En mayo, intensos temporales consecutivos dejaron importantes nevadas en la Cordillera calingastina e iglesiana y con ellas, la ilusión que haya una mejor acumulación nívea de cara a la próxima temporada estival. En un contexto de crisis hídrica, se hace un especial seguimiento de la temporada y la semana próxima habría novedades.
"San Juan ya transita el invierno meteorológico desde los primeros frentes fríos que consolidaron las bajas temperaturas mientras que desde el 21 de junio, en el solsticio de invierno que este año coincide con esa fecha, se esperan nevadas. Serán más débiles y no se compararán con las del 31 de mayo al 6 de junio. De acuerdo a lo que pronosticamos, se precipitarían entre 22 y 23 de junio", destacó a Diario La Provincia SJ, el climatólogo Germán Poblete.
Aunque leves, son fundamentales. "Si observamos las imágenes satelitales, veremos que hay un retroceso de la mancha de nieve en Cordillera. Ahora se registra lo que se denomina ablación, hay una transferencia de sublimación de nieve sólida a gaseosa, y también, la infiltración hacia el permafrost, que es el piso de nieve que se deterioró por la sequía. Necesitamos que la ablación no se acelere y las nevadas débiles ayudan a contrarrestar ese proceso", explicó el especialista.
Poblete expresó que todo lo que suceda en la temporada "es aleatorias, difíciles de pronosticar a largo plazo porque no son cíclicas. Es por eso que no debemos dejar de monitorearlas para saber, hacia agosto, cómo está nuestra Cordillera".
