Historias

Filmaron historias del terremoto y lograron que una familia construya su nueva casa en Sarmiento

Los jóvenes que integran el Club Audiovisual Sarmiento visibilizaron las duras realidades de familias de localidades sarmientinas. Impulsaron una campaña para reunir fondos y compraron materiales para que una familia pueda edificar su nueva vivienda.
domingo, 9 de mayo de 2021 08:30
domingo, 9 de mayo de 2021 08:30

“Jóvenes hicimos algo tan grande como cambiarle la vida a Lorena y a sus hijos en todos los aspectos. Ya no se va a tener que preocupar cuando vea que está nublado y puede llover por la fragilidad de su techo y demás. La vida le va a mejorar muchísimo”. En esas palabras, Braian Espinoza (22), integrante del Club Audiovisual Sarmiento, resume el resultado de una misión solidaria que nació con el propósito de visibilizar las historias de las familias de Sarmiento afectadas por el terremoto y se convirtió en algo inmenso.

El joven, todavía emocionado por el camino transitado, explicó a Diario La Provincia SJ que el Club nació como una propuesta creativa para los jóvenes de Sarmiento y nunca pensaron lo que se generaría después.  “El Club inició con un grupo de amigos en las vacaciones de verano. Mientras tomábamos un jugo, hablábamos que queríamos hacer algo distinto en Sarmiento. Entonces nos propusimos: “formemos un club audiovisual y hagamos algo de cine". Soy egresado de la ENERC, me recibí hace dos años y me apasiona. Además, otra de las chicas del grupo se está por recibir de profesora de Teatro en la UNSJ y participaba de los cortos de la ENERC así que nos gustaba la movida de hacer cortometrajes. El resto del grupo, que son más chicos, se sienten muy atraídos por el rubro audiovisual, de poder crear contenidos, hacer fotografías y contar historias locales, hacer documentales y ficción”.

Algunos de los integrantes del Club Audiovisual Sarmiento.

Fue así como 8 integrantes cuyas edades van de 22 a 16 años, el mismo día que decidieron unirse en esta propuesta, con la cámara de Braian en mano, salieron a filmar su primer cortometraje de ficción. Para ellos, lo que fue improvisado terminó editado en un minuto y medio y al compartirlo en las redes sociales tuvo mucha repercusión. “En Sarmiento mucha gente lo vio y en menos de un día tuvimos 350 visitas. Para nosotros era muchísimo”, destacó.

A los dos días del terremoto del 18 de enero, Braian no podía dejar de pensar en las familias que resultaron afectadas en su departamento. “Necesitaban hacer oír su voz, ser escuchadas y que vieran la situación que estaban viviendo. Entonces salimos con uno de los chicos del grupo y mi papá Toly Espinoza, que siempre nos está ayudando en todo, y llegamos a Cochagual. Había familias durmiendo afuera de sus casas porque tenían el techo trizado o se les había caído una pared de su casa y tenían miedo de las réplicas. Era muy triste saber que llevaban más de dos días y no habían recibido asistencia ni nada. Tampoco podían salir porque tenían todas sus cosas afuera y el que llegáramos allí fue una ayuda para ellos. Sacamos las cámaras y empezamos a documentar, grabar historias sobre cómo estaban viviendo y cómo les impactó el terremoto”, detalló.

La gran sorpresa para Lorena: su vida empezará a cambiar con una casa digna.

Después de eso, editaron el material y lo subieron a las redes, con la historia de dos o tres familias en principio. A partir de ello, la ayuda empezó a llegar: alimentos no perecederos, agua y ropa. “Eso nos incentivó para ir a buscar más historias de vida para visibilizar. Día tras día fuimos visitando más lugares y ese grupo inicial de 8 personas se agrandaba cada vez más. Un día, se sumó una caravana con personas de Capital, Rawson y Chimbas y nos organizamos para repartir toda la ayuda solidaria. Pasamos por Cochagual, Tres Esquinas y San Carlos, por ejemplo. También se nos sumó un grupo misionero católico que reunió más donaciones. Era necesario que hubiera más manos porque no dábamos abasto para ayudar. Lo hacíamos de corazón, para estar con ellos en ese momento tan duro”, marcó Braian que confesó que en varias oportunidades no pudo evitar conmoverse hasta las lágrimas.

La casa de Lorena se vino abajo con el terremoto. Al día siguiente la levantó otra vez, con caña y barro.

A la par, documentamos muchas situaciones de vida muy duras y si tuviera que elegir una palabra para describirlas sería empatía. Nos dolía mucho que lo que les pasaba a ellos, nos podría haber pasado a nosotros. Estaban a 5 o 10 km. de Media Agua, muy cerca nuestro, y vivían esa realidad tan dura. Lloré varias veces con esas historias. Había chicos de mi misma edad y no tuvieron las mismas oportunidades que yo en educación, ni en calidad de vida. El terremoto dejó en evidencia lo que hace mucho tiempo estaban pasando. No eran oídos por la sociedad y por el Estado, estaban marginados. Me daba mucha angustia y sentía la angustia de la gente. Pero a la vez, percibía también que se sentían escuchados por este grupo de jóvenes que les prometió que iban a volver y así lo hicimos. No podíamos dejarlos así e íbamos a llevarles agua, porque tomaban líquidos turbios, y alimentos no perecederos. Un granito de arena íbamos a aportar”, afirmó.

En una de las charlas del final de la jornada, en ese intercambio, Braian propuso algo que los movilizó: “somos capaces de hacer algo más grande; esto no puede quedar acá. Podemos ayudar con materiales de construcción. Podemos darle la vuelta a la idea y ayudar a familias con mucha urgencia”.

Fue así que idearon una campaña para reunir fondos a través de una página de Internet GoFundme y contaron en “Terremoto en Sarmiento” qué motivaba su iniciativa en detalle: “Les pedíamos que donaran lo equivalente a un ladrillito para ayudar a construir o reconstruir la casa de una familia afectada. Entre todos viralizamos el link y adjuntamos videos e imágenes para mostrar la realidad de las familias. Recibimos ayuda de todos los departamentos de San Juan, nos enviaban saludos y mensajes de aliento, Mendoza, Neuquén y Buenos Aires”.

Lorena contó su historia ante las cámaras sin sospechar lo que vendría.

Nos pusimos como meta llegar a los $20.000; que con ese dinero algo íbamos a poder comprar. Pero los superamos y llegamos a los casi 100.000. No creíamos que nosotros habíamos sido capaces de llegar a tantos lugares. La donación mayor nos llegó desde España. Una familia recibió nuestra historia y la compartió con un grupo de amigos y ellos, a su vez, la comentaron con su grupo de trabajo en una empresa. Nos enviaron el equivalente a $50.000. Un día estábamos cargando la página, actualizo y veo en una misma donación $50.000. ¡No lo podíamos creer!”, destacó Braian, emocionado aún por lo que consiguieron.

Con la meta alcanzada quedaba un trabajo no menos difícil: definir cómo iban a gestionar esos fondos. Allí sobresalió un nombre. “De todas las historias que habíamos documentado, la que más nos conmovió fue la de Lorena. Ella necesitaba urgente una casa y compartió con nosotros su historia de vida, muy compleja y dura. Vive en la localidad de Tres Esquinas, en el fondo de la casa de su mamá en una construcción muy precaria que sus hermanos le ayudaron a levantar con caña y barro. El techo era de cartón y nylon y nada más”.

Lorena es una mamá soltera con 4 hijos, que trabajaba en las cosechas en las fincas. Al finalizar esa etapa, se emplea en lo que surja y se ayudaba con el dinero de las asignaciones que percibe por sus hijos. Con el terremoto, la humilde casa “se desarmó”. Les relató a los jóvenes que al día siguiente, recuperó materiales, hizo la mezcla de barro y comenzó a levantar esas frágiles paredes nuevamente. Como pudo, las revocó.

Con esa historia, lloré muchísimo. Su hijo mayor tiene 17 años; una edad próxima a la mía y una historia de sacrificio. Lorena se va cada día a las 5 de la mañana para trabajar y le pesa dejar a sus hijos en su casa tan insegura. Pero si no trabaja, no hay comida. Me decía que soñaba con tener un piso de cerámico bajo sus pies y no tierra. Que cuando viajaba en colectivo, miraba con admiración las casas a su paso y se imaginaba cómo sería vivir en una de ellas. Se me partía el alma”, recordó.

El día que les cambió la vida

Tras conocerla y durante y después de la campaña, los jóvenes siguieron visitando y asistiendo a Lorena con donaciones. Nunca le dijeron que la habían elegido para ayudarla a levantar su nueva casa.

El gran día, Braian fue a visitarla: “Le llevé una caja con alimentos no perecederos y le propuse que hiciéramos un video con su historia de vida porque gracias a eso, la gente seguía colaborando y hacía sus donaciones. “Quiero grabar su historia porque merece ser contada”, le dije”.

Ella se arregló y sentada a la mesa de su comedor, compartió una parte de su vida ante la cámara de Braian. Al terminar, lo inesperado. “En realidad, hay mucha gente que ha visto tu historia, que te conoce y que quiere ayudarte. Salí que tenés una sorpresa”, le expresó Braian.

Al hacerlo, Lorena vio llegar un camión que le llevaba parte de los materiales para levantar su nueva casa. Inmediatamente, comenzó a llorar. Al fin, tendrá un techo digno para ella y sus hijos. “Nos agradecía mucho ya que se siente marginada, en muchos sentidos. Nos contó que había ido muchas veces al municipio a pedir ayuda y materiales pero no logró nada. Entonces, dejó de insistir porque tenía que ir a trabajar para poder comer. Sabemos que hay muchas familias en situación de emergencia y nos alegra haber ayudado a una”, destacó el joven.

Bolsas de cemento, hierro, blocks, ripio y arena fueron entregados a Lorena. Los compraron con las donaciones y el realizador audiovisual marca que “hubo gente nos ayudó en el camino. La ferretería Furio con un viaje de arena y la bloquera Ramón Flores sumó 100 blocks más”.

“Vamos a ir paso a paso para ver cómo la seguiremos ayudando. Este sábado llegó a su casa el último viaje de blocks y con un grupo de amigos, iremos a visitarla para darle una mano. Cuando veamos la primera pared levantada nos va a caer la ficha de lo que hemos podido lograr. Aunque sea a una familia le pudimos cambiar la vida. Seguiremos trabajando para colaborar en lo que podamos, desde nuestro espacio humilde a quienes lo necesitan. Los jóvenes somos el futuro y queremos contagiar a otros, haciendo”, sentenció.

Realizadores de sueños

Junto a Braian Espinoza trabajan intensamente en el club Ramiro Busso, Ángela Guallama, Yanel Mayorga,  Andrea Espinosa, Paula Sasu, Sofía Espinosa y Melina Espinoza. 

En la misión solidaria por el terremoto se sumaron los integrantes del Grupo Misionero con sus referentes Melani Aciar, Nisa Zalazar, Nicolas Godoy, Fernando Brizuela y Milagros Cortez.

Además, apoyaron comprometidamente la realización del sueño de la casa propia para Lorena, Pedro Luis Espinoza, Ferretería Furio y la blockera Ramón Flores e hijos.

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