Son dos de los actores más carismáticos y atractivos de la televisión de la Argentina. En 1995 llegaron por primera vez juntos a San Juan y revolucionaron a toda los fanáticos y "cholulos". Gustavo Bermudez y Araceli González pasaron por esta provincia en marzo de aquel año y la respuesta de la gente estuvo cargada de expresiones de afecto.
A diferencia de los últimos, cuando hablar de arribo a la provincia de "famosos" es casi común, por aquel entonces esto era algo muy raro y poco frecuente. Y mucho menos si se trataba de filmar una ficción por estas tierras como sucedió con "El Sheik", la novela que estuvo ambientada en los Emiratos Árabes y que se rodó en varios escenarios de esta provincia, entre estos el Sirio Libanés y en El Salado, en La Laja, Albardón.
Precisamente en este último lugar ambientaron todo lo vinculado al desierto árabe, allí se armaron grandes campamentos e incluso se representó una batalla con actores a caballo y el sol como principal testigo. En aquel entonces, hubo casi 90 actores que trabajaron como extras y usaron armamentos de los años 50.
Pero en este escenario se dio una de las escenas más simbólicas de toda la novela: el momento en el que Gamal, el sheik de Sajar (Gustavo Bermudez) conocía a Virgina, la hija del embajador (Araceli González). La imagen con todo el desierto sanjuanino de fondo fue atrapante en todo el país.
Las escenas grabadas en San Juan fueron organizadas en 25 capítulos pero más allá del set de grabaciones se armó un verdadero "mundo paralelo" con los fans de los actores, especialmente la platea femenina. Es que tanto Gustavo Bermudez como Araceli González se alojaron en el hotel Nogaró, hoy hotel Provincial.
Por aquel entonces, los fans se agolpaban en toda la plaza 25 de mayo, sector calle General Acha, para aclamar el nombre de los actores. Con banderas y carteles marcaban su presencia y se avalanzaban a la trafic que trasladaba a los actores a los set de grabaciones.
Lejos del vedetismo, ambos siempre se mostraron muy simpáticos y si bien no firmaban autógrafos, sí salían a la terraza del lugar donde se alojaban para saludar al público varias veces al día.
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