Un verdadero drama vive una familia en Albardón. La perra que criaron desde cachorra comenzó a cambiar su carácter y se volvió muy agresiva. Ahora empezó a atacarlos y tienen miedo que alguno de los niños chicos que tienen se conviertan en víctima del animal.
Erica Martínez vive con su esposo y sus hijos de 2 y 4 años en la zona de callejón Arévalo entre La Laja y Lozano, en Albardón. Allí tienen a esta perra que es cruza de pitbull con labrador. Además esta tuvo una cria que ahora es adulta y con la que pelea y también tienen otra perra a la que también ataca.
Allí la perra ya la atacó y también a su marido a quien le fracturó 2 dedos y quedó con tratamiento médico. "Vivíamos en Rawson cuando nos regalaron la cachorra. Se crió en el departamento y nos vinimos luego a vivir a la casa. Desde hace 2 años venía con el problema de atacar animales, pero nunca nos había atacado a nosotros", contó Erica a Diario La Provincia SJ.
Casi de manera paralela la perra se crió con otra perra pero comenzaron luego los problemas entre ellas. "Últimamente se puso muy agresiva y violenta y tiende a morder a otros perros. La perra siempre fue mala y no se dejaba agarrar. El tema es que cuando abrimos el portón para salir o entrar ella sale afuera y le sale a correr a los caballos, o otras personas o a quienes van en bicicleta y tenemos miedo que los muerda", agregó.
La perra y la cria que tuvo se han vuelto muy agresivas y más en las últimas semanas que no dudan en atacar hasta a los mismos dueños. Tal es así que el marido terminó con atención médica por su mordida.
"Necesito que nos den una solución, que se lleven esta perra porque tengo miedo que ataque a otra persona o a mis niños chicos. Busca siempre lugares para ingresar a hacer daño. Ataca los conejos y a la cria de la otra perra. Es el cuarto día que he llamado a la Secretaría de Ambiente para pedir ayuda pero nadie viene. No puedo seguir con esta perra porque es un peligro latente", destacó.
Por otro lado, Erica aclaró que la perra en su momento se ganó el cariño de la familia y por eso no quiere que la sacrifiquen ni que la tiren en cualquier lado. "No quiero ese final para la perra, y más porque nos hemos criado con ella y la hemos cuidado. Tampoco queremos tirarla para que ataque a otra persona. Queremos que nos ayuden", finalizó.
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