Historias

Julieta, la sanjuanina radicada en Buenos Aires que dejó todo y ahora es un boom con sus huevos ecológicos

Dejó la provincia para probar suerte en la gran Ciudad, pero hace unos años decidió hacer un cambio rotundo de vida e instalarse en el campo cuidando gallinas y vendiendo comida saludable a bordo de un food truck.
sábado, 5 de junio de 2021 17:56
sábado, 5 de junio de 2021 17:56

María Julieta Galleguillo es una sanjuanina que tuvo al menos dos cambios importantes en su vida que necesitaron de decisión y valentía. El primero fue el dejar sus trabajos como periodista, armar sus valijas e instalarse en Buenos Aires. El segundo, volver a armar su equipaje pero esta vez dejando los zapatos altos y la ropa formal de lado. 

Es que el segundo reto no fue solo el cambiarse de ciudad sino también de profesión. Durante la pandemia, sus huevos de campo fueron un boom en su ciudad y alrededores, tanto que ya está pensando en ampliar el gallinero.

"Soy periodista, trabajé en prensa de la UNSJ y en diversos diarios. Me vine para Buenos Aires buscando trabajo de lo mismo. Entré a la Universidad de Avellaneda en donde estuve trabajando en el área de ceremonial y protocolo, y luego en una universidad privada. Mi pareja, un día dijo ‘me cansé de la ciudad, vámonos al campo’. La idea era medio loca, porque él siempre trabajó en sistemas y yo en comunicación, así que los dos estábamos detrás de una computadora", contó Julieta a Diario La Provincia SJ.

Julieta y Miguel decidieron hacer un cambio radical en sus vidas.

De las letras a la gastronomía libre
Así fue que decidió dejar de lado su pasión por escribir, en búsqueda de una vida mucho más tranquila que la que la "ciudad de la furia" les ofrecía. "Vivíamos en Caballito, justo arriba del subte y nos vinimos al campo en Mercedes. Llegamos con la idea de probar y nos enamoramos del lugar. Siempre nos gustó la gastronomía así que decidimos comprar un food truck con el que recorrimos ferias y fiestas vendiendo pizzas. Hacemos comida para celiacos y vegetarianos, tratamos de orientarnos hacia el lado ecológico y sano. Nos iba bastante bien e incluso viajábamos un montón".

Con su food truck recorrieron varios puntos del país e incluso volvieron a San Juan para la Fiesta Nacional del Sol.

Llegaron en varias ocasiones hasta la Fiesta del Sol con su camión, de hecho, esa fue la última vez que pudo visitar a su familia, en febrero del 2020. "Llegó la pandemia y todo cambió. Nosotros siempre habíamos tenido gallinas de mascotas porque nos gustan mucho los animales. Teníamos un terreno muy grande y decidimos hacer un gallinero y comprar más gallinas. Ahora tenemos una granja de gallinas libres", explicó.

Así nació "Bravos Pajaritos", el emprendimiento que ya lleva ocho meses dotando a la comunidad de huevos de campo y que cada día sigue expandiéndose. Incluso ya tienen alrededor de 300 gallinas que se crían en libertad, pero que les demandan atención y amor como cualquier mascota. 

Huevos para todos
"Nos enamoramos de las gallinas. Nos levantamos muy temprano porque las gallinas te lo exigen. Si no te levantás te van a buscar [ríe]. A las siete de la mañana les damos de comer y ya arrancan con la pelea para elegir el mejor cajón para poner huevos. Hay todo un proceso para la postura de huevos, pero nosotros no intervenimos. Recién al mediodía volvemos a darles un poco de maíz. Si bien ellas viven al pastoreo y podríamos no darles, pero preferimos reforzar un poco su alimentación. Además, tenemos gallos y pollitos. Alrededor de las cuatro o cinco de la tarde recogemos los huevos", contó Julieta. 

En un comienzo, la producción de huevos era para consumo propio, pero fue la pandemia lo que los obligó a buscar un mercado que, por suerte, los recibió con los brazos abiertos. "Arrancamos regalando a nuestros vecinos, amigos y parientes. Cuando la pandemia no nos dejó vivir del food truck, comenzamos a vender a través de Instagram. Nuestros primeros clientes eran particulares de Mercedes, y después ya nos contactaron de dietéticas y desde hace dos meses vendemos en una feria de Tomás Jofré, un pueblo turístico cercano", detalló la emprendedora. 

El futuro está a la vuelta de la esquina
Sus huevos son un éxito y la pequeña empresa está pensando en expandirse. "Por suerte estamos con una semana de demora de los pedidos porque no llegamos a cubrir la demanda. Estamos con ganas de comprar más gallinas pero eso implica abrir un poco más el terreno. La idea es dedicarnos a full de esto. Vivimos de cuidar animales y ‘¿a quién no le gusta?’, es hermoso esto. Nos encanta el laburo. Por ahí no sabemos en qué se nos pasó el día y estuvimos adentro del gallinero haciendo reformas".

Además de los planes de ampliación, no descartan transformar su espacio para que otros puedan disfrutarlo. "Nos gustaría convertir nuestro espacio en una granja turístico-educativa, en donde puedan venir los chicos a pasar el día y enseñarles. Ahora tenemos solamente gallinas, pero nos gustaría ampliarlo con conejos, vacas, chanchos. No sería para vender carne ni faenar, sino para enseñar", aseguró Galleguillo. 

"Creemos que es muy importante este cambio que tiene que ver con la agroecología, el dejar de aceptar las cosas que vienen empaquetadas. Dejar de comer ciertas cosas porque vienen de tal o cual marca, cuando en realidad no sabemos cómo está hecho. Es algo que cada vez toma más fuerza y es muy importante cuestionarnos sobre lo que comemos. Los duraznos que comíamos en la casa de la abuela que tenían gusanos, no era que estaban feos; tenían gusanos porque estaban buenos, eran sanos, por eso los elegían los gusanos. Eso se perdió y comenzamos a comprar cosas llenas de veneno, y eso a veces uno no lo sabe. La agroecología es uno de los caminos para salvar al planeta y nosotros vamos por ese lado", sentenció la periodista.

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