En contexto de pandemia, muchas familias perdieron sus fuentes de trabajo y en la búsqueda de nuevas oportunidades, la fe es un elemento de apoyo. Y este mes, tiene un intercesor especial: San Cayetano. En San Juan ya comenzaron las fiestas patronales y en la parroquia Santo Domingo de Guzmán, en el barrio Parque Industrial, en Chimbas, una de las más convocantes para los fieles, los promesantes le dejan sus intenciones al santo del pan y del trabajo.
“Estamos en plena novena y las peticiones tienen que ver mayormente con el trabajo pero este martes vamos a dedicarlo a los enfermos, en especial a quienes están afectados por coronavirus”, destacó el sacerdote Pablo Figueroa a Diario La Provincia SJ.
Si bien la afluencia es importante, por protocolo se ha marcado que la ocupación del templo debe llegar al 50% y con ello, son 75 personas las que pueden estar presentes por celebración. “Al igual que el año pasado, hemos quitado los bancos y colocamos sillas, para facilitar mantener la distancia y una vez que se ocupan todas, ya no puede ingresar nadie al templo. Además, al ingresar se les toma la temperatura, se les coloca alcohol y tienen que usar barbijo”, detalló.
Más acostumbrados a cumplir con las medidas sanitarias, el sacerdote destacó que espera que se mantenga la participación de los fieles como en la novena del 2020 y especialmente en el día del santo, el próximo 7 de agosto. “Será sábado este año y creemos que eso va a facilitar que la gente vaya a la parroquia. Los pedidos son fundamentalmente conseguir el trabajo que necesitan ya que cerraron las empresas o comercios en los que estaban o los despidieron por la situación de pandemia y otros, agradecen que aún lo tienen y lo conservan. Además, están quienes obtuvieron la gracia de lograrlo en estos meses. Vale destacar que esta pandemia ha hecho daño no sólo en lo laboral sino en todos los órdenes de la vida, entre ellos el espiritual”.
Relacionado a ello, el padre Figueroa señaló el impacto en las familias por los casos de enfermedad y las muertes de seres queridos, marcadas por el distanciamiento y la imposibilidad de dar un último adiós en un velatorio tradicional. “Hay mucha angustia y desesperación y buscan en San Cayetano un intercesor para que les conceda la paz y lo que necesitan. Muchos miembros de nuestra comunidad han partido por causa del COVID y familias quedaron destrozadas por esta enfermedad. Esto causa un dolor que los lleva a buscar apoyo en la fe y sobre todo, ser escuchados. Además, el no poder hacer parte del duelo en lo que se refiere a dar un responso al ser querido y despedir a padres, hijos, hermanos que murieron por COVID tras una última vez en la que los vieron ingresar a internación, es muy difícil. Eso angustia mucho y por eso, buscan una charla, contención y refugioen la fe”, describió.
En esta fiesta patronal y ante la devoción de los fieles, se buscó, como el año pasado, sumar más misas para el 7 de agosto: 10 hs, 11.30, 14, 16 hs. que será presidida por nuestro obispo auxiliar Carlos María Domínguez y la última, a las 19 hs. “Dejamos el espacio para sanitizar el templo. Además, el municipio y la policía comunal nos ayudará con el orden, la iluminación y al respeto a la capacidad de ocupación de la parroquia. Además, estamos terminando de definir si podremos realizar una caravana con la imagen del santo por la zona”, marcó.
Conocedor de lo que significa San Cayetano para los sanjuaninos creyentes, el sacerdote invitó a “no perder la esperanza en estos tiempos de desesperación generadas por la pandemia. Podemos confiar en el santo del trabajo y el pan y pedirle que interceda ante Dios para que conceda lo que necesitan, sobre todo el trabajo que dignifica y ayuda a fortalecer vínculos también”.
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