La celiaquía es una enfermedad que prohíbe a los pacientes que la padecen consumir productos que contengan trigo, avena, cebada y centeno (TACC). Hace, 10 años era una odisea conseguir variedad en productos aptos y terminaban consumiendo las típicas galletas de arroz. Además, muchos restaurant, negocios y café no contaban con propuestas pero esta situación cambió para bien. En la actualidad, en San Juan hay fábricas y emprendedores que elaboran alimentos con todos los cuidados.
Diario La Provincia SJ consultó a 3 emprendedoras que destacaron el aumento de la demanda de estos productos en el comercio sanjuanino. Se trata de Patricia Vera, encargada del emprendimiento Muy Sin Tacc; Victoria Colarte de BiaFina y María Emilia Mareca de la fábrica Alma Delicias Sin Tacc.
"Hemos notado un incremento en la demanda después de la pandemia. Vemos que aumentó el porcentaje de celíacos o intolerantes”, comentó Emilia quien adquirió la fábrica en el 2016 y ofrece allí productos de panadería, pastelería, pastas y viandas. Alma Delicias Sin Tacc es una de las pocas fábricas que es integral y cuenta con la habilitación de Salud Pública.
"Nunca tuvimos un inconveniente de ningún tipo. Nos dedicamos a vender a la gente de Salud y tenemos la autorización para sacar productos afuera”, señaló la propietaria quien además vende productos en los departamentos alejados.
Respecto a los costos, la empresaria remarcó que los productos son caros porque las harinas tienen un valor muy alto en comparación con la harina de trigo. “La harina de mandioca nos está saliendo $10.000 la bolsa de 25 kg. A comparación de una bolsa de trigo tenes un 400% más. En San Juan tenemos el problema de que solo dos personas la traen por mayor. Hay una serie de inconvenientes al estar lejos de los productores que se ve reflejado en el costo. Todos los productos que usamos son primeras marcas, porque son las que tienen el símbolo sin TACC. Un kilogramo de pan lactal está en $550, un kilogramo mignon ronda los $480”, explicó.
Patricia Vera coincidió con su colega de que la demanda aumentó. En su caso vende particular y cada vez son más los clientes que tiene. Aseguró que tuvo en mente dejar el emprendimiento, pero fue tal la demanda que decidió seguir con la elaboración de los productos.
"Lo que más sale son el pan y las maicenitas. Todo lo hago en mi casa y todos los días recibo pedidos”, explicó la emprendedora que ofrece desde pan, semitas y tortitas, hasta fideos, tartas dulces y saladas. “Siempre trato de hacer todo perfecto, que tengan siempre la confianza de que puedan comer sano, que no se van a contaminar. A su vez, hago muchas cosas sin azúcar”, resaltó subrayando que "el manejo de las harinas es complicado pero me puedo desenvolver".
Los precios que manejan han ido variando con la inflación. El pan grande está en $300, los 12 bollitos están en $270, los 6 sándwiches están a $500, las maicenitas están a $300 y las tortitas en $30.
Por su parte, Victoria Colarte resaltó que hay mucha demanda de productor y los clientes lo que más piden son las cosas dulces. Recibió en varias oportunidades propuestas de hacer productos por mayor pero aún no dio ese gran paso.
“Lo que más se vende son las tartas dulces que están en $1200 la grande y los budines. En cuanto a lo salado lo que más sale son el pan, fideos y pizzetas. Cuento con delivery y no suelo cobrar recargo por esto”, comentó.
La joven detalló que sus productos son recetas propias de ellas. Además, subrayó que en sus comienzos le costó hacer las preparaciones, pero después de muchos intentos logró realizar productos que son muy demandados.
