Historia

Transformando el dolor en esperanza: con 53 años comenzó a estudiar y lanzó un emprendimiento

Mamá, emprendedora y estudiante. Nancy abrió su corazón para contar como hizo para convertir todo su dolor en aprendizaje y hoy firme, sin importar los años, está concretando sus metas pendientes.
sábado, 1 de enero de 2022 13:14
sábado, 1 de enero de 2022 13:14

Nancy Quiroga, es una mujer oriunda del departamento Pocito, de 53 años que aprendió a convertir el dolor en esperanza para su vida. “Aprendí a vivir a los 23 años cuando pude formar la familia que tanto soñé desde niña”, resaltó Nancy a Diario La Provincia de SJ. 

“Trabajé desde los 5 años, todos los días de la semana, desde muy temprano hasta muy tarde, con solo recordar lo que fue mi niñez me angustia mucho. Hoy prefiero quedarme con aquellos momentos buenos”, afirmó Nancy, quién vivió su niñez su mamá, dos hermanos y su padrastro  

Nancy resaltó que tuvo breves momentos de felicidad que atesora fuertemente en su alma, junto a su hermano mayor, quien ella describe como su protector. Desde muy pequeña la vida le puso duras batallas lo que hizo que su infancia se fuera apagando. 

Los años pasaron y la situación comenzó a empeorar, cansada de sufrir violencia verbal y física, sumado a las malas intenciones que tenía una persona cercana a ella, decidió poner fin a esa situación. Con el apoyo de su hermano mayor, tomó la decisión de irse a vivir a la casa de una tía que vivía en Santa Lucía. “Fue muy triste porque esta decisión implicaba dejar a mi mamá y hermanos, pero no podía seguir viviendo ese infierno”, resaltó. 

Años después y con mucho esfuerzo empezó a superarse, con 18 años consiguió un trabajo como empleada con una familia muy buena, que le ayudó económicamente y también personalmente. Poco a poco y con mucho esfuerzo fue dejando atrás esos duros momentos de su infancia. 

Nancy con 23 años logró formar su familia, ese hogar donde prevalecía el amor y la alegría, con el que siempre soñaba tener desde pequeña. “Tenía mucha fe en Dios, yo sabía que esta realidad iba a cambiar y que todo lo que alguna vez lloré se iba a convertir en felicidad”, remarcó. 

Sus dos hijos, Fernando y Gabriela, junto a su marido Raúl, son su motivación para seguir superándose día a día, Nancy terminó sus estudios primarios de grande, con gran emoción resaltaba que fue una gran meta cumplida para su vida.  

“Con 52 años me llegó otra sorpresa a mi vida que realmente no me esperaba, mi hija junto a mi cuñada Norma, me daban la noticia de que me habían pre inscripto para terminar mis estudios secundarios, una etapa que realmente anhelaba mucho, pero que por distintas circunstancias había postergado”, resaltó Nancy. 

La vida comenzó a premiar todo ese dolor que debió vivir desde niña, con una entereza admirable, Nancy nos contaba que la pandemia le afectó mucho, porque este tiempo de aislamiento le hizo recordar momentos que creía haber dejado en el olvido, sumado a que la dejaron sin trabajo en pleno contexto de pandemia. “Comencé a padecer ataques de pánico resultado de acumular muchas situaciones que debía comenzar a soltar, con el apoyo de mi familia decidí enfocarme en otro proyecto para lograr mejorarme. Debía ocupar la mente en algo productivo y también sumar un ingreso económico en mi hogar, por eso decidí comenzar con un emprendimiento, en el que ofrecía diversas opciones comunes y aptas para celíacos”, detalló. 

Este emprendimiento fue creciendo día a día, tal es así, que lograron adquirir los elementos que necesitaban para seguir perfeccionándose y con gran emoción Nancy nos relataba que con mucho esfuerzo y perseverancia lograron comprar su primer auto. 

Acostumbrada a superar las circunstancias que le pone la vida, hoy Nancy afirma estar en su mejor momento, sus dos hijos son estudiantes universitarios, y eso es algo que la enorgullece en todos los aspectos. 

Nancy está terminó el primer año del secundario en el CENS del colegio Froilán Ferrero ubicado en Pocito, resalta el buen trato que tienen los docentes con ella, ya que le costó adaptarse al nuevo ritmo de la escuela. “Los profes me tienen mucha paciencia, muchas veces sucede que en las pruebas se me pone la mente en blanco y me frustro, pero con mucha tranquilidad los docentes me ayudan, para evitar que me sienta mal”, remarcó. 

“Hoy decido contar mi historia para mostrar que no hay edad límite para cumplir los sueños, jamás hubiera pensado lograr todo lo que estoy viviendo. Con mucha perseverancia y el apoyo de la familia se puede lograr. Ya solté ese pasado que tanto pesaba y abrazo fuertemente mi presente con ansias de mirar hacia el futuro”, finalizó Nancy. 

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