Desde hace semanas atrás, San Juan siente el impacto de la segunda ola de coronavirus y aunque en los últimos días la cantidad de casos mostró una leve disminución, desde el Ministerio de Salud Pública se muestran producentes con las cifras semanales. De la mano de este escenario, son muchos los que logran superar el virus después de estar internados en estado crítico y comienzan el proceso de recuperación que cada vez es más largo y complejo.
Uno de los aspectos a los que se deben someter es una rehabilitación kinesiológica a la cual llegan sanjuaninos cada vez más jóvenes y con serias complicaciones en la salud, debido a la lucha contra el Covid-19. “Hay mucha ansiedad con respecto a la rehabilitación, nos pasa mucho que nos piden domiciliaria, pacientes que aún no les han dado el alta, que todavía no dan covid negativo, por lo que hay que explicarles que deben tener un PCR negativo para comenzar con la rehabilitación post covid”, comenzó explicando Luis Martínez, kinesiólogo y representante de la Asociación "Kinesiólogos Unidos", a Diario La Provincia SJ.
El profesional sostuvo que en promedio, los pacientes que llegan a tratamiento, están entre los 40 y los 44 años, es decir, pacientes muy jóvenes de edad, a comparación de los recuperados del virus que se sometían a sesiones kinesiológicas en 2020. "El año pasado estábamos preocupados por la gente de más de 60, 70 y 80 años, y la gente que hoy pide rehabilitación van incluso hasta los 50, bajó más de 20 años el promedio”.
“Específicamente, sobre los pacientes que comienzan rehabilitación post covid, trabajamos sobre un control estricto en oximetría de pulso, para saber cuánto oxígeno están saturando, tratamos de manejar valores por arriba de los 92% o 93% de saturación, y la frecuencia cardíaca. Notamos que llegan con una frecuencia cardíaca alta ya que han estado con un mayor esfuerzo. Al no poder ventilar, no poder incorporar oxígeno durante mucho tiempo, el gasto cardíaco aumento en esos días”, detalló sobre el proceso.
Martínez explicó que con el Covid se produce una inflamación a nivel pulmonar y alveolar, y eso lleva a que cueste un poco más un intercambio gaseoso de oxígeno en la sangre. "Son pacientes que llegan medicados, que estuvieron muchos días postrados en una cama con una mecánica ventilatoria a lo mejor alterada, con una disminución en la capacidad de oxígeno y totalmente débiles. A partir de esa evaluación, iniciamos un protocolo de tratamiento que consiste en patrones musculares respiratorios para ayudar a facilitar al paciente a que pueda respirar con normalidad y que recupere los volúmenes de oxígeno que deben tener”, reveló.
En este sentido, generalmente, el trabajo es personalizado y en sesiones de 30 a 40 minutos con ejercicios graduales progresivos, para que aumente la capacidad pulmonar. Además se trabaja sobre las contracturas musculares que los pacientes presentan a nivel cervical y dorsal.
“Son pacientes que han estado con respiración forzada mucho tiempo, más allá de que recibieron oxígeno, los músculos respiratorios se contracturan de una manera tremenda, ellos piensan que se van a morir, entonces están todo el tiempo tratando de retener el aire. Vienen con debilidad muscular en las piernas bastante importante, por lo que se trabaja con bicicleta fija, pelotas y thera band, todo muy suave, tranquilo y con cada cambio de postura los controlamos en oximetría de pulso y frecuencia cardíaca para ver cómo evolucionan”, dijo el kinesiólogo.
“Hay pacientes que llegan, están una semana, se recuperan muy bien y suspenden el tratamiento. Con la inflamación pulmonar alveolar, el proceso inflamatorio puede durar hasta tres meses a nivel pulmonar, en ese caso deberíamos pedirse al paciente que venga de unas 20 a 35 sesiones y si bien hay gente que lo hace, otras personas dicen 'hasta acá', también por la realidad económica”, agregó sobre el tratamiento.
“Las secuelas que quedan después del covid son muchos, entre problemas hipertensivos, cardiovasculares, trastornos neurológicos, ya que es una enfermedad sistémica y afecta a muchos órganos. Lo que más se ve es que persiste durante mucho tiempo la pérdida del olfato y del gusto, también una tos que les queda y la sensación de debilidad muscular, trastornos en el sueño por lo traumático del proceso, si no respiran bien y no hay buena oxigenación, el cerebro tampoco lo va a estar. Hay un común denominador que son erupciones en la piel, que se lo atribuyo a la medicación o al estar tantos días postrados en la cama”, finalizó.
