40 años

Jorge, el sanjuanino que tomó prisioneros de guerra en Malvinas y dedicó su vida a ayudar a compañeros

Se trata de la historia de Jorge Flores, veterano sanjuanino que a 40 años de aquel conflicto bélico recordó sus días en el sur. 
viernes, 1 de abril de 2022 22:00
viernes, 1 de abril de 2022 22:00

Tenía 19 años y su sueño era entrar a estudiar y pertenecer a la Fuerza Aérea Argentina. Sin embargo, en 1982, cuando el conflicto por las Islas Malvinas llevó a la guerra, en la radio escuchó su nombre y supo que debía sumarse al Ejército Argentino para recuperar aquellas tierras. 

Su madre, desconsolada. Eran los dos únicos miembros de la familia y sabía que el ser que más amaba iría a pelear contra soldados ingleses, sin embargo él le pidió que lo dejara, es que así sabría si allí encontraría realmente su vocación, no tenía miedo. Se trata de la historia de Jorge Flores, veterano sanjuanino que a 40 años de aquel conflicto bélico recordó sus días en el sur. 

"Salimos de San Juan desde la estación de trenes y fuimos hasta La Plata, ahí estuvimos en un centro de entrenamiento por dos meses. Nos dieron un baile de esa época para sacarnos las mañas de la mamá (ríe), y nos capacitaron con armas, en estado físico, con pruebas del miedo y subsistencia. Pasado ese tiempo me destinaron a Batería en Puerto Belgrano y otra vez hicimos otro adiestramiento", comenzó relatando Flores a Diario La Provincia SJ. 

Después de que rindió con armas, lo enviaron a Sala de Armas y al momento de elegir quiénes iban a Malvinas y quienes a Georgias del Sur, Jorge fue destinado a Malvinas. En tanto, en medio de las pruebas, el sanjuanino reveló que se aguantaba el frío y el hambre entre las actividades que le encomendaban para concretar el objetivo. 

"Me eligieron en la sección "Max" de ametralladoras. Navegamos en el buque durante 5 o 6 días y cuando llegamos no pudimos desembarcar por una gran tormenta que nos agarró, íbamos todas las tropas, llevábamos combustible y otras cosas y estuvimos alojados en las bodegas de ese buque. Nos dijeron 'vamos a estar en la historia de nuestro país, esto ya no es una práctica'", recordó. 

Y repitió sobre ese momento: "Era la realidad pero yo no tenía miedo". La misión era clave, recuperar sin bajas las Islas Malvinas ya que si se cumplían los 150 años se perdía toda oportunidad de volver a tenerlas. 

"Rezamos para que pasara la tormenta, la noche quedó muy clarita y se veía la sombra de las islas, estábamos cerca. (...) Hicimos un desembarco al lado de la Casa de Gobierno, en una cancha que está inclinada y que estaba una marca para nosotros y que empezáramos a disparar con los ingleses que estaban adentro de la Casa de Gobierno cuidándolo al gobernador Rex Hunt". 

Jorge recordó que en ese momento fue herido un teniente cuando bajó del helicóptero a poner la marca que era para ellos y también Pedro Edgardo Giachino, quien al saltar un muro estuvo por entrar por una de las puertas a la casa del Gobernador y fue herido en la parte abdominal. "Como no se rendían hubo un intercambio, se dieron cuenta que ya no había forma de defender los ingleses y ese tiempo que se demoraron en rendirse, Giachino murió", dijo. 

Minutos después, los ingleses se fueron rindiendo y Flores con el grupo del que formaba parte se hicieron cargo de los prisioneros de guerra en los jardines de Casa de Gobierno. Aunque intentaron brindarle los primeros auxilios a Giachino, nada pudieron hacer para salvar su vida. "En ese entonces fueron llevados de a dos a las casas donde vivían en la isla y cuando fueron llegando los aviones, se los reunió para devolverlos a su país", aseguró. 

"Esa noche nos quedamos ahí, dormimos en una carpa y hacía mucho frío (...) El día 3, como la isla Georgias queda a dos mil kilómetros del continente, fueron otros compañeros de mi compañía y murieron dos, Jorge Águila y Mario Almonacid, y fueron heridos otros seis de los nuestros. También se recuperó Georgias y nuestra bandera quedó flameando", sostuvo. 

Más allá de las bajas debían seguir y continuar con la misión de recuperar las islas y tras hacerlo, volvieron al sur a proteger los Aviones Hércules. Posteriormente fueron varias y la historia cambió, el resultado no fue el planeado y Jorge regresó a La Plata. 

"Cuando terminó todo el 14 de junio, nos llevamos al batallón en Puerto Belgrano, y estuvimos en Baterías esperando. Me comuniqué con mi vieja (se emociona), porque le habían dicho que yo estaba muerto, después le dijeron que yo estaba herido, mientras le sacaban plata. Cuando ella habló conmigo ya se quedó tranquila aunque sin saber en qué momento iba a regresar", reveló. 

Jorge logró regresar a San en la semana del 13 de septiembre, cuando cumplía 20 años y sin avisarle a su madre llegó de sorpresa a la casa con el Uniforme de Gala Militar. Allí, la vida para los dos volvió a nacer en un galpón que compartían en calle Urquiza y República del Líbano. Tras pasar unos días en San Juan regresó a La Plata y le dieron de baja, etapa en la que empezó a buscar trabajo aunque le costó mucho por haber estado en la guerra y los prejuicios que existían sobre eso. 

Más tarde Jorge tuvo su primer hijo con su primera esposa, y tras separarse, volvió a apostar al amor y con su segunda pareja tuvo otros cinco hijos más. Hoy goza de ser abuelo de dos nietos que, según revela, son lo mejor que pudo haberle pasado en la vida. 

"Empezamos a encontrarnos con los muchachos (ex combatientes), a armar instituciones, y a pelear por leyes que ya estaban aprobadas, fuimos a las escuelas para que sepan la verdad de lo que fue la guerra". Eso no fue todo ya que Jorge tomó cursos  con veteranos de Vietnam y oreo, para ayudar desde lo psicológico a los veteranos argentinos. 

"Un veterano si le cuenta a otro lo que pasó, lo va a entender. Esa terapia sirvió mucho para que en San Juan no hayan muchos suicidios entre ellos. A 40 años de la guerra, sigo sintiendo orgullo, demostramos que no fue en vano ir a Malvinas, el orgullo, siempre", cerró Flores. 

 

Comentarios