Perseverancia

Perdió su casa por el terremoto y a su esposo por Covid: ahora busca cumplir su sueño

Alejandra Román de 34 años perdió su casa por el terremoto y a su esposo por Coronavirus. A pesar de las duras pruebas, no baja los brazas y lucha por cumplir su sueño: ser enfermera.
lunes, 17 de enero de 2022 00:00
lunes, 17 de enero de 2022 00:00

Alejandra es mamá y le tocó atravesar duras pruebas en tan solo un año. A causa del terremoto que azotó a la provincia, en enero del 2021, perdió su casa de adobe, tras desmoronarse en partes. Y cuando pensó que esa mala experiencia iba a ser la única del año, poco tiempo después su marido Cristian Templado contrajo Covid-19 y murió.

La joven es madre de 2 chicos, Ernestina y Benjamín, y vive en la casa de su suegra, que es su segunda madre. En este contexto, decidió no bajar los brazos y revertir la mirada que tenía del 2021 con una perspectiva de resiliencia. "Por mis hijos sigo de pie y comencé a estudiar para darles un mejor bienestar”, comenzó contando Alejandra Román a Diario La Provincia SJ.  

La vocación por la enfermería siempre estuvo en la vida de Alejandra, quien resaltó que por distintas situaciones tuvo que postergar su sueño. “Cuando yo era adolescente, me quedé embarazada, intenté entrar varias veces a la Facultad de Medicina en Mendoza, pero las posibilidades eran pocas.  Cuando yo rendí éramos 3000 estudiante para ingresar de los cuales ingresaban solamente 60, se me fueron acotando las oportunidades. Por más que yo estudiaba aprobaba y todo, no era suficiente. Después fui mamá y decidí dedicarle todo mi tiempo a la maternidad”, describió.

Alejandra tenía entre sus objetivos, poder irse al exterior para conseguir una mejor calidad de vida. “La idea era irnos a vivir, con mi familia, al exterior cuando me recibiera. Tengo amigas que viven en Australia y ellas nos invitaban, pero para eso debía tener mi título en mano”, remarcó.

Sin bajar los brazos, Alejandra siguió insistiendo para cumplir su objetivo de lograr estudiar lo que tanto le apasionaba. “Aprovechando que la carrera de enfermería era gratuita en San Juan y me puse a estudiar. Después de tanto insistir pude ingresar a la Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud, el 8 de marzo del 2021”, mencionó.

Y agregó: “no hice el cursillo, empecé a estudiar y me presenté a rendir. Justamente ese día nos iban a dar la nota y a la semana de eso, el 15 de marzo, internaron a mi marido por Covid-19. Fue todo un proceso estudiar y rendir, teniéndolo a mi esposo internado, fue muy complejo. El cursado, por suerte era virtual, los tiempos me daban para ir a visitarlo y a la misma vez poder estudiar y rendir”.

Alejandra comentó que, a pesar, del duro panorama que estaba atravesando, no se rindió fue aprobando cada una de las materias, “mis hijos eran unos genios, se portaban muy bien”. Además, seguía acompañando a su marido durante los cuatro meses que estuvo internado: “El 17 de junio mi esposo falleció con 40 años”.

Cristian Templado había recibido el alta de Covid-19, “se contagió de una bacteria intrahospitalaria, su cuerpo había quedado muy maltratado por el Coronavirus, esto complico más su panorama”, menciono Alejandra. Todo el proceso, en palabras de la mujer fue muy duro, sus suegros eran personas mayores de 65 años y por ese motivo no podían ir a verlo, mientras su marido estaba internado en el hospital. “Tuve que cargar con todo, mi marido iba a cumplir 41 años el 29 de junio”.

Los hijos de Alejandra, cursaban la escuela desde la virtualidad, después que falleció Cristian, el papá, retomaron la presencialidad. “Ellos necesitaba socializar, compartir con sus compañeros salir de este ambiente en el que todos estábamos tristes. No me quise cambiar de casa, ni nada por el hecho de que ya habían perdido a su papá, ya nos habíamos mudado de casa era todo un tema. Decidí quedarme un tiempo más en la casa de mis suegros, ellos realmente me hacen el aguante”, enfatizó.

Alejandra con su suegra

Actualmente, está estudiando Enfermería en la Universidad Nacional de San Juan, vive junto a sus suegros y parte de la familia. “En total son 12 personas aproximadamente en la misma casa, más mis hijos y yo. En verdad somos muchos”.

La joven mencionó que por el momento no tiene un trabajo estable y cuenta únicamente con una beca que le brinda la Facultad. “Mis padres y mis viejos me ayudan mucho, sino fuera por ellos yo no podría seguir estudiando. Es difícil, pero cuento con el apoyo de muchas personas. Estoy agradecida con los profesores que me hicieron el aguante, porque ellos tenían conocimiento del estado de mi marido. Ellos contemplaban mi situación, ya que eran momentos muy difíciles para estudiar”. 

Alejandra remarcó que sus hijos reconocen el esfuerzo que está haciendo para darles un mejor futuro, aunque en ocasiones le reclaman para que comparta más tiempo con ellos. “Quiero darles las herramientas para terminar de formarlos, ellos saben el esfuerzo que estoy haciendo, para que puedan progresar en la vida. Yo le inculco que el estudio es importante y que no hay que rendirse a pesar, de que existan días malos”, finalizó.

 

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