Emprendimiento

Pink Floyd, el bar con un "popurrí" de estilos que cautiva a sanjuaninos de todas las edades

La nueva propuesta nació de la mano de dos amigos que supieron enfrentarse a los desafíos y crear un espacio diferente.
jueves, 26 de agosto de 2021 15:30
jueves, 26 de agosto de 2021 15:30

El amor por un bar y las ganas de ofrecer en San Juan "algo diferente", hicieron que dos amigos de la provincia, dedicados a mundos lejanos a la gastronomía, se unieran para adquirir una icónica confitería del microcentro provincial y convertirla en una propuesta que enamora a un público de todas las edades. 

Se trata de Pink Floyd, un bar ubicado en calle Mendoza 175 sur, entre Rivadavia y Laprida, desde donde Juan Cruz Silvera quien trabaja en la minería, y Maira Jofré, a cargo de una estética, cautivan con una propuesta gastronómica propia y una "onda" para todos los estilos que acoge a todo el que asiste en busca de un momento de relajación. 

La joven dialogó con Diario La Provincia SJ y señaló que si bien ambos estudiaron gastronomía, sus labores los mantenía lejos de la profesión, amor al que decidieron volver con un proyecto en común. "Fue muy difícil emprender en pandemia, yo tenía un kiosco en una escuela y cuando los chicos no fueron más a clases presenciales, me quedé con toda la mercadería. Por otro lado mi socio empezó a subir menos (a las minas) y por eso tratamos de ver qué hacíamos. Es un popurrí, algo descontracturado con mesas rústicas y un estilo muy libre". 

Los jóvenes siempre se encontraban en la antigua firma del café y por eso, tomándolo como parte de un lugar propio, decidieron adquirirlo y transformarlo por completo a lo que se conocía antes. En este aspecto, durante la mañana funciona como café mientras que en la tarde noche se convierte en restaurante - bar. 

Allí, las particularidades de la propuesta, llaman la atención de todos, ya que los antiguos clientes se sientes atraídos por una carta de presentación hecha en discos de vinilo, mientras que los nuevos que pasan a conocerlo, se cautiva con las opciones de comida y los shows de bandas. 

"La comida tiene un toque gourmet pero casero", resaltó Maira, quien además subrayó que la decoración de los platos que su socio ofrece es uno de los principales atractivos del lugar. "Además tenemos un entrepiso que queda libre para el uso del público, para talleres y diferentes actividades, desde 14 a 18 horas, sólo con una consumición", contó. 

La propuesta se encuentra libre de tecnología en cuanto a pantallas, y a cambio los clientes pueden pedir diferentes diarios, revistas, libros y juegos de mesa para relajarse y disfrutar mientras disfrutan de las comidas y bebidas. "La idea es darle un ambiente cultural - artístico para talleres gratuitos, abiertos para que cada uno pueda crear lo que le guste", finalizó. 

 

Comentarios