Día del Inmigrante

Día del inmigrante: la historia familiar de aquellos que llegaron a San Juan tras bajarse del barco

A comienzos del 1900 un censo estimó que la provincia tenía alrededor de 8 mil extranjeros, en su mayoría españoles, seguidos por los italianos. ¿Cómo y por qué eligieron estas tierras?.
sábado, 4 de septiembre de 2021 17:35
sábado, 4 de septiembre de 2021 17:35

Hablar de los inmigrantes es hablar de la historia del país, pero también de San Juan. En una época en la que miles de personas se desplazan a otras tierras buscando una mejor vida, es momento de recordar a quienes llegaron a este lugar con la misma esperanza: un futuro mejor.

El censo nacional de 1895 estableció que el 0,9% de los españoles residentes en Argentina vivían en San Juan, cifra que se fue incrementando con los años. Ya en 1909 el gobernador Carlos Sarmiento ordenó un censo local que estableció que de los 115.570 habitantes de la provincia, 7.949, eran extranjeros. De ese total, casi 4.000 eran españoles y 1.145 eran italianos. Llamativamente, había otro grupo grande de más de 1500 personas provenientes de Chile. 

La memoria de los que quedan
Vicente Llopis tiene 95 años, es español y desde hace 91 años vive en San Juan. "Mi padre se llamaba Vicente Llopis Tomás y mi mamá María Gilavert Navarro. Nací en Planes, pero toda mi familia era de Beniarrés. Éramos cinco: María, Milagros, Genoveva, yo y Miguel. En Argentina, a los tres meses nació Francisco, y diez años después, Teresa. Hablábamos en Valenciano, acá aprendimos bien el castellano, pero en la familia se sigue hablando en valenciano", contó a Diario La Provincia SJ.

Vicente era el mayor [entre los hermanos hombres], seguido por Miguel y Francisco.

El viaje en barco iba a ser toda una aventura para un pequeño niño de cuatro años. "En aquel entonces la ciudad de la que partimos no tenía puerto así que para poder llegar al barco nos teníamos que subir a un botecito a remo en el que entraban seis personas. Cuenta mi papá que ellos ya se habían subido cuando se dieron cuenta de que yo no iba con ellos y él salió desesperado a buscarme. Yo estaba entre medio de la gente, mirando todo. Él siempre contaba lo mismo mientras se reía", recordó entre carcajadas.

Vendieron todo lo que tenían en España para poder viajar cómodamente, pero no todos tuvieron esa suerte. "Nosotros habíamos pagado nuestro boleto por eso viajábamos bien y salíamos a la cubierta, pero había gente que no, y que viajaba abajo en el barco. El barco en comparación a los de ahora era chico, pero habrá tenido unos 40 metros".

Cómo llegaban a San Juan y por qué
La respuesta es sencilla, buscaban esperanza y había alguien acá que les tendía la mano. "Como la Argentina era tan grande, todo el mundo creía que iba a venir para acá y que, con trabajar un tiempo, después iban a poder volver y comprar media España. Pero nunca pudieron volver porque no les alcanzaba ni para el pasaje", explicó. 

"Para poder llegar a la Argentina una familia había firmado por nosotros, diciendo que íbamos a tener trabajo. Era una prima hermana de mi padre, Isabel, casada con Vicente Gómez. Calculo que llegamos a Buenos Aires y de ahí nos tomamos un tren y llegamos a San Juan a Pozo de los Algarrobos, nos instalamos en 25 de Mayo. Años después nos mudamos al Médano en donde vivimos hasta la fecha de hoy", recordó. 

Vicente Llopis padre, todavía en España, allí trabajaba de sereno y también en las cosechas. Falleció en San Juan 1950.

Ya instalados, hicieron lo mismo por otros familiares. "En el año 50, nosotros firmamos por otra familia, ella era prima de mi mamá y él era primo de mi papá, también se llamaba Vicente. Llegaron y estuvieron como dos o tres años viviendo con nosotros en el Médano. Acá comíamos porque teníamos animales, pero no nos sobraba nada".

El futuro entre lágrimas y recuerdos
Con casi la certeza de que ya no iban a volver a España, tenían que continuar su vida. "Conocí a mi esposa en un baile, una fiesta, Teresa Sánchez [también de familia española]. Ya éramos grandes, estábamos más cerca de los 30 años que de los 20. Estuvimos de novios unos dos años y medio. Nos casamos el 6 de octubre de 1957. Tuvimos dos hijos, Juan y Gladys, cuatro nietos, Gabriela, Ricardo, Berenice y Juan Pablo y dos bisnietos Emanuel y Facundo".

Sin embargo, el dolor del desarraigo quedó para siempre en los mayores. "Mi papá falleció en el año 50 en la misma semana en la que llegaron nuestros parientes de España. Mi madre se murió creo que en el 78, llorando, arrepentida de haberse venido y dejar su pueblo querido", sentenció Vicente. 

 

Con todo mi amor para mi abuelo Lolo y para todos los abuelos que atravesaron un gran charco para construir las bases del San Juan de hoy.
 


 


 
 

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