenía que ir por las distintas operaciones.
Este viernes, Agustín festejó sus 18 años y gracias a la unidad e impulsados por Silvina Reyes, Susana y los familiares del joven, lograron compartir un emotivo festejo.
“No podía organizar nada porque mi cabeza estaba en la operación de mi hijo, estuve con algunos problemas de salud por eso”, sostuvo la mujer.
María, madre de 5 hijos, destacó que siempre luchó por el bienestar de sus hijos, aunque había momentos en que la vida se ponía difícil.
Sin embargo, los gastos diarios hicieron que la mujer tuviera que gastar la plata que tenía ahorrada para el cumpleaños de Agustín. Pero, impulsada por sus afectos comenzaron a organizar el festejo y entre todos realizaron el evento. También, en la próxima semana le festejarán el cumpleaños.
“Le regalaron dos tortas, él estaba feliz, realmente estoy muy agradecida por el hermoso día que le hicieron vivir a mi hijo”, remarcó.
Además, le gusta la danza y comenzó folklore. “Hace como tres meses empezó danza en el Salón San Isidro le gusta mucho y disfruta con sus compañeros”, resaltó.
Rodeado de cariño y con mucho afecto, Agustín tuvo una infancia feliz y su madre es uno de sus pilares fundamentales que hace todo para que su hijo salga adelante.
