Huaco es un pueblo de 950 habitantes y en el corazón está el lugar que ven como la "salvación": el hospital Buenaventura Luna. En aquel rincón de Jáchal hubo un fuerte brote de coronavirus, que incluso dejó a jóvenes en gravedad y algunos adultos mayores muertos. Sin embargo hoy el escenario es otro, con muy pocos casos activos y se espera que el escenario sea aún mejor en los próximos días.
"Hubo 2 fallecidos por covid. Uno tenía 75 años y el otro 86 años. Han habido pacientes jóvenes que estuvieron graves. Fue un brote que fue muy agresivo. Tuvimos 15 casos hace unas semanas, 6 casos la semana pasada y ahora solo 3 activos", explicó el doctor Guillermo Muñoz, director del nosocomio, a Diario La Provincia SJ.
En el hospital, se hace atención general, con controles a embarazadas, a niños, y dando respuestas a diversos problemas de salud. Pero también en el nosocomio está el consultorio covid, donde se hacen los hisopados y se atiende a los que tienen síntomas.
Quien hace la atención es el mismo director que trabaja con quienes tienen síntomas respiratorios o son covid-19 positivo, además él hace los hisopados. "Por lo general atiendo 5 a 6 pacientes por día, algunos que ya sé que tienen covid y otros que son contactos estrechos", aclaró.
Si bien Huaco es un pueblo chico, las sensaciones ante la enfermedad son de lo más diversas y varía de acuerdo a las edades. Hay gente que tiene miedo y otros que no, en este último caso son sobre todo los jóvenes.
"Siguen habiendo fiestas clandestinas, reuniones sin barbijo entre vecinos y ha sido motivos de brotes acá. Lo toman similar a la ciudad, se juntan, salen pero también hay otros que no salen por miedo", subrayó Muñoz quien destacó que ve el estado de ánimo de la gente como bueno, sin grandes cambios ni agresividad.
El médico como figura paterna
Guillermo Muñoz es mucho más que un médico rural o el director del hospital del pueblo. Él es como "un padre", que es muy respetado entre los huaqueños.
"Trabajar en el hospital, en lo personal lo veo en algunos casos cómodo, y en otros complicado. Ningún lugar de trabajo es perfecto. La parte linda y cómoda es la educación de la gente, el respeto al profesional, a diferencia de la ciudad que sufrí faltas de respeto. Eso lo hace un trabajo bueno", destacó Muñoz y agregó: "lo que a veces complica, en lo que hace a la salud, es la distancia que tenemos desde Huaco hasta el hospital San Roque que son 60 kilómetros. En caso de una urgencia debemos transitar muchos kilómetros y complica la distancia a la Ciudad de San Juan".
Muñoz vive en Huaco con su familia pero sus padres y suegros son oriundos del Gran San Juan, a quienes sin duda extraña y no ve tan seguido. Cada tanto él viaja y atienda también en una reconocida clínica de Capital.
Pese a que tiene asma, ya le pasó que contrajo coronavirus y tuvo que aislarse en Huaco con su mujer e hijo. Luego pudo salir adelante y sobreponerse para volver al ruedo y sus funciones.
"Trabajar en Huaco es completamente lo opuesto a la Ciudad. Tenemos que hacer todo en manera empírica, según los síntomas del paciente, sin tener laboratorio. Se hacen las muestras y se mandan una vez a la semana al hospital San Roque y tarda una semana el resultado. Uno tiene que ser muy cuidadoso y debe ser muy minucioso para evitar los errores de diagnóstico", confesó.
Finalmente destacó que los vecinos de la zona se refugian en el rol del médico y confían plenamente, algo que lo llena de satisfacción. "Es un papel más importante, es como el gran padre. Por ahí cuentan problemas que no competen a la medicina", finalizó entre risas.
