Sólo cenizas. Estructuras retorcidas por el fuego y paredes de lo que fue una humilde casa. Oscar Ábrego vivía cerca del Parque Sarmiento y perdió todo en el incendio de este miércoles. Llorando por momentos y con la voz clara, por otros instantes, cuenta con dolor que perdió 200 colmenas y sus animales de granja. Además, todo lo que estaba en su casa se destruyó y no tiene dónde vivir.
En su relato, asegura haber visto a un hombre en las inmediaciones que habría prendido el fuego. Y pidió para él un "castigo divino" por haber causado un tremendo daño en la flora y la muerte de incontables animales, entre ellos, los que él criaba con dedicación.
En diálogo con Diario La Provincia SJ, Oscar, que es viudo y tiene 62 años, tuvo un relato contundente. "Mi vida estaba en la cría de las abejas y me costó mucho. Llevo 12 años aquí y perdí todo. De repente, se vino una olada de fuego y tuve que salir. Me iba a morir; me iba a quemar vivo. Se quemó todo; no me quedó nada. Fue un infierno el fuego".
Afirma que vio a un hombre en las inmediaciones, en la tarde de ayer: "andaba por allí, enfrente de un eucalipto y yo después me fui a trabajar en algunas cajas. Se ve que él lo prendió en pleno viento. Me pareció raro. Antes, hubo intentos de fuego pero ahora, se quemó todo; ahora la completó. No recibí ayuda. Estoy en la lona".
Oscar revisaba una y otra vez con su mirada el lugar y reconocía los "esqueletos" de lo que fueron sus pertenencias: una máquina de escribir, su máquina para extraer la miel de los panales y hasta las llaves de su casa. "Tenía mi cama, la cocina y las cosas para comer en mi casa. Era apicultor; se quemó mi máquina para trabajar. No voy a volver a empezar; me voy a morir antes. No me quedó una sola colmena. No tengo nada, no tengo donde quedarme".
Y agregó que eso podría tener vinculación con una situación conflictiva: "Esto fue intencionalmente. El dueño de esto me pidió que me fuera. Me pidieron que me fuera muchas veces, me hizo las mil y una y le pedí que esperara a que encontrara un lugar. Le deben haber pagado a ese hombre para que prendiera fuego"
En medio de su gran dolor, no dudó en hacer una dura afirmación: "al que inició el fuego, le digo que hizo malísimamente mal, un mal muy grande y creo en Dios; va a ser muy castigado. Va a parir. Eso no lo tiene que hacer el ser humano".