Día de los Enamorados

Vanesa y Hugo, el matrimonio que volvió a apostar por el amor y renovó sus votos

La pareja decidió darse nuevamente el gran sí ante Dios, esta vez frente a sus hijos, en la inauguración de la Capilla de Lourdes, en Sarmiento.
lunes, 14 de febrero de 2022 00:00
lunes, 14 de febrero de 2022 00:00

Este lunes se celebra internacionalmente el Día de los Enamorados y si bien es una fecha indudablemente marketinera, también es una ocasión especial para celebrar junto a esa persona especial que tal vez lleva toda una vida a tu lado. "Nos miramos a los ojos y el amor que nos tenemos es único, es puro y es sencillo", con esa frase, Vanesa Zalazar resumió cómo es su relación con su esposo Hugo Naumchik y por qué decidieron renovar sus votos matrimoniales el pasado viernes. 

La ceremonia tuvo lugar en el marco de la inauguración de la Capilla de Lourdes en Cienaguita, Sarmiento, templo que se construyó con el apoyo de ambos. "El año pasado íbamos a hacer la renovación de los votos matrimoniales pero por la pandemia no se pudo. Fue el padre Pepe Nieto quien nos propuso edificar una capilla para la Virgen y nosotros le prometimos que el 11 de febrero de este año le entregábamos una capilla. Todo se fue dando, se formó una comisión y junto con empresas, orantes y con Verónica Jaime estuvimos al pie del cañón para poder levantarlo", explicó la mujer en diálogo con Diario La Provincia SJ. 

Ese lugar es muy importante para ambos. "Quiero que mis hijos nunca se olviden de sus raíces, de las raíces de sus abuelos, don Ramón Naumchik que vino pregonando todo esto. Vamos, limpiamos y arreglamos el lugar, le tenemos un cariño enorme. Estoy muy agradecida de todo lo que nos sucedió en estos once años de matrimonio", agregó Vanesa. 

"La renovación de los votos matrimoniales me parecía que era una bendición muy importante para mi familia y para que sepan mis hijos que la base de todo es la fe, la religión, el amor a la Virgen, estar cerca de Dios para poder guiarlos por el buen camino, la convicción de ser buenas personas, ser solidarios, que es lo que me inculcó mi familia y que he pregonado siempre. Mi marido es igual y creo que Dios nos unió, nuestras creencias son una, nos ayudamos el uno al otro, somos uno como matrimonio", aseguró. 

Una historia de amor de novela
Vanesa y Hugo tienen una de esas relaciones que bien podrían servir de inspiración para una película ya que por muchos años no se animaron a vivir su amor y fue recién en la adultez en donde se dieron cuenta de que seguir siendo amigos no era una opción para ninguno de los dos.

"Nos conocimos allá por 1997, yo tenía 17 años y el 28 años. En ese momento se festejaba la Fiesta de la juventud en el pueblo donde nací, Los Berros. Una de esas noches participaba con mí equipo y el se fijó en mí, averiguó quien era yo, le contaron que era hija de uno de los mejores mecánicos de la zona Chiche Zalazar, y de la cantante Pochy Mercado. Yo cursaba el último año del secundario en Media Agua y pertenecía a un grupo solidario ALBA, me gustaba estudiar y era muy activa, siempre con el apoyo de mis padres", recordó Zalazar.

Por aquel entonces les pesaron las diferencias en las clases sociales y decidieron ser amigos. "Mi marido en ese entonces era hijo de un empresario de la zona y su madre era ama de casa. Por ahí nos reuníamos en alguna fiesta y conversábamos. Así fue naciendo una linda amistad. Si bien él se acercaba a mí yo era de clase humilde y lo veía como el hijo del empresario. Yo me fui a la ciudad para estudiar y trabajar".

Pese a que ella le había dejado en claro que no veía un futuro entre ambos, Hugo fue muy persistente. "Él siempre tuvo la idea de ser más que amigos. A veces los fines de semana yo me venía de la ciudad para ayudarle a mi padre y él encontró la forma de que me fijara en él. Fue a que le arreglaran uno de los camiones. Yo no tenía celular, pero él consiguió el número de la clínica odontológica en la que yo trabajaba, así pudimos seguir conversando aunque nos separaran esos 103 kilómetros. Un día me llamó y me invitó a salir. Me dijo que quería tener algo conmigo y yo le respondí que no, que él se merecía otra chica". 

Estuvieron casi una década y media en contacto, en la "friendzone", como dicen las nuevas generaciones. "Así pasaron 14 años y me volvió a hablar en octubre del 2009. Ya me había recibido de técnica dental y estaba a punto de irme a España con una beca, pero falleció una sobrina y me tuve que quedar. También falleció su hermano mayor y él decidió hacerse cargo junto a su padre del negocio familiar. Su mamá siempre me llamaba y me decía que me fijara en él que 'era buen chico'. Lo que siempre nos unió es que ambos éramos muy respetuosos, no nos gustaba salir, somos muy familieros. También nos encontramos en Dios, en el catolicismo", aseveró Vanesa. 

Así decoraron el manantial en su casamiento original en el 2010.

Llegó un momento en el que se dieron cuenta de que el amor que se tenían no era de "solo amigos", y finalmente, ella dio su brazo a torcer. "Salimos a cenar y me dijo que no quería solamente mi amistad. Yo tenía ya 33 años y él 44 y me aseguró que quería formar una familia conmigo. Tenía miedo de que nos peleáramos y rompiéramos nuestra amistad, pero una amiga me ayudó a darme cuenta de que lo quería". 

Hugo tenía las cosas muy claras y no dudó en proponerle el siguiente paso. "Por entonces yo ya tenía mi laboratorio dental y él ya era un empresario autónomo dedicado a la parte industrial minera. Cada uno tenía su trabajo y decidimos empezar a salir a partir del 16 de octubre del 2009. Al mes me propuso que nos casáramos, él incluso ya había conseguido una casa y la estaba arreglando para que nos fuésemos a vivir". 

Vanesa y Hugo dieron el sí ante alrededor de 200 personas.

La gran ceremonia tuvo lugar precisamente en el mismo espacio que la renovación, pero por aquel entonces solamente había una gruta de la cual surgían las "aguas curativas" y estaba la imagen de la virgen. "Finalmente nos casamos en octubre del 2010 en la gruta en donde ahora se hizo la capilla de la Virgen de Lourdes. Fue una noche magnífica, serena, fue un casamiento con 200 personas. Nos casó el padre Daniel de Los Ríos, trajimos catering de la ciudad de San Juan. Fue un lindo festejo". 

Para que su felicidad fuese completa, les faltaba algo muy importante y les costó conseguirlo. "Yo no podía quedar embarazada, me venía haciendo un tratamiento y fuimos a San Antonio a pedirle por un bebé. Así nació Antonella, mi hija mayor, de diez años y luego llegaron Bárbara (de 8) y Milton (de 6). Decidí quedarme en Cienaguita para ser mamá y compañera de él. Somos muy devotos de la Virgen de Lourdes y le pusimos mucha labor en el nuevo altar". 

Más de una década después, este viernes volvieron a reforzar su amor ante la virgencita de Lourdes.

Finalmente, Vanesa develó cuál es el secreto para una pareja feliz y duradera. "Nunca perdimos nuestra amistad, somos muy compañeros. Entre la amistad y el matrimonio, llevamos 25 años juntos. Le doy gracias a Dios y a la vida por haberlo conocido", sentenció.


 

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