Resiliencia

Alexis, el bombero voluntario que superó un brutal accidente y volvió al cuartel

Es analfabeto y vivía gracias a changas. Con las lesiones que le quedaron, no puede trabajar y sus compañeros recaudan fondos para ayudarlo.
sábado, 31 de diciembre de 2022 17:26
sábado, 31 de diciembre de 2022 17:26

El miércoles 6 de julio un fuerte viento zonda se desató en San Juan y, con él, los incendios se multiplicaron en distintos puntos de la provincia. Para acabar con las llamas, los bomberos voluntarios de Pocito, al mando del jefe Agustín Moya, estaban trabajando en unos pastizales cuando recibieron el llamado de otro foco que comprometía a una casa cercana.

Uno de los voluntarios, Alexis Javier Juárez se subió a uno de los vehículos y si bien se agarró, cuando sus compañeros lo pusieron en movimiento el hombre cayó y terminó inconsciente en el pavimento con un fuerte golpe en su cabeza. Estuvo delicado de salud y se multiplicaron las cadenas de oración por su recuperación.

“No me acuerdo mucho. Solo sé que salimos de la casa en la que estábamos. Recogí la manga, la puse en el móvil y me subí atrás. Me quise agarrar del portamateriales y se me perdió el mundo. Me desperté en el hospital sin entender nada. Fueron mis compañeros los que me explicaron lo que sucedió, pero no me acuerdo cómo caí”, contó a Diario La Provincia SJ a más de cinco meses del accidente.

Fueron horas angustiantes para los bomberos pocitanos quienes iniciaron cadenas de oración para enviar fuerzas a su colega: “Fue grave. Me tuvieron que abrir la cabeza. El neurólogo me explicó que me tuvieron que partir el hueso craneal para ponerme un drenaje. El hematoma que yo tenía me estaba empujando el cerebro, estaba haciendo presión y corría el riesgo de quedar paralizado del lado izquierdo. Estuve casi dos semanas con el drenaje, con sueros y medicamentos”.

En cuanto le dieron el alta, su primer salida fue a su amado cuartel (gentileza Bomberos Voluntarios de Pocito).

El jefe Agustín no ahorra en elogios para con Alexis y asegura que es un hombre humilde, que no duda en compartir con todos lo poco o mucho que tiene y que es una parte fundamental del cuartel. “Mis compañeros me iban a ver y algunos de mis familiares también. Después estuve otras dos semanas acostado en mi casa. Solo me levantaba para ir al baño porque me mareaba mucho y casi no sentía la pierna izquierda, tenía muy poca fuerza. Por eso no me podía quedar solo y mis compañeros no me dejaron. Estoy convencido que eso hizo que me mejorara tan rápido. Una amistad tan grande hay que valorarla mucho”, agregó Juarez.

Si bien todavía no puede volver a ejercer como bombero, continúa yendo al cuartel. “Si uno se queda en la casa a pensar en lo que vivió, solo se da manija y puede pasar cualquier cosa. Venir al cuartel es mi terapia mental y lo apoyo con la kinesióloga que me permite recuperar mi cuerpo”.

Pasión por ayudar a los demás

Como la palabra lo indica, los bomberos voluntarios no cobran por su trabajo, así que cada cosa que hacen es por vocación. Alexis tuvo una vida muy dura. Vino de una familia muy extensa, con pocos recursos y ni siquiera pudo aprender a leer y escribir. Pese a esto, encontró en el cuartel de bomberos un grupo de amigos que le abrió las puertas y lo ayudó para que se pudiera capacitar en las tareas diarias.

“Decidí ser bombero porque hace 5 años perdí a mi mamá y estaba un poco bajoneado porque además tengo lejos a casi todos mis hermanos. Un día vi a los bomberos, me animé a acercarme y les dije que yo no sé leer ni escribir. Mi viejo se fue cuando yo tenía dos años así que mi mamá hizo de padre también, pero no teníamos para que pudiese ir y volver de la escuela”.

Ya pasaron 5 años desde aquel día en que tomó coraje para ofrecer su ayuda. “Yo estaba muy triste en ese momento y siempre pienso que me salvaron de cometer una locura. Ser bombero me sacó adelante, me hizo volver a estar cómodo, conocer gente y hacer muchas amistades”.  

Alexis asegura que nada en su vida sería lo mismo sin el apoyo de sus amigos y compañeros (gentileza Bomberos Voluntarios de Pocito).

Su analfabetismo no fue un impedimento e incluso sus conocimientos de mecánica fueron de gran ayuda para todos. “Me encargo más que nada de la mecánica del cuartel, de los móviles y las motobombas. Me doy maña para todo y eso, junto con el apoyo de los jefes y los instructores, me sacan adelante”.

El futuro de un bombero lesionado

Como consecuencia de su caída, pero también de su arduo trabajo en el campo, está muy lesionado y no puede ganarse la vida. “Tengo un principio de hernia en la columna. No puedo hacer mucha fuerza y si me agacho tienen que ayudarme a levantar. Es muy feo porque yo desde los 12 años estuve levantando bolsas ahora no puedo moverme bien”, se lamentó.

Más allá del accidente, también está pasando por otra situación angustiante porque está por quedarse sin un techo ya que los dueños de la casa en la que vive le pidieron que desocupara el lugar para poder vender y no encuentra otra vivienda. Para colaborar con él durante este tiempo en que necesita recuperarse, los bomberos voluntarios estuvieron realizando diferentes colectas. Quien quiera aportar su granito de arena, lo puede hacer enviando dinero al CVU 00000031000001942331591 o al alias "el.loco.juarez.mp".

Alexis está en pleno proceso de recuperación y necesita de la ayuda de todos (gentileza Bomberos Voluntarios de Pocito).

Pese a que todavía no logra recuperarse y no sabe si algún día lo conseguirá al 100%, está muy agradecido. “Siento que volví a nacer. Incluso personas que no conozco hicieron cadena de oración por mí y se acercaron para verme. Cuando me metieron a la cirugía le dijeron a mi jefe que no sabían si iba a poder salir. Tengo 46 años, pero ahora voy a empezar a contar de nuevo”, sentenció.

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