El terremoto del pasado 18 de enero en San Juan dejó una nueva marca en la historia de la provincia, y debido al avance de la tecnología con la que se cuenta en la actualidad, muchos fueron los estudios y análisis que se realizaron del sismo, a diferencia de los anteriores ocurridos a través de los años, desde 1944.
En este caso, el Instituto Nacional de Prevención Sísmica -INPRES-, comenzó a ser solicitado en decenas de obras, no sólo para dar su mirada en nuevas construcciones, sino también para incorporarla en importantes proyectos que tienen como escenario a la provincia, y que se preocupan por medir la sismicidad local.
“Hemos notado que hay más conciencia en la población al querer hacer cualquiera de las obras, ya que están sensibles con lo que ha pasado en enero y quieren estudios de sismicidad, de amenaza sísmica. A eso nosotros insistimos que nos falta instrumentación para tener un monitoreo, y cuando lo hacemos, caemos en equipos que son caros, que se compran en el exterior y en darle un largo plazo a esta mirada de medir los sismos y localmente cerca de las obras”, aseguró Patricia Alvarado, directora de INPRES, a Diario La Provincia SJ.
La Directora, aseguró que eso está pasando con El Tambolar, obra que actualmente cuenta con un proyecto que pretende instrumentar y hacerse en conjunto con el INPRES y el CONICET. "Va a ser de vanguardia en el país porque va a monitorear en el antes, durante y después del llenado del embalse. Hemos tenido muy buena comunicación con ellos, ya llevamos un tiempo pero al ocurrir el sismo en enero se ha activado este proyecto”, subrayó.
El interés por este aspecto no se da sólo en San Juan sino también en otras provincias del país, como en el sur donde ya se han firmado varios convenios. "El concejo que da el INPRES es poder tener la instrumentación para poder hacer el monitoreo, ya sea por una cuestión ambiental, para ver si a futuro cambia o no, si se genera sismicidad inducida por la mano del ser humano que modifica el ambiente. Hay que incluirlo en las nuevas planificaciones, es un nuevo concepto a la hora de planificar obras en el país”, dijo Alvarado.
En este marco, agregó: “Hay otro estudio que hace el INPRES con todo lo que es el impacto ambiental con las minas, está trabajando en el proyecto Josemaría y ya van más de dieciséis reuniones. Frente a otros organismos, el INPRES que sí hace una normativa, que mide los sismos, ellos quieren tener esta opinión para cualquier planificación. También está muy sensible el tema del terremoto y son muy activos en poder ver todo esto y lo hacen en una comisión conjunta, esa es otra cosa que era diferente antes y ahora con el sismo, de cómo encararlo”.
Por todo ello, el INPRES tiene la intención, tras cada una de las consultas e incorporaciones a los equipos que recepciona, de que sea personal autorizado en brindar las informaciones y acompañamientos para así avanzar también en experiencia y tecnología.
“Queremos que esa palabra autorizada para aconsejar el instrumental, para medir lo haga el INPRES, porque a veces hay equipos ya obsoletos con, a lo mejor, una posibilidad de aplicación y se puede comprar una tecnología no sólo comparable en precio y que puede servir, no sólo si pasa algo con un sismo, sino también para monitorear la sismicidad regional. Esa palabra autorizada para saber cuál es el equipamiento y verlo como parte de la obra es un cambio de paradigma que nos va a mejorar a todos”, concluyó Patricia Alvarado.
